Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino

Здесь есть возможность читать онлайн «Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Beso Para Mi Asesino: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Beso Para Mi Asesino»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El libro arranca con la muerte de un policía en el atraco a un banco en el que inocentemente se ve envuelto y además, con un triple crimen perpetrado en una mansión. Casos aparentemente inconexos en cuya resolución se ve implicado el inspector jefe Wexford y que se verán seguidos de desconcertantes hechos que, como piezas de un complejo puzzle, tendrán que ser encajados adecuadamente para llegar al culpable.

Un Beso Para Mi Asesino — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Beso Para Mi Asesino», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No recuerdo que nunca lo mencionara -dijo Brenda con indiferencia-. ¿Por qué debería hacerlo?

– ¿Entonces…?

– ¿Cómo lo sabía yo? Ah, entiendo a lo que se refiere. Ella utilizaba los coches del hermano de Ken. -La evidente perplejidad de Wexford requería una explicación por su parte-. Entre usted y yo, a ella le gustaba beber, a Joanne Garland. Y a veces dos o tres. Bueno, ya lo entiende, ¿no? Después de pasar el día en aquella tienda. Me sorprende que vendieran algo alguna vez. Realmente me sorprende que esos sitios se mantengan. Bueno, a veces, cuando había tomado una copa de más, quiero decir cuando a ella le parecía que estaba en el límite, no conducía su coche, llamaba al hermano de Ken. Bueno, para que la llevara allí y a donde ella quisiera ir. Está forrada de dinero, por supuesto, nunca se lo pensaba dos veces lo de llamar a un taxi.

– ¿Su cuñado tiene un servicio de taxis?

La señora Harrison mostró una expresión de refinamiento, enrarecida, ligeramente agria.

– Yo no lo expresaría así. Él no se anuncia, tiene clientela privada, algunos clientes seleccionados muy especiales. -Se alarmó-. Todo legal, no ponga esa cara. Le diré su nombre, no tenemos nada que esconder, le daré todos los detalles que quiera. Estoy segura de que le recibirán bien.

En el pasado, de vez en cuando, cuando publicaba un libro que creía que podría interesar a su amigo, Amyas Ireland regalaba un ejemplar a Wexford. Siempre era un placer, al llegar a casa por la noche, encontrar el paquete dirigido a él, el sobre acolchado con el nombre y el logotipo de la editorial en la etiqueta. Pero desde la absorción de Carlyon-Brent no había recibido nada, así que fue una sorpresa encontrar un paquete más grande de lo usual que le esperaba. Esta vez el logotipo era el león de St. Giles Press con flores en la boca pero dentro, entre los libros, había una carta con una explicación de Amyas.

Dadas las circunstancias, le había parecido que a Wexford le podrían interesar los tres libros de Davina Flory, que se estaban reeditando en un nuevo formato: La ciudad santa, El otro lado del muro y Los anfitriones de Midian. Si Reg quería un ejemplar del primer -y ahora, tristemente, único- volumen de la autobiografía, sólo tenía que pedirlo. Lamentaba no haberse puesto en contacto antes. Reg sabía que habían sido absorbidos, pero quizá no estaba enterado de la posterior agitación que se produjo y el temor de Amyas por su puesto. Había sido un período lleno de ansiedad. Sin embargo, todo parecía ya normalizado, Carlyon Quick, como se les conocía entonces, tenía una magnífica lista de otoño en perspectiva. Estaban especialmente encantados por haberse asegurado los derechos de la nueva novela de Augustine Casey: El látigo.

Esto estuvo a punto de estropear el placer de Wexford por los libros de Davina Flory. El teléfono sonó cuando estaba hojeando el primero de ellos. Era Sheila. Siempre llamaba los jueves por la noche. Él escuchó a Dora hablar con ella, complaciéndose en un pasatiempo que le gustaba, que consistía en tratar de adivinar lo que ella decía por las respuestas asombradas, encantadoras o simplemente interesadas de su esposa.

Esa noche las palabras de Dora no entraban en ninguna de esas categorías. Wexford oyó su expresión decepcionada: «Oh, cariño», y un pesar más intenso: «¿Es buena idea? ¿Estás segura de lo que haces?». Wexford experimentó una sensación como si el corazón se le hiciera pesado, una tensión en el pecho. Se incorporó, volvió a sentarse, escuchó.

Dora dijo con el tono frío y rígido que él detestaba cuando iba dirigido a él:

– Supongo que querrás hablar con tu padre.

Wexford tomó el auricular. Antes de que ella hablara, se concentró pensando: «Tiene la voz más hermosa que jamás he oído de boca de una mujer».

La hermosa voz dijo:

– Mamá está enfadada conmigo. Supongo que tú también te enfadarás. He rechazado aquel papel.

Una gloriosa ligereza, un espléndido alivio. ¿Eso era todo?

– ¿El de La señorita Julia ? Espero que sepas lo que haces.

– Dios sabe que sí. La cuestión es que me voy a Nevada con Gus. Lo he rechazado para irme a Nevada con Gus.

14

En la estación de Kingsmarkham, unas letras digitales iluminadas anunciaban que funcionaba un sistema experimental de hacer cola. En otras palabras, en lugar de esperar cómodamente, dos o tres en cada ventanilla de venta de billetes, se hacía cola entre cuerdas. Iba tan mal como en Euston. En el vestíbulo, cerca del andén del que partiría el tren de Manchester, había un cartel que indicaba a los viajeros: «Formar cola aquí».

Nada relacionado con el tren, ninguna frase de bienvenida, nada que indicara cuándo saldría, sólo el supuesto de que allí habría una cola. Era peor que en época de guerra. Wexford pudo recordar la época de guerra, pero entonces, aunque podían dar por supuesto que se formaría cola, al menos no ponían ningún sello oficial.

Quizá debería haber permitido que Donaldson le llevara en coche. No lo había hecho por miedo a las autopistas y sus atascos. Los trenes eran más rápidos, los trenes no quedaban atascados con otros trenes, y los fines de semana las vías de los trenes no eran reparadas constantemente como las carreteras. A menos que hubiera nieve o un huracán, los trenes corrían. Se había comprado un periódico en Kingsmarkham y lo había leído en el viaje a la estación Victoria. Podría comprarse otro allí, algo para apartarse a Sheila de la cabeza y lo que había sucedido la noche anterior. Pero de todos modos, The Times no le había impedido pensar en ello, así que ¿por qué comprar el Independent?

La cola se retorcía elegante alrededor del amplio vestíbulo. Nadie protestaba, sólo se colocaba al final de la cola, sin quejarse. Se había formado un semicírculo, como si estos viajeros estuvieran a punto de unir sus manos y ponerse a cantar Auld Lang Syne. Después, la barrera se abrió y todo el mundo entró, no exactamente en tropel sino empujando un poco, impacientes por llegar al tren.

Un tren moderno, bonito y bastante nuevo. Wexford tenía un asiento reservado. Lo encontró, se sentó, miró la primera página de su periódico y pensó en Sheila, oyó la voz de Sheila. Su tono le hizo temblar.

– ¡Decidiste odiarle antes de conocerle siquiera!

¡Cuánto sabía reprochar! Como Shrew de Petruchio, un papel que extrañamente no se había convertido en éxito.

– No seas ridícula, Sheila. Yo no decido odiar a nadie antes de conocerle.

– Siempre existe una primera vez. Oh, ya sé por qué. Estabas celoso, sabías que tenías un motivo real. Sabías que ninguno de los otros significaba nada para mí, ni siquiera Andrew. Estaba enamorada por primera vez en mi vida y viste la luz roja, viste el peligro, estabas decidido a odiar a cualquiera a quien yo amara. ¿Y por qué? Porque tenías miedo de que le quisiera más que a ti.

Antes se habían peleado a menudo. Eran de esas personas que discutían acaloradamente, perdían los estribos, explotaban y olvidaban la causa de la discusión al cabo de unos minutos. Esta vez fue diferente.

– No estamos hablando de amor -había dicho él-. Estamos hablando de sentido común y conducta razonable. Renunciarías quizás al mejor papel que jamás te han ofrecido para irte a un desierto sólo para estar con ese…

– ¡No lo digas! ¡No le insultes!

– No podría insultarle. ¿Qué sería un insulto para un sinvergüenza como él? ¿Para ese payaso malhablado y borracho? Los peores insultos que encontrara le adularían.

– Dios mío, sea lo que sea lo que he heredado de ti, me alegro de que no sea tu lengua. Escúchame, padre…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
Ruth Rendell - The Bridesmaid
Ruth Rendell
Ruth Rendell - From Doon with Death
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Una Vida Durmiente
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Simisola
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Not in the Flesh
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Falsa Identidad
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Carretera De Odios
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Thirteen Steps Down
Ruth Rendell
Отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x