También es posible la ampliación de la fuerza (Superman). Todos los superhéroes aumentan algo: por ejemplo Flash Gordon es el más rápido. Está el personaje que lo atraviesa todo con la mirada, o aquel que lo escucha todo. Eso se encuentra en los cuentos de hadas. O la persona que tiene una voz tan fuerte que hace caer los edificios. Existe el hombre que puede poseer a trescientas mujeres en una noche, etc.
Imaginad esto: por la calle pasa un caballo, y piensas que hay una invasión, que todo está lleno de caballos, que se están multiplicando, que es una nueva peste. Ahora hay tantos caballos que tenemos que huir porque estamos invadidos. Y en este punto podemos añadir un elemento: la mezcla. Los caballos se convierten en carnívoros, y hay que escapar porque están devorando a los humanos. Esto es la imaginación. Es decir, que la imaginación ha utilizado la mezcla. (Pero estábamos hablando aún de la disminución y la ampliación.)
Una persona se vuelve tan débil, tan débil, que hay que amarrarla con hilos, como a las marionetas: es un presidente y tiene que hacer su discurso así. Otro ejemplo: una persona pierde el poder y sus huesos se vuelven líquidos, como agua. Podemos imaginarlo.
Hay un cuento en el que una niña tiene los cabellos tan largos que su enamorado puede subir por sus trenzas. Eso sería ampliación de la cabellera. Aumentar, disminuir.
(Muchas obras de Ionesco son de una gran simplicidad. En una de ellas hay una mujer que sirve una taza de té, y después otra, y otra, miles de tazas de té. En otra, hay champiñones que crecen, y después toda la casa está llena de ellos. En otra, hay un muerto que crece y crece, y ocupa toda la escena. Y en Las sillas hay una silla, otra silla, toda la escena llena de sillas. Esto quiere decir que el autor no tenía demasiada imaginación, porque utilizaba simplemente el truco de hacer crecer las cosas. En todas sus obras hay algo que se multiplica. ¡Eso se convierte en una norma!)
Otro elemento de la imaginación es la situación en la que algo comienza a faltar. Los alimentos faltan, el agua falta. Dune es un planeta donde no hay agua. Se hace toda una obra sobre un planeta que no tiene agua. Se ha separado un elemento. Y separando un elemento de la naturaleza, se hace un mundo imaginario. Os estoy mostrando los procedimientos de la imaginación, fórmulas que luego podréis aplicar en cualquier momento a vuestro mundo o para poder crear. Aumento, disminución. Se puede hacer.
Una llamada telefónica, diez llamadas telefónicas, en todo el planeta los teléfonos se ponen a sonar, los edificios se caen y hay una hecatombe. Por multiplicación. Por aumento. Después, llega la división: hay una mano que anda sola, te salta al cuello… y te estrangula. Y se escapa como si fuera una araña. Esto es la división. O vas caminando por la calle y ves dos piernas que andan sin el cuerpo. En un estudio de Jung sobre los cuentos de los pieles rojas se habla de un héroe que quiere poseer a la hija del jefe. Entonces envía su falo por el agua y el falo solo posee a la chica, dejándola encinta. De esta manera consigue casarse con ella.
Multiplicación. Algunos dioses hindúes tienen múltiples brazos. Y en cada mano, un ojo. Multiplicación de brazos. Ganesha tiene cuatro brazos. Hay también un dios griego con tres cabezas. En la Odisea, el cíclope tiene un solo ojo, en la frente. Eso es disminución. En el caso del tercer ojo, hay un ojo de más. Eso sería multiplicación.
Y después, con estos cuatro elementos, se produce la mezcla. La Esfinge de Egipto. Tiene una cabeza humana, un cuerpo de león, alas de águila, una cola de vaca. Se ha hecho un monstruo. Hay numerosos ejemplos en los cuadros de El Bosco, que utilizaba mucho las mezclas de elementos. Un centauro es una
mezcla de hombre y animal. Se toma un elemento de uno, un elemento de otro, y se juntan. Así se crean los monstruos. Un ángel es una mezcla de un ser humano y un pájaro con sus alas.
Yo, durante mucho tiempo, he desarrollado estas mezclas. Me imaginaba, por ejemplo, integrar una cabeza de elefante en un cuerpo que es una nube, y cuatro escaleras como patas. Esta posibilidad de mezclar los elementos es una posibilidad artística interesante, que el imaginario utiliza. Son técnicas que tenemos a nuestra disposición. Fijaos en que todo el tiempo estamos viendo aplicaciones de estas técnicas, en el arte, en la publicidad. Si domináis esta técnica, podríais trabajar en cualquier agencia de publicidad.
Y hay otra forma de imaginación, que es el imaginario del tiempo. El viaje en el tiempo. En ese viaje, puedo ir hacia el pasado. Pero el problema es que, si se modifica el pasado, se modifica el presente de donde he partido. Esto se llama paradoja temporal, y ha sido extensamente desarrollado en la ciencia ficción. Es uno de sus grandes temas. Si yo voy al pasado y mato a mi madre, entonces yo no hubiera podido nacer porque ella no me habría parido. El viaje en el tiempo es motivo central en muchas películas. Películas populares, como la serie de
Regreso al futuro. Por tanto, el imaginario trata de jugar con el tiempo. Pero esto tiene una base edípica muy fuerte porque, si voy al pasado, puedo seducir a mi madre y hacer de ella mi novia, y en ese caso podría engendrarme a mí mismo con mi madre. O puedo seducir a mi padre en el pasado. Ésta es la base del viaje en el tiempo. Interferir en el pasado significa interferir con nuestros padres.
Después está la escatología, que es el imaginario del fin del mundo. De qué forma el mundo se termina. Por el fuego, por el agua, por la peste, por el paso a otra dimensión. Hay una gran parte del imaginario que trata del fin del mundo. Esto no os lo recomiendo, aunque yo lo hago intensamente: imagino diversos modos de morir. Me he imaginado morir ahogado, suicidado, precipitado desde un edificio, cortado en dos. Me he proyectado mucho en el suicidio, en la muerte, para liberarme un poco de mí mismo. Os repito que no os lo recomiendo. Si os angustiáis, no lo hagáis. Es duro. Sobre todo imaginar la muerte de los seres amados. Es fuerte, porque siempre existe la amenaza de que un ser amado desaparezca, y también tememos la posibilidad de dejar de existir nosotros.
Yo, para eliminar eso, he imaginado mucho. Me he convertido en la nada, que es lo que pasa cuando se entra en la oscuridad. Me he puesto a imaginar el negro, negro profundo, que disuelve mi yo en la vacuidad. Y después, la emergencia hacia la existencia y la luz.
Aplicaciones terapéuticas
Vamos a trabajar con la sensación. Piensa en cómo te sientes, qué sensación tienes de ti, pues vivimos sensaciones que a veces son un poco angustiosas. Por eso, os mostraré cómo trabajar esa sensación de angustia. ¿Alguien tiene una sensación así?
«Siento como si tuviera un muro en el pecho.» Escucha bien, esto es imaginario. ¿Cómo es ese muro: de piedra, de metal, de cemento? Concéntrate, trata de decirme cómo es. ¿De ladrillos rojos? De acuerdo. ¿De qué tamaño es, te rodea como un tubo, dónde lo pones? Imagina ahora esos ladrillos rojos. Imagina que son ladrillos que están a tu disposición. Es un material que es tuyo, puedes hacer lo que quieras con ese material. En primer lugar, te defiende: un muro puede defender. ¿De qué te defiende? Busca la sensación. No hay que pensar, hay que ver qué sensación se tiene. Este muro es completamente útil. Ahora medita sobre los ladrillos rojos. Son bonitos. Piensa que son bonitos. Inyecta belleza a los ladrillos. Cada vez más belleza en ese muro, ¿vale? Es tuyo, te pertenece. Puedes hacer lo que quieras con él. Construye con él cualquier cosa. Haces un espacio. Construyes un lugar. Pero imagínalo. Imagina cómo es ese lugar, con esos ladrillos. Ves un lugar acogedor, puedes entrar dentro. Luego has creado una puerta. He ahí la solución: no hay que eliminar el muro, hay que abrir una puerta. Y ahora, imagina el muro en ti, con una pequeña puerta por la que puedes salir y entrar. Es una parte de ti que preserva tu individualidad. Este muro preserva tu individualidad porque todavía es débil, por el momento, ¿de acuerdo? Ahora fortifica tu individualidad. Los ladrillos rojos van a darte la fuerza. Si te haces fuerte perderás el miedo. Nadie podrá invadirte, ¿comprendes? Hay que tomar el imaginario e incorporarlo. Trabajar la sensación. Porque las sensaciones que se nos presentan son como símbolos, podemos trabajar directamente con ellas.
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