Miquel de Palol - Ígur Neblí

Здесь есть возможность читать онлайн «Miquel de Palol - Ígur Neblí» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ígur Neblí: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ígur Neblí»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En las postrimerнas de este siglo iba siendo necesario un libro, con lucidez y exactitud de relojero, construyera un mundo ficticio desde el que desvelar las trampas y los secretos del nuestro. Lo ha escrito Miquel Palol con Igur Nebli, hйroe caballeresco, a la vez atбvico y posmoderno, con el que el lector sentirб la claustrofobia de un mundo que pronto reconocerб como suyo, descubrirб las oscuras estrategias del Estado bajo las intrigas de La Muta, y reconocerб el hermйtico y vertiginoso Laberinto de Gorhgrу participando en una siniestra alegorнa del Poder y de sus inextricables instrumentos de manipulaciуn de la informaciуn, de presiуn del individuo, de despersonalizaciуn y de angustia.
Para quienes siempre pensaron que la literatura es un juego con la literatura, para quienes no se conforman con la lectura de la historia y quieren tomar parte de ella y para quienes gustan de los libros que jamбs se acaban con su ъltima pбgina, Igur Nebli resultara una lectura extremadamente gratificante.
La calidad indiscutible que llevу al exito a El Jardin de los Siete Crepъsculos alcanza con Igur Nebli una envidiable madurez.
`Un texto donde Palol lleva hasta sus ъltimas consecuencias el objetivo de convertir la literatura en el medio mбs oportuno para disfrazarse de dios y jugar a la construcciуn de un mundo`. Javier Aparicio, El Pais.
`La particular `locura` narrativa de Palol es saludable para todo el conjunto de la narrativa catalana`. Marc Soler, El Temps.

Ígur Neblí — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ígur Neblí», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Vega ofreció a Ígur el sitio del comitente, que él aceptó con orgullo. El oficiante se situó a la cabeza del ataúd, en el centro de la plataforma de abajo, Ígur a su derecha. Desde allí pudo comprobar que Milana no se encontraba entre los asistentes, y eso lo tranquilizó; después se olvidó del público.

El oficiante cubrió el féretro con una red y encima colocó unas tijeras abiertas, un puñado de arena y la semimáscara que había utilizado Lamborga; entonces le llevaron una balanza, y en un plato el oficiante puso un vaso de jade verde, y en el otro plato una pluma, y en medio la efigie vigilante de Amit, medio cocodrilo medio león, hasta que la balanza se inclinó hacia el plato de la pluma; después, con una antorcha de metro y medio de larga, encendió la pira de ramas negras y resina olorosa especial y con las poleas abrió los ventanales para que la corriente de aire del pasillo de entrada avivase el fuego; mientras, Ígur se cortó el pelo y lo echó a la hoguera, y se juró a sí mismo la muerte de Milana, proyectando la crueldad de su diálogo interior hacia un interlocutor que, por encima del escepticismo, la melancolía quería identificar con Lamborga. Tres largos minutos habían golpeado las llamas el reflejo encendido de su agitación feroz en las caras severas cuando, bastante avanzada la combustión y habiendo ordenado cerrar el oficiante la puerta anterior al pasillo para que la ceniza no se aventase, la plenitud reposada del fuego dejó la serenidad definitiva de luz constante primero, después constantemente menguante hasta las brasas, y entonces el oficiante las apagó con vino rojo, y todo se tornó gris y negro con agónicas explosiones de ceniza; finalmente, recogió los restos en un cofre de oro, al que después de estamparle el sello de Lamborga cubrió con un velo púrpura, y dos asistentes, con la ayuda de los mecanismos, situaron en el lugar correspondiente. La ceremonia no contemplaba discursos ni invocaciones, muy en la línea astrea de la Capilla, pensó Ígur, y acabada la incineración todos salieron en silencio.

En la puerta, aunque hizo lo imposible para evitarlo, Ígur se topó con Per Allenair, y lo saludó deprisa esperando que no hubiera más dilación, pero el otro lo detuvo.

– Caballero Neblí, me han explicado la penosa escena que protagonizasteis en la enfermería -Ígur vio detrás de él a Berkin y al Padrino de Milana, por lo que era inútil intentar eludir responsabilidades-. No sé las iniciativas que se reserva el Fidai Decano, pero quiero que sepáis que en la primera conferencia de la Capilla tengo intención de solicitar formalmente vuestra expulsión irrevocable.

Y se fue sin darle ocasión de réplica. Ígur saludó a Mongrius y evitó al Agon de los Meditadores y al Decano Vega, y cuando ya se iba, lo sorprendió Cuimógino, a quien no ubicaba de día y en sitio abierto.

– Caballero, hace dos días que os busco y no consigo contactar con vos. Suponía que estaríais aquí, y por suerte os he encontrado, porque es imprescindible que hable con vos antes de que intentéis entrar en el Laberinto.

– ¿Os parece bien que vayamos a mi casa? -dijo Ígur, y tomaron un transporte.

En la salita, Ígur ofreció una copa al visitante.

– En primer lugar -dijo Cuimógino-, permitid que me excuse por la manera tan poco ortodoxa y hasta ordinaria en que me he presentado delante vuestro -Ígur insinuó una inclinación-; como os he dicho, tengo una deuda de agradecimiento con vos, y aunque nunca os la podré pagar en su totalidad, qué poco imaginaba que tan pronto tendría ocasión de hacerlo en una parte pequeña pero, creo yo, bastante sustanciosa.

– Vos diréis.

– El caso es que estoy encargado de realizar una investigación de la que, lamentablemente, no me está permitido comentaros en extensión ni concretar los detalles principales, pero sí os puedo participar lo que os afecta personalmente, que no es poco ni fútil. Se trata, en primer lugar, de vuestras amigas.

– ¿De mis amigas? -Ígur frunció las cejas, y el otro le indicó con un gesto que tuviera paciencia.

– Feiania Morani es una astrea negra militante, y todo el que tiene con ella una relación personal continuada es objeto de investigación.

– Lo sé perfectamente, señor -dijo Ígur, pensando que si todo era como eso, estaba perdiendo el tiempo; Cuimógino sonrió.

– No lo dudo, pero no sé si conocéis las dimensiones del problema. Si vuestra Reina de los Dos Corazones llegara a ser detenida, lo que parece más que probable, y no a largo plazo, tendréis problemas graves.

– Os agradezco la advertencia. ¿Qué más?

– El caso de Sadomin Golring es más complicado, y creo que vale la pena que os lo explique desde el principio. Sadó es hija del Secretario personal del Duque Virbelgurd, y la orden que a través de la Equemitía de Recursos Primordiales os fue encomendada de matar al geómetra Debrel y a su mujer procede del padre de Sadó, con la intención, que él mismo se ocupa de propagar, de proteger a su hija de la influencia de Debrel, de quien, como ya sabéis, se dice que está complicado con La Muta.

– Sólo por proteger a su hija de una influencia política no creo que se intrigue para mandar asesinar a alguien.

Cuimógino esbozó una sonrisa amarga.

– Yo pensé lo mismo, y las respuestas que obtuve no son agradables.

– Adelante, lo resistiré -dijo Ígur, cobijado en la ironía.

– Como sabéis, Sadó y la mujer de Debrel son hermanas por parte de madre; el padre de Guipria, por cierto, uno de los maestros y más tarde mentor y colaborador de Debrel, se enredó con La Muta y hace más de veinte años que está en la cárcel. Un buen día, Guipria descubrió que el padre de Sadó, cuando ésta tenía unos diez años, mantenía relaciones sexuales con ella, y se la llevó a vivir a su casa con su marido -Cuimógino torció el gesto-. El Secretario del Duque no pudo hacer nada para recuperarla, hasta que por una indiscreción, de no he podido averiguar quién, hace poco tiempo descubrió que Debrel y Guipria habían tenido discusiones graves a causa de Sadó, y eso lo decidió a actuar.

Ígur tardó unos segundos en entender lo que se le estaba diciendo.

– ¡Sadó con Debrel! No puede ser.

Cuimógino lo miró con tristeza.

– Esa chica contiene todos los venenos, no hay duda -dejó que se hiciera un silencio-. Ahora el peligro se cierne sobre vos, porque nadie que disfrute de una fuerte influencia sobre Sadó tendrá la vida segura bajo la bota del Secretario del Duque.

– ¿Y por qué no la protege directamente? ¿O aún mejor, por qué no la reclama legalmente?

– Porque Sadó es hija ilegítima, y la fortuna del Secretario proviene del cargo obtenido gracias al matrimonio con la sobrina del Duque.

– ¿Debo entender que Madame Conti también está en peligro?

– Que Sadó esté allí me imagino que su padre debe de considerarlo un mal menor, y, en el fondo, una forma de distracción. Sin embargo estará en peligro extremo quien adquiera influencia sobre ella.

Ígur no se atrevía a preguntar por Debrel y Guipria. ¿Cuimógino sabía que él había desobedecido la orden? Si se lo hacía saber, ¿qué consecuencias le reportaría? ¿Cuáles podría tener para Debrel y Guipria? De repente se dio cuenta de que no sabía nada. ¿Quién le podría decir qué había pasado con el geómetra y su mujer? Se imaginó a Sadó copulando con su padre, todavía una niña pero ya con el mismo aspecto de ahora, y con el más hiriente de los resquemores se la imaginó con Debrel, radiante y solícita, insultada por la hermanastra, que ¡cómo lamentaría no haberla dejado con su padre y que hiciera de ella lo que quisiese!

– ¿Qué pruebas tenéis de todo esto? -dijo Ígur, procurando que no le temblara la voz.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ígur Neblí»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ígur Neblí» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Ígur Neblí»

Обсуждение, отзывы о книге «Ígur Neblí» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x