Benito Pérez Galdós - Electra

Здесь есть возможность читать онлайн «Benito Pérez Galdós - Electra» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: foreign_antique, foreign_prose, Зарубежные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Electra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Electra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Electra — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Electra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Patros. Ahora le llevaré dos bollitos.

Electra. No, no: que eso ensucia el estómago… Le llevarás una sopita…

Patros. ¿Y cómo llevo eso?

Electra. Es verdad. ¡Ah! Pides para mí una taza de leche.

Patros. Eso. Y se la doy en cuanto despierte.

Electra. Aquí tienes el papel y el lápiz para que haga sus garabatitos… Es lo que más le entretiene… Luego, esta noche, aprovechando una ocasión, le traeremos a mi cuarto y dormirá conmigo.

Cuesta ( cerrando la carta ). Ya he concluido.

Electra. Perdone un momento, Don Leonardo. ( Aparte a Patros. ) No te separes de él… Mucho cuidado. Si Don Leonardo no me entretiene mucho, antes de vestirme iré a darle un besito.

Cuesta. Patros…

Patros. Señor…

Cuesta. Que lleven esta carta al correo.

Patros. Ahora mismo. ( Vase. )

ESCENA X

Cuesta, Electra.

Cuesta ( cogiéndole las manos ). Mujercita juguetona, ven aquí. ¡Qué dicha tan grande verte!

Electra. ¿Me quiere usted mucho, Don Leonardo? ¡Si viera usted cuánto me gusta que me quieran!

Cuesta. Lo que más importa, hija mía, es que tengamos formalidad… que las personas timoratas no hallen nada que censurar… Me han dicho… creo yo que habrá exageración… me han dicho que hormiguean los novios…

Electra. ¡Ay, sí! ya casi no acierto a contarlos. Pero yo no quiero más que a uno.

Cuesta. ¡A uno! ¿Y es…?

Electra. ¡Oh! Mucho quiere usted saber.

Cuesta. ¿Le conozco yo?

Electra. ¡Ya lo creo!

Cuesta. ¿Ha hecho su declaración de una manera decorosa?

Electra. ¡Si no ha hecho declaración!… No me ha dicho nada… todavía.

Cuesta. Tímido es el mocito. ¿Y a eso llama usted novio?

Electra. No debo darle tal nombre.

Cuesta. ¿Y usted le ama, y sabe o sospecha que es correspondida?

Electra. Eso… lo sospecho… No puedo asegurarlo.

Cuesta. ¿Y no podrá decirme… a mí, que…?

Electra. ¡Ay, no!

Cuesta. Por Dios, tenga usted confianza conmigo.

Electra. Ahora no puedo. Tengo que vestirme.

Cuesta. Bueno: ya hablaremos.

Electra ( medrosa, mirando al foro ). ¿Vendrá mi tía?

Cuesta. Vístase usted… y mañana…

Electra. Sí, mañana. Adiós. ( Corre hacia la derecha. Movida de una repentina idea, da media vuelta. ) Antes tengo que… ( Aparte. ) No puedo vencer la tentación. Quiero darle otro besito. ( Vase corriendo por la izquierda. Cuesta la sigue con la vista. Suspira. )

ESCENA XI

Cuesta, Don Urbano, Evarista; después Electra.

Cuesta ( recogiendo sus papeles ). ¡Qué felicidad la mía si pudiese quererla públicamente!

Evarista ( vestida para salir ). Perdone usted el plantón, Leonardo. Ya me ha dicho éste que preparamos una operación extensa.

Don Urbano ( dando a Cuesta un talón ). Toma.

Evarista. No me asombraré de verle a usted entrar con otra carga de dinero… Dios lo manda. Dios lo recibe… ( Asoma Electra por la puerta de la izquierda. Al ver a su tía, vacila, no se atreve a pasar. Arráncase al fin, tratando de escabullirse. Evarista la ve y la detiene. ) ¡Ah, pícara! ¿Pero no te has vestido? ¿Dónde estabas?

Electra. En el cuarto de la plancha. Fui a que Patros me planchara un peto…

Evarista. ¡Y te estás con esa calma! ( Observando que en uno de los bolsillos del delantal de Electra asoma una carta. ) ¿Qué tienes aquí? ( La coge. )

Electra. Una carta.

Cuesta. ¡Cosas de chicos!

Evarista. No puede usted figurarse, amigo Cuesta, lo incomodada que me tiene esta niña con sus chiquilladas, que no son tan inocentes, no. ( Da la carta a su marido. ) Lee tú.

Cuesta. Veamos.

Don Urbano ( lee ). «Señorita: Tengo para mí que en su rostro hechicero…»

Evarista ( burlándose ). ¡Qué bonito! ( Electra contiene difícilmente la risa. )

Don Urbano. «Que en su rostro hechicero ha escrito el Supremo Artífice el problema del… del…» ( Sin entender la palabra siguiente. )

Electra ( apuntando ). «Del cosmos.»

Don Urbano. Eso es: «del cosmos, simbolizando en su luminosa mirada, en su boca divina, el poderoso agente físico que…»

Evarista ( arrebatando la carta ). ¡Qué indecorosas necedades!

Don Urbano ( descubriendo otra carta en el otro bolsillo ). Pues aquí hay otra. ( La coge. )

Cuesta. ¿A ver, a ver esa?

Evarista. Hija, tu cuerpo es un buzón.

Cuesta ( leyendo ). «Despiadada Electra, ¿con qué palabras expresaré mi desesperación, mi locura, mi frenesí…?»

Evarista. Basta… Eso ya no es inocente. ( Incomodada, registrándole los bolsillos. ) Apostaría que hay más.

Cuesta. Evarista, indulgencia.

Electra. Tía, no se enfade usted…

Evarista. ¡Que no me enfade! Ya te arreglaré, ya. Corre a vestirte.

Don Urbano ( mirando su reloj ). Casi es la hora.

Electra. En un instante estoy…

Evarista. Anda, anda. ( Gozosa de verse libre, corre Electra a su habitación. )

ESCENA XII

Cuesta, Don Urbano, Evarista, Pantoja.

Evarista ( con tristeza y desaliento ). Ya ve usted, Leonardo…

Cuesta. La tranquilidad con que se ha dejado sorprender sus secretos revela que hay en todo ello poca o ninguna malicia.

Evarista. ¡Ay! no opino lo mismo, no, no…

Pantoja ( por el foro algo sofocado ). Aquí están… y también Cuesta, para que no pueda uno hablar con libertad…

Evarista ( gozosa de verle ). Al fin parece usted… ( Se forman dos grupos: a la izquierda, Cuesta sentado, Don Urbano en pie; a la derecha, Pantoja y Evarista sentados. )

Pantoja. Vengo a contar a usted cosas de la mayor gravedad.

Evarista ( asustada ). ¡Ay de mí! Sea lo que Dios quiera.

Pantoja ( repitiendo la frase con reservas ). Sea lo que Dios quiera… sí… Pero queramos lo que quiere Dios, y apliquemos nuestra voluntad a producir el bien, cueste lo que cueste.

Evarista. La energía de usted fortifica mi ánimo… Bueno…¿y qué…?

Pantoja. Hoy en casa de Requesens, han hablado de la chiquilla en los términos más desvergonzados. Contaban que acosada indecorosamente del enjambre de novios, se deleita recibiendo y mandando cartitas a todas horas del día.

Evarista. Desgraciadamente, Salvador, las frivolidades de la niña son tales, que aun queriéndola tanto, no puedo salir a su defensa.

Pantoja ( angustiado ). Pues oiga usted más, y entérese de que la malicia humana no tiene límites. Anoche el Marqués de Ronda, en la tertulia de su casa, delante de Virginia, su santa esposa, y de otras personas de grandísimo respeto, no cesaba de encomiar las gracias de Electra en términos harto mundanos, repugnantes.

Evarista. Tengamos paciencia, amigo mío…

Pantoja. Paciencia… sí, paciencia; virtud que vale muy poco si no se avalora con la resolución. Determinémonos, amiga del alma, a poner a Electra donde no vea ejemplos de liviandad, ni oiga ninguna palabra con dejos maliciosos…

Evarista. Donde respire el ambiente de la virtud austera…

Pantoja. Donde no la trastorne el zumbido de los venenosos pretendientes sin pudor… En la crítica edad de la formación del carácter, debemos preservarla del mayor peligro, señora, del inmenso peligro…

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, на ЛитРес.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Electra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Electra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Benito Pérez Galdós - Fortunata y Jacinta
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Trafalgar
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Miau
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Marianela
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Doña Perfecta
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La desheredada
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La de Bringas
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Misericordia
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Torquemada en la hoguera
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La Fontana de Oro
Benito Pérez Galdós
Отзывы о книге «Electra»

Обсуждение, отзывы о книге «Electra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x