Toni Hill - El verano de los juguetes muertos

Здесь есть возможность читать онлайн «Toni Hill - El verano de los juguetes muertos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El verano de los juguetes muertos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El verano de los juguetes muertos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El inspector Héctor Salgado lleva semanas apartado del servicio cuando le asignan de manera extraoficial un caso delicado. El aparente suicidio de un joven va complicándose a medida que Salgado se adentra en un mundo de privilegios y abusos de poder. Héctor no solamente deberá enfrentarse a ello, sino también a su pasado más turbio que, en el peor momento y de modo inesperado, vuelve para ajustar cuentas.
Los sueños, el trabajo, la familia, la justicio o los ideales tienen un precio muy alto… pero siempre hay gente dispuesta a pagarlo.

El verano de los juguetes muertos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El verano de los juguetes muertos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La cueva está a unos veinte minutos de la casa. Hay que andar cuesta arriba un buen trecho, a través del bosque, pero conozco el camino perfectamente. Cada grupo de niños hace una excursión hasta allí, así que incluso ese primer verano había ido ya cuatro veces. A veces algún monitor va antes y se esconde en ella, para asustar a los más pequeños o cosas así. Así que ese día, a la hora de la siesta, me dirigí hacia allí como habíamos quedado. Cuando llegué no vi a nadie. Las cuevas no me dan miedo, pero tampoco me apetecía entrar sola y esperé sentada en una piedra, a la sombra. Me gusta el bosque: la luz se cuela entre las ramas y hace dibujos en el suelo. Y hay un silencio que no es silencio del todo, como si tuviera música. Soplaba un poco de brisa, que era agradable después de la empinada cuesta. Miré el reloj, aunque no sabía seguro a qué hora tenía que venir. Pero no tardó. Apareció unos diez minutos después. Llevaba la mochila a la espalda y me dije que ahí dentro tenía que estar mi regalo. El parecía nervioso y miraba hacia atrás todo el rato. Sudaba, y supuse que había venido corriendo. Se dejó caer a mi lado y casi sonrió. Yo le pregunté: ¿Me has traído el regalo? Y entonces sí sonrió de verdad. Abrió la mochila y sacó una bolsa. Espero que te guste. No estaba envuelto así que miré hacia el interior de la bolsa. ¡Sácalo!, me dijo él. Era un biquini rosa de fresitas. Me encantó. Entonces me dijo: Póntelo. A ver si es de tu talla. Debí de dudar porque insistió: Vamos, quiero ver cómo te queda puesto. Cámbiate en la cueva si te da vergüenza. Tenía la voz ronca. Entonces no sabía que esa voz es la que le sale cuando quiere jugar o cuando se enfada. Más lenta, arrastrando las palabras. Y siempre que pone esa voz mira hacia otro lado, como si no hablara contigo. Como si fuera él quien siente vergüenza.

Fui a cambiarme y salí con el biquini puesto. Paseé arriba y abajo como hacían las modelos en las pasarelas. Me miraba de una forma que me hacía sentir guapa. Luego me dijo: Ven a sentarte a mi lado. Lo intenté pero estaba incómoda: la tierra y las piedrecitas se me clavaban en las piernas. Él sacó una toalla de la mochila y la extendió para los dos. Y nos tumbamos, y pasamos un rato mirando la luz que se filtraba a través de los árboles. Le conté mis cosas y me escuchó de verdad. Eres muy guapa, me susurró luego mientras me acariciaba el pelo. Y entonces me sentí realmente como la niña más guapa del mundo.

Escondí el biquini, tal y como él me dijo, para que Inés no lo encontrara. Mi madre lo vio, claro, y comentó que se lo habría dejado olvidado una de las niñas. Yo sonreí, pensando que, tal y como él había dicho, aquel regalo era nuestro secreto. No volví a ponérmelo hasta el verano siguiente, el primer día que llegaron los monitores, pero él no se fijó. Nadé en la piscina, como había hecho el año anterior, pero él estaba ocupado con los demás y no me hizo caso. Pero después, cuando me crucé con él por el pasillo, me dijo muy serio: En la piscina hay que usar el bañador. Luego me guiñó un ojo y añadió: Pero puedes ponerte el biquini rosa cuando nos veamos en la cueva. Al fin y al cabo te lo regalé yo. No lo entendí, pero dije que sí con la cabeza. Ven mañana sobre las cuatro, me dijo en voz baja, y me cuentas qué tal te ha ido el año. Yo fui encantada porque tenía muchas cosas que contarle, cosas del colegio, y de mis amigas, pero la verdad es que casi no hablamos. Cuando llegué él ya estaba allí, sentado en la misma toalla del año anterior. Llegas tarde, me regañó, aunque no era verdad. Llevo el biquini debajo de la ropa, le dije para que no se enfadara. Entonces se rió, y comprendí que me estaba tomando el pelo, pero siguió hablando en tono de enfado. ¿Ah, sí? No te creo, además de llegar tarde eres una mentirosa… Y riéndose me cogió por los hombros, y me tumbó sobre la toalla y me hizo cosquillas. ¿A ver si es verdad?, repetía, y metía las manos debajo de la ropa para ver si tocaba el biquini. Vaya, pues sí, sí que está. Yo también me reía, aunque sus manos estaban calientes. Muy calientes. Entonces se tumbó encima de mí y me acarició la cara, y me repitió que era muy guapa. Estás más guapa aún que el año pasado. Yo estaba un poco avergonzada, y notaba las mejillas rojas. ¿Tienes calor?, me preguntó. Te voy a desnudar como si fueras una muñeca, dijo sonriendo. Hablaba con aquella voz rara. Y dejé que me quitara la camiseta, y que me bajara el pantalón. Eres mi muñeca, repetía susurrando. Casi no le oía. Con una mano me acariciaba los cabellos, el brazo, me hacía cosquillas en el cuello. Cerré los ojos. No vi nada más, pero un rato después noté un líquido caliente sobre la barriga. Abrí los ojos, asustada, y vi una mancha blanca y viscosa. Intenté moverme porque me dio asco pero él no me dejó. Chist, repetía, chist… las muñecas no hablan.

Leire tuvo que hacer esfuerzos para no arrancarle las hojas de papel. A su lado, Héctor le cogió la mano. Ella cerró los ojos y siguió escuchando.

Ese verano aprendí a ser su muñeca. Las muñecas cierran los ojos y dejan que las acaricien. También se dejan coger la mano y la ponen donde les digan. Y abren la boca y lamen con la lengua aunque a veces da arcadas. Sobre todo, las buenas muñecas no cuentan nada a nadie. Obedecen. No protestan. Como las de verdad, tienen que esperar a que su dueño las coja y luego a que se canse de jugar con ellas. Es raro, quieres que jueguen contigo aunque haya juegos que no te gustan nada. Y, sobre todo, no soportas que tu dueño se olvide de ti, o te cambie por otra muñeca nueva. A finales del verano pasado, el último día que jugamos, me miró y me dijo: Estás creciendo mucho. Y al contrario que la mayoría de la gente, que lo decía sonriendo, tuve la impresión de que a él no le gustaba. Luego en mi cuarto me miré al espejo y vi que tenía razón: mi cuerpo cambiaba, me crecían los pechos… sólo un poco, pero lo suficiente para que el biquini rosa quedara pequeño. Fue entonces cuando decidí comer menos.

– ¡Cabrón! -La palabra salió de la boca de Joana sin que pudiera evitarlo.

Inés la miró, asintió, y dijo: -Ya falta poco.

Este año todo ha sido distinto desde el principio. Cuando llegó me miró como si no me reconociera. Yo estaba orgullosa: gracias a que casi no probaba bocado apenas había engordado. Pero estaba más alta, eso no podía evitarlo. Y vi que él lo notaba, aunque no dijo nada. Intenté ponerme el biquini sin conseguirlo y lloré de rabia. Él ni siquiera lo mencionó. Me miraba como si no existiera, como si nunca hubiera jugado conmigo. Y cuando un día le dije que podíamos ir hasta la cueva me miró extrañado. Daba la impresión de que no sabía de qué le estaba hablando. Pero, por una vez, mi madre sirvió de algo y lo arregló todo. Comentó a los monitores lo mala estudiante que me había vuelto, lo preocupada que estaba por mí, creo que con la intención de avergonzarme. Y él asintió, y dijo: Tranquila, la ayudaremos. Yo mismo le daré clases particulares por las tardes los días que pueda. Me encantó la idea: los dos juntos, en una habitación cerrada. Volví a sentirme especial.

El primer día le esperé sentada en el escritorio de mi cuarto, el mismo que comparto con Inés. La muy tonta se empeñó en traerse todas sus muñecas. Mientras preparaba los cuadernos y los libros, las miré y les dije: Hoy es mi turno, hoy jugará conmigo. Pero no lo hizo: estuvo un rato explicándome unos problemas de matemáticas y luego me puso unos ejercicios. Luego se acercó a la ventana y se quedó ahí. Cuando se volvió noté que algo le pasaba. Se le enturbiaban los ojos. Y me dije: Ahora. Ahora. Yo esperaba que me hablara con aquella voz ronca, que me tocara con aquellas manos calientes que al principio me daban asco. Pero él sólo se sentó y preguntó: «¿Cuántos años tiene ahora tu hermana?».

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El verano de los juguetes muertos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El verano de los juguetes muertos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El verano de los juguetes muertos»

Обсуждение, отзывы о книге «El verano de los juguetes muertos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x