Ayn Rand - Los que vivimos
Здесь есть возможность читать онлайн «Ayn Rand - Los que vivimos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Los que vivimos
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Los que vivimos: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los que vivimos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Los que vivimos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los que vivimos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Ella susurró estremeciéndose ligeramente:
– No, Leo, no me beses, aquí. Y tendió hacia el "Primus" sus manos sucias.
Leo no la besó. Una amarga sonrisa de comprensión asomó en la comisura de sus labios; se fue hacia la cama y se tendió. Estaba quieto, con la cabeza hacia atrás, un brazo colgando de de la dama, en forma tal que Kira se sintió turbada. De vez en cuando le llamaba en voz baja: "¡Leo!", sólo para verle abrir los ojos. Luego se arrepentía de haberlo llamado: hubiera preferido no ver aquellos ojos abiertos que la miraban de hito en hito, a ella, que en otro tiempo había cerrado con tanto cuidado la puerta para que Leo no pudiera verla cocinando. Y ahora estaba junto a él, inclinada sobre el "Primus", en una atmósfera de petróleo y de cebolla, con las manos sucias; los cabellos caídos a mechones lacios sobre una nariz sin empolvar, y el cuerpo abandonado debajo de un delantal sucio que no había tenido tiempo para lavar, y los movimientos pesados, perezosos, en una relajación de todos sus miembros cansados más allá de toda su fuerza de voluntad para disimularlo.
Como cena tenían mijo, y patatas y cebollas fritas en aceite de linaza. Kira estaba muerta de hambre, pero no logró probar el mijo. Sintió una repulsión súbita, invencible, tan grande que se hubiera muerto de hambre antes de tragarse una cucharada de aquella especie de barro amargo que, en aquel momento, le parecía que era lo único que había estado comiendo durante toda su vida. Se preguntó incrédula si había algún lugar en el mundo donde se pudiera comer sin sentir asco a cada bocado, un lugar donde los huevos, la mantequilla y el azúcar no fueran un sublime ideal siempre soñado y no logrado jamás.
Lavó los platos en agua fría, en la que flotaba la grasa; luego se puso otra vez las botas de fieltro.
– Tengo que salir, Leo -dijo con resignación-, esta noche tenemos Círculo Marxista. Actividad social, ¿sabes? Leo no contestó, ni la miró salir.
El Círculo Marxista celebraba sus reuniones en la biblioteca de la "Casa del Campesino". La biblioteca era una habitación como las demás, con la única diferencia de que en ella había más pasquines y menos libros, pero éstos, en lugar de amontonarse en altas columnas, prontos para los envíos, estaban dispuestos en estanterías.
La muchacha de la chaqueta de cuero era la presidente del Círculo, y los empleados de la "Casa del Campesino" eran todos miembros. El Círculo estaba dedicado a la "educación política individual" y al estudio de la "filosofía histórica revolucionaria". Las reuniones tenían lugar dos veces por semana; uno de los socios leía el trabajo que había preparado y los demás lo discutían. Le tocaba el turno a Kira, que leyó un trabajo sobre Marxismo y leninismo.
"El leninismo es el marxismo adaptado a la realidad rusa. Carlos Marx, el gran fundador del comunismo, creía que el socialismo debía ser la consecuencia lógica del capitalismo en un país intensamente industrial y cuyo proletariado tuviera una profunda conciencia de clase. Pero nuestro gran jefe, el camarada Lenin, demostró que…"
Había copiado el trabajo, cambiando sólo algunas palabras, de El abecé del comunismo, un libro cuyo estudio era obligatorio en todas las escuelas de la República. Sabía que sus compañeros lo habían leído, y que asimismo habían leído varias veces ia exposi ción de su tesis en todos los artículos de fondo de todos los diarios, durante los últimos seis años. Estaban sentados a su alrededor, algo encorvados, con las piernas muellemente tendidas, tintando en sus ligeros abrigos. Sabía que todos estaban allí por la misma razón. La muchacha de la chaqueta de cuero presidía bostezando.
Cuando Kira terminó, algunas manos aplaudieron débilmente. -¿Alguien desea hacer algún comentario? -preguntó la presidente.
Una joven de cara redonda y ojos tristes dijo, balbuciendo ligeramente y esforzándose en demostrar un gran interés: -Creo que es una hermosa tesis, muy instructiva y de gran valor, que expone con gran claridad una nueva teoría muy interesante.
Un joven de aspecto intelectual y tuberculoso, con lentes sobre sus párpados azulados, dijo en tono doctoral: -Yo quisiera observar, camarada Argounova, que cuando dice que el camarada Lenin situó a los campesinos junto a los obreros industriales en su esquema del comunismo, debería usted especificar que se trata de los campesinos "pobres", no de campesinos cualesquiera, porque todos sabemos que en los pueblos hay campesinos ricos, hostiles al leninismo.
Kira sabía que tenía que discutir y defender su tesis; sabía que el joven tísico tenía que discutir para demostrar su actividad, sabía que la discusión le interesaba tan poco a él como a ella misma; que sus párpados eran azulados por no haber dormido bastante y que se estrechaba nerviosamente las manos sin atreverse a mirar la hora en su reloj de pulsera ni a dejar vagar su pensamiento hacia su casa y las preocupaciones que en ella le estaban aguardando. Dijo cansadamente.
– Cuando hablo de los campesinos que están junto a los obreros en la teoría del camarada Lenin, debe sobreentenderse que se trata de los campesinos pobres, porque los otros no tienen sitio en el comunismo.
– De acuerdo -dijo el joven, soñoliento-, pero repito que sería mejor decir "campesinos pobres". La presidente concluyó:
– Estamos de acuerdo con el último orador. Debe corregirse la tesis y poner "campesinos pobres". ¿Hay alguna otra observación que hacer, camaradas? No hubo que hacer ninguna observación.
– Tenemos que dar las gracias a la camarada Argounova por su interesante trabajo -dijo la presidente-. Nuestra próxima reunión se dedicará a una tesis del camarada Lekov sobre "Marxismo y colectivismo". Se levanta la sesión.
En un momento todos se precipitaron fuera de la sala, en medio de un gran ruido de sillas, y corrieron por la oscura escalera abajo, hacia la calle oscura. Aquella noche, o por lo menos lo que quedaba de ella, les pertenecía.
Kira andaba de prisa, escuchando sus pasos. Los escuchaba mecánicamente, sin pensar en ello. Ahora hubiera podido pensar.
Pero después de tantas horas de un esfuerzo tan tremendo para evitar precisamente el pensar, para acordarse únicamente de que no debía pensar, le parecía que su pensamiento tardase en volver: sólo sabía que se oían sus pasos, rápidos, firmes, precisos, hasta que su fuerza subió como una esperanza a informar su cuerpo, su corazón, sus sienes en las que sentía el martilleo de su sangre. Echó la cabeza hacia atrás, como si descansase, tendida de espaldas, bajo un cielo puro y negro; las estrellas, que parecían estar junto a su frente, y los tejados cubiertos de nítida nieve bajo la helada luz estelar parecían las cumbres de blancas montañas vírgenes. Luego siguió adelante con los habituales movimientos del cuerpo de Kira Argounova y se murmuró a sí misma, como había hecho a menudo durante los dos últimos meses: -Es la guerra. No vas a caerte, ¿verdad, Kira? Mientras no te caigas no hay peligro. Eres un soldado, Kira, y no debes rendirte. Y cuanto más difícil sea, más contenta estarás de haber resistido. Es así. Cuanto más difícil, más contenta estarás. Es la guerra, y tú eres un soldado valiente, Kira Argounova.
Cuando Leo la abrazó y murmuró entre sus cabellos: -¡Oh, sí!, Kira, esta noche, por favor…, -Kira sintió que no podía negarse por más tiempo. Su cuerpo, que súbitamente se sentía rendido de cansancio, no quería más que dormir. La horrorizaba aquel abandono inanimado y de mala gana. Leo estrechaba contra su cuerpo el de ella, y su piel era tibia y suave bajo la fría sábana. Kira cerró los ojos.
– ¿Qué tienes, Kira?
Kira sonrió, recogiendo sus últimas fuerzas, junto al cuello de Leo, entre sus brazos que la estrechaban. Los brazos cayeron y una mano resbaló, mórbida y débil, cerrada en un puño pequeño sobre el cobertor. Kira se esforzaba en mantener los ojos abiertos. Le amaba, le deseaba, quería desearle, se lo estaba diciendo casi a gritos; Leo tocaba su cuerpo, pero ella estaba pensando en cómo sus compañeros habrían juzgado su tesis; pensaba en Tina y en la muchacha de la chaqueta de cuero, en la probable reducción de personal. La sobrecogió una súbita repulsión por aquellos labios ávidos, porque en ella sentía algo, suyo o que la rodeaba de cerca, que era indigno de él. Pero todavía podía mantenerse despierta por un momento; puso su cuerpo en tensión como para una prueba difícil, mientras todos sus pensamientos de amor se reducían a una prisa torturadora…
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Los que vivimos»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los que vivimos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Los que vivimos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.