Sara Paretsky - Golpe de Sangre

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Golpe de Sangre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Golpe de Sangre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Golpe de Sangre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Victoria Warshawski debe averiguar quién es el padre de su amiga Caroline. Pero nadie quiere oír hablar de ello y su investigación choca con un extraño miedo al pasado en una truculenta historia de crimen y seducción familiar.
Golpe de sangre es una novela en la más pura tradición del género policíaco, pero también, como siempre en su autora, una profunda mirada sobre la corrupción, el escándalo político y los dramas de familia.
Victoria Warshawski, universitaria y radical, divorciada y treinteañera, hija de un policía de origen polaco y de una emigrante italiana que quiso ser cantante de ópera, es ya uno de los personajes más fascinantes de la novela negra.

Golpe de Sangre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Golpe de Sangre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Cómo son capaces de llamarse cristianos? Mi madre era mil veces más cristiana que ustedes. No se pasaba la vida sermoneando toda esa bazofia mojigata; ella vivía la caridad. Pero usted y Ed dejaron que su hermano sedujera a su niña y luego la llamaron mala. Si de verdad hubiera un dios les habría aniquilado por tan sólo atreverse a ir ante su altar, barbotando sus mojigangas santurronas. Si hay un dios, mi único ruego es que no vuelva a tener que acercarme a ustedes en toda mi vida.

Me puse en pie tambaleándome, con los ojos ardiéndome de lágrimas de rabia. Ella se encogió en la silla.

– No voy a pegarla -dije-. ¿De qué nos iba a servir a ninguna de las dos?

Antes de llegar al pasillo la Sra. Djiak estaba ya arrodillada en el suelo recogiendo los cristales rotos.

34.- Golpe bancario

Salí vacilante de la casa y fui hacia el coche, con el estómago levantado, la garganta apretada y amarga de bilis. Lo único en que podía pensar era en llegar hasta Lotty, sin parar a coger nada, ni un cepillo de dientes, ni una muda. Ir directamente a la cordura.

Llegué hasta allí de milagro. En la Calle Setenta y Uno una bocina estridente me devolvió al mundo súbitamente. Hice un cauto rodeo por el parque Jackson, pero estuve a punto de atropellar a un ciclista que cruzó el paseo como una flecha hacia la Cincuenta y Nueve. Aún después de aquello, la aguja del indicador de velocidad siguió subiendo sin querer hacia las setenta millas.

Max estaba bebiéndose un coñac en el salón de Lotty cuando llegué. Le sonreí espasmódicamente. Con un gran esfuerzo, recordé que los dos habían ido juntos a un recital y pregunté si lo habían pasado bien.

– Soberbio. El Quinteto Cellini. Los conocimos en Londres cuando estaban empezando después de la guerra.

– Recordó a Lotty una noche en la Sala Wigmore en que se habían ido las luces, y ellos dos habían sostenido linternas sobre las partituras para que sus amigos pudieran continuar el concierto.

Lotty rió y empezó a añadir sus propios recuerdos cuando se interrumpió.

– ¡Vic! No te había visto la cara a la luz cuando entraste. ¿Qué ha pasado?

Forcé los labios en una sonrisa.

– Nada por lo que peligre mi vida.

Sólo una conversación peregrina que te contaré algún día.

– Yo tengo que irme de todos modos, querida -dijo Max levantándose-. Me he quedado demasiado tiempo bebiéndome tu excelente coñac.

Lotty le acompañó a la puerta y volvió apresuradamente.

Procuré volver a sonreír. Pero, para mi consternación, empecé a sollozar.

– Lotty, yo creía que conocía todos los horrores que la gente se hace mutuamente en esta ciudad. Hombres que se matan por una botella de vino. Mujeres que echan lejía a sus amantes. Por qué ha de afectarme esto tanto es algo que no entiendo.

– Toma -Lotty me puso un poco de coñac en los labios-. Bébete esto y cálmate un poco. Intenta contarme lo que ha pasado.

Tragué parte del coñac, que arrastró de mi garganta el sabor a bilis. Mientras Lotty me cogía la mano, solté la historia sin detenerme. Cómo había advertido el parecido entre el joven Art y Caroline, y había pensado que la madre del chico debía tener alguna relación con el padre de Caroline. Que después había sabido que era el padre el que estaba emparentado con la abuela de Caroline.

– Esa parte no fue tan espantosa -dije ahogando un sollozo-. Quiero decir que sí es espantoso, claro, pero lo que me puso totalmente enferma fue esa horrenda beatería fregadita de los Djiak y su insistencia en que había sido culpa de Louisa. ¿Sabes cómo la criaron? ¿Con qué rigidez vigilaron a las dos hermanas? Ni salidas, ni chicos, ni una charla sobre el sexo. Y después el hermano de la madre. Abusó de una de las niñas y le dejaron quedarse por ahí a ver si abusaba de la otra. Y entonces la castigaron.

Estaba levantando la voz; ya no podía controlarla.

– No puede ser, Lotty. No debe ser. Yo tendría que poder evitar que pasaran cosas tan viles, pero no tengo ningún poder.

Lotty me rodeó con sus brazos, y me estrechó sin hablar. Pasados unos momentos mis sollozos cedieron, pero seguí recostada en su hombro.

– No puedes curar al mundo entero, Liebchen. Sé que lo sabes. Sólo se puede trabajar con una persona a la vez, en escala menor. Y sobre esas personas a las que ayudas sí tienes un gran efecto. Son sólo los megalómanos, los Hitlers y parecidos, los que creen que tienen la solución para la vida de todos los demás. Tú perteneces al mundo de los cuerdos, Victoria, al mundo de los limitados.

Me llevó a la cocina y me dio los restos del pollo que había guisado para Max. Siguió sirviéndome coñac hasta que empecé a sentir sueño. Después me llevó a la habitación de invitados y me quitó la ropa.

– El Sr. Contreras -dije torpemente-. Olvidé decirle que iba a pasar aquí la noche. ¿Puedes llamarle por favor? Si no, Bobby Mallory va a empezar a drenar el lago buscándome.

– Desde luego, cariño. Lo haré en cuanto estés dormida. Descansa y no te preocupes.

Cuando desperté el domingo por la mañana estaba algo aturdida como resultado del exceso de coñac y lágrimas. Pero era la primera vez que dormía profundamente desde la agresión; había disminuido el dolor de los hombros hasta el punto de no notarlo ya con cada movimiento.

Lotty me trajo el New York Times con un plato de panecillos frescos y mermelada. Pasamos la mañana relajada de prensa y café. A mediodía, cuando quise empezar a hablar de Art Jurshak -sobre el modo de evitar a sus ubicuos guardaespaldas para hablar con él- Lotty me hizo callar.

– Hoy es día de descanso para ti, Victoria. Nos vamos al campo, a respirar aire puro y a desconectar totalmente de toda preocupación. Así mañana nos parecerá todo más posible.

Yo cedí con todo el buen talante que me fue posible, pero Lotty tenía razón. Nos fuimos a Michigan, pasamos el día paseando por las dunas de arena, dejando que el aire frío del lago nos batiera el cabello. Remoloneamos por las pequeñas vinaterías y compramos una botella de vino de cereza y arándanos de recuerdo para Max, que se enorgullecía de su paladar. Cuando finalmente regresamos a casa hacia las diez de la noche, me sentía totalmente depurada.

Fue una suerte que me tomara ese día de descanso. El lunes resultó ser largo y frustrante. Lotty se había ido ya cuando desperté; hace su ronda de visitas en el Beth Israel antes de abrir su clínica a las ocho y media. Me había dejado una nota diciendo que había revisado los cuadernos del Dr. Chigwell después de irme a la cama, pero no estaba segura de la interpretación de los valores sanguíneos que el doctor había apuntado. Se los había llevado a una amiga especializada en nefrología para que los descifrara.

Llamé al Sr. Contreras. Me dio un parte de noche sin percances, pero dijo que el joven Art estaba empezando a impacientarse. Le había dejado una máquina de afeitar y una muda de ropa interior, pero no sabía cuánto tiempo podría retener al muchacho en el piso.

– Si quiere marcharse que se vaya -le dije-. Es él quien quería protección. No me importa demasiado si ahora no quiere aceptarla.

Le dije que me pasaría por allí para hacer una maleta pequeña, pero que iba a quedarme con Lotty hasta que tuviera más garantías frente a los merodeadores nocturnos. El Sr. Contreras asintió melancólico: hubiera preferido con mucho que mandara al joven Art con Lotty y me alojara con él y Peppy.

Tras haber ido a mi casa para ducharme y cambiarme de ropa, bajé a pasar unos minutos con Peppy y el Sr. Contreras. La tensión de las últimas semanas empezaba a labrar profundas líneas en el rostro del joven Art. O acaso fueran las treinta y seis horas pasadas con el Sr. Contreras.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Golpe de Sangre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Golpe de Sangre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Burn Marks
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Golpe de Sangre»

Обсуждение, отзывы о книге «Golpe de Sangre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x