Sophie Hannah - No es mi hija
Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah - No es mi hija» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:No es mi hija
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
No es mi hija: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No es mi hija»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
No es mi hija — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No es mi hija», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
– No parece que esté muy aquí bien solo -dijo. Lo lamentaba por el hombre. Fancourt no podía saber que su madre era una asesina. Cuando Charlie se lo había contado, no había dicho ni una palabra, aparentemente. Solo la había mirado fijamente.
– No debería estar aquí solo en un momento tan delicado ¿No estaría mejor con su hijo?
Fancourt frunció el ceño.
– Felix se encuentra mejor sin mí -replicó.
– ¿Por qué? No entiendo.
– Él está mejor así.
Simon bajó la cabeza, intentando establecer contacto visual.
– Señor Fancourt, usted no ha hecho nada malo. No debería sentirse culpable por algo que hizo su madre.
– Debería haberlo sabido. La noche en que Laura fue asesinada, debí darme cuenta de que la historia no tenía sentido.
– ¿Qué historia?
– Sobre Laura y que le pidiese a Mamá dejarle a Felix una noche para que pudiese ir a un club nocturno. Nunca habría hecho eso. No soportaba a Mamá. Siempre creí que todo era un poco extraño, pero… Fui demasiado estúpido como para intentar averiguar la verdad.
– No fue estúpido. Ningún hijo sospecharía que su madre es una asesina. Si yo hubiera sido usted, no lo habría hecho.
– Estoy seguro de que lo hubiera hecho, Simon. -Fancourt le lanzó una sonrisa falsa y exagerada.
– Acerca de que Felix regrese a casa… quizás se piense de manera distinta en unos cuantos días.
– No me sentiré mejor.
Simon suspiró. Ahora no era, quizás, el mejor momento de llenar al pobre hombre con nueva información, pero necesitaba saber. Habían llegado los resultados de las pruebas. No había ninguna excusa para no decírselo. Y, deprimido y apático como lucía Fancourt, no había indicios de que estuviese delirando o desequilibrado. Cualquiera estaría deprimido en su lugar. Simon creía que su reacción era totalmente normal. Quizás incluso tenía razón en dejar a Felix con Maggie y Roger Cryer. Era mejor que el chico estuviese en un ambiente familiar, estable, mientras su padre se recuperaba.
Simon se sentía culpable por haber pensado tan mal de Fancourt, cuyo único crimen, hasta donde podía ver, era enfurecerse, irritarse bajo presión. Y por eso, y a causa de sus propios celos, Simon lo había odiado, calumniado. Estaba en deuda, debía decirle la verdad. Si algo podría sacar a Fancourt de su letargo, serían estas noticias.
– Hemos encontrado a su hija -Simon dijo suavemente-. Hemos encontrado a Florence.
Fancourt finalmente lo miró. La expresión de su rostro era inconfundible: abatimiento.
– No la quiero aquí. Entréguesela a Alice.
– Pero…
– Alice es una buena madre. Yo no sirvo para nada. No cambiaré mi opinión.
– Siento como si le debiese una disculpa, señor Fancourt.
– Tengo lo que merezco. Lo que se va, vuelve, como dicen.
Simon no podía comprender al hombre. ¿No iba a luchar por su mujer e hija, por la oportunidad de ser feliz? Si Fancourt estuviera interesado o no, Simon tenía que decir lo que había venido a decir. Decidió continuar con su discurso planeado.
– Encontramos a Alice y el bebé en la casa de Briony Morris, la amiga de trabajo de Alice. Después del… asunto en el gimnasio, dispusimos que se sometieran ambas a pruebas.
Ninguna reacción de Fancourt.
– Había una coincidencia -continuó Simon-, El bebé que Alice se llevó de aquí el viernes 3 de octubre era su hija. Suspiró sacudiendo la cabeza. Deseaba poder sentir incluso, por lo menos, un poco de la indiferencia que demostraba Fancourt, suponiendo que fuese auténtica-. Hubo siempre un solo bebé, señor Fancourt. ¿Señor Fancourt? ¿David? ¿Entiende lo que le digo? Hubo siempre un solo bebé. Una sola Florence.
David Fancourt bostezó.
– No necesita decirme eso -dijo-. Lo he sabido durante todo este tiempo.
Capítulo 43
Martes , 14 de octubre de 2003
Simon se sienta cerca de mí en el largo y estrecho salón de Briony. Briony lo hace detrás de él, sobre el sofá. Estoy contenta de que esté aquí. Al proceso de redecoración todavía le falta mucho, los muebles están todos cubiertos con sábanas blancas. Siento como si nuestro alrededor fuera un escenario, no un lugar real.
Y la combinación de nosotros tres es extraña, chocante. Aunque estoy agradecida por la presencia de Briony, y presiento que Simon también lo está, porque de lo contrario este intercambio podría ser demasiado incómodo. Hay una conexión entre Simon y yo, una conexión de entendimiento, de la cual Briony queda excluida. Su compañía nos obligará a que ambos desempeñemos nuestros papeles por un poco más de tiempo.
Puedo ver que él lo sabe. Cuando llegó, nos movimos de forma vacilante, sospechosa, alrededor de la habitación como leones nerviosos que no pueden ver su presa con bastante claridad para echársele encima. Briony no le pidió a Simón que se sentase; olvidó sus modales en sus ansias por descubrir el paradero de Florence. Era Simon quién le sugirió sentarse. Estaba contenta de que lo hiciera. «Tenía noticias», dijo. Necesitaba estar tranquilo antes de hablar. Ninguna preparación para un momento como este puede resultar adecuada. Pero, en realidad, no hay muchos momentos así en la vida cotidiana. Para la mayor parte de la gente, no hay ninguno.
Simon esperó hasta que me acomodase en la silla. Entonces nos dijo: «Había, hay, solamente un bebé». El bebé que tomé de Los Olmos el viernes 3 de octubre es mi hija. La Pequeña es Florence. Se expresó de todas estas maneras diferentes, una después de otra, como si estuviese afirmando tres puntos por separado. Briony hubiera podido preguntarse por qué se repetía, pero yo sabía qué intentaba decir: no hay forma alguna de ver esta situación, ninguna forma de expresarla, que permita la existencia de una perspectiva alterna. Para mi beneficio y el de Briony, Simón estaba decidido a eliminar toda ambigüedad y darle luz a las cosas, donde podrían ser aclaradas por el frío proyector de su enfoque objetivo.
Y ahora estamos todos sentados aquí en silencio, como si alguien nos hubiera cortado la lengua. No durará para siempre. Alguien romperá el silencio. No seré yo. Quizás ése es el papel de Briony: hablar cuando ni Simon ni yo podemos hablar.
– ¿Qué está diciendo? -pregunta finalmente-. ¿El bebé de arriba es Florence? ¿La Pequeña es Florence?
La dejaron volver con nosotros, directamente después de la prueba de ADN. Yo todavía me estaba recuperando en el hospital del ataque de Vivienne, cuando ellos trajeron a La Pequeña aquí, con Briony. Estaba asombrada. Supuse que se la llevarían a David.
– No. -Sacudo la cabeza-. No es verdad.
– Sí -dice Simon con igual intensidad-. La prueba de ADN lo ha demostrado sin lugar a dudas. -La prueba de ADN demostró sin dudas que Beer Darryl había asesinado a Laura. Y ahora sabemos que él no lo hizo. No tengo ninguna intención en malgastar mi tempo en responder a eso. Conoce la diferencia.
– Debe ser un error -digo-. Yo lo sabría. Es mi hija. Sabría. -Me desplomo en la silla. Mi labio inferior tiembla. Trato de mantenerlo en su lugar con los dientes. Debo parecer una loca. Habría un cierto alivio de estar verdaderamente loca. Nadie te podría considerar responsable de nada.
Briony ha cruzado la habitación y se inclina sobre mí.
– ¿Alice, estás bien? No te preocupes, ¿de acuerdo? Resolveremos… el malentendiendo. Por supuesto que esas pruebas pueden estar equivocadas. Y la policía, sin ofender… -miraba a Simon-… pero ha cometido bastantes errores hasta aquí…
– No sé de qué policía está hablando, pero no soy yo -dice Simon, con una voz tan dura como una piedra-. Yo solamente me equivoqué en una cosa. Muy gravemente equivocado, como parece.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «No es mi hija»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No es mi hija» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «No es mi hija» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.