Mitch Albom - Martes Con Mi Viejo Profesor

Здесь есть возможность читать онлайн «Mitch Albom - Martes Con Mi Viejo Profesor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Martes Con Mi Viejo Profesor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Martes Con Mi Viejo Profesor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Martes con mi viejo profesor refleja todos los valores humanos a la perfección, encerrando en él una lección de vida para todos, ya que nos narra el testimonio de las repetidas visitas durante cada martes, entre Mitch Albom y su viejo profesor, Morrie Schwartz, al cual le han diagnosticado una terrible enfermedad terminal, la ELA. A través de estos encuentros llenos de conexión y complicidad ambos, alumno y maestro, intercambian ideas y reflexionan sobre la muerte, la familia, el perdón o el amor entre otros temas de la vida cotidiana, encerrando así una enseñanza subliminar fruto de un extraordinario testamento espiritual que nos ayudará a encontrarnos a nosotros mismos a la vez que nos instará a reflexionar sobre nuestra vida de la mano de un hombre que depende por completo de los demás, pero que luchará hasta el final con el mayor optimismo. Esta fabulosa obra está llena de sencillez, pero a la vez, cargada de emoción y vitalidad, es uno de esos relatos que hacen que te plantees la vida, de los que dejan huella, y de los que dificilmente se olvidan.

Martes Con Mi Viejo Profesor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Martes Con Mi Viejo Profesor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Se le humedecieron los ojos y yo intenté cambiar de tema, pero él se limpió la cara y me hizo callar con un gesto.

– Ahora lloro constantemente -me dijo-. No importa.

Asombroso , pensé yo. Yo trabajaba en el sector de la información. Cuando alguien se moría, yo cubría la información. Entrevistaba a los familiares afligidos. Incluso asistía a los funerales. Y no lloraba nunca. Morrie estaba llorando por el sufrimiento de personas que estaban a medio mundo de distancia. ¿Es esto lo que llega al final? me pregunté. Es posible que la muerte sea la gran niveladora, la única cosa grande que es capaz de conseguir, por fin, que las personas que no se conocen derramen una lágrima las unas por las otras.

Morrie se sonó la nariz ruidosamente con el pañuelo de papel.

– ¿No te molesta que un hombre llore, verdad?

– Claro que no -respondí yo, con demasiada precipitación.

Él sonrió.

– Ay, Mitch, voy a lograr que te desinhibas. Un día te voy a enseñar que no importa llorar.

– Sí, sí -dije yo.

– Sí, sí -dijo él.

Nos reímos los dos, porque él decía eso mismo casi veinte años atrás. Principalmente, los martes. En realidad, los martes habían sido siempre los días que pasábamos juntos. La mayor parte de mis clases con Morrie tenían lugar los martes, él tenía sus horas de tutoría los martes, y cuando preparé mi tesina, que se basó en buena parte en las sugerencias de Morrie desde el primer momento, nos reuníamos los martes ante su escritorio, o en la cafetería, o en la escalinata del edificio Pearlman, para repasar el trabajo.

Así pues, parecía propio que volviésemos a reunirnos un martes, allí, en la casa que tenía delante el falso plátano. Cuando me disponía a marcharme, se lo comenté a Morrie.

– Somos personas de los martes -dijo él.

– Personas de los martes -repetí yo.

Morrie sonrió.

– Mitch, me preguntaste por qué me preocupaba de personas a las que ni siquiera conozco. Pero ¿quieres que te diga lo que más estoy aprendiendo con esta enfermedad?

– ¿Qué es?

– Que lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar.

Su voz se redujo a un susurro.

– Dejarlo entrar. Creemos que no nos merecemos el amor, creemos que si lo dejamos entrar nos volveremos demasiado blandos. Pero un hombre sabio que se llamaba Levine lo expresó certeramente. Dijo: «El amor es el único acto racional».

Lo repitió con cuidado, haciendo una pausa para producir mayor efecto.

– «El amor es el único acto racional.»

Yo asentí con la cabeza como un buen alumno y él suspiró débilmente. Me acerqué a él para darle un abrazo. Y después, aunque en realidad no es un gesto típico de mí, le di un beso en la mejilla. Sentí sus manos debilitadas sobre mis brazos, la pelusa de su barba que me rozaba la cara.

– ¿Así que volverás el martes que viene? -susurró.

картинка 20

Entra en el aula, se sienta, no dice nada. Nos mira, nosotros lo miramos a él. Al principio se oyen algunas risitas, pero Morrie no hace más que encogerse de hombros, y por fin impera un silencio profundo y empezamos a percibir los sonidos más leves, el zumbido del radiador en el rincón del aula, la respiración nasal de un estudiante gordo.

Algunos estamos inquietos. ¿Cuándo va a decir algo? Nos revolvemos, miramos los relojes. Algunos estudiantes miran por la ventana intentando situarse por encima de todo aquello. Esta situación dura sus buenos quince minutos, hasta que Morrie interviene por fin con un susurro.

– ¿Qué está pasando aquí? -pregunta.

Y poco a poco se inicia una discusión-lo que pretendía Morrie desde el principio- sobre el efecto del silencio sobre las relaciones humanas. ¿Por qué nos incomoda tanto el silencio? ¿Por qué encontramos alivio en tanto ruido?

A mi no me molesta el silencio. A pesar de todo el ruido que hago con mis amigos, sigo sin sentirme cómodo al hablar de mis sentimientos ante los demás, sobre todo ante mis compañeros de clase. Podría pasarme horas enteras sentado en silencio si así lo exigiera el programa de la asignatura.

A la salida, Morrie me detiene.

– Hoy no has dicho gran cosa -comenta.

– No sé. Simplemente, no tenía nada que añadir.

– Creo que tienes mucho que añadir. En realidad, Mitch, me recuerdas a un conocido mío al que también le gustaba guardarse las cosas para sí cuando era más joven.

– ¿Quién era?

– Yo.

картинка 21

El segundo martes

Hablamos del sentido de lástima por uno mismo

Volví el martes siguiente. Y durante muchos martes sucesivos. Esperaba aquellas visitas más de lo que cabría suponer, teniendo en cuenta que hacía un viaje de mil kilómetros en avión para sentarme al lado de un moribundo. Pero cuando visitaba a Morrie me parecía haber dado un salto en el tiempo, y yo me apreciaba más a mí mismo cuando estaba allí. Ya no alquilaba un teléfono móvil para los viajes en coche desde el aeropuerto. Que esperen, me decía a mí mismo, imitando a Morrie.

La situación del periódico no había mejorado en Detroit. En realidad se había vuelto cada vez más delirante, con enfrentamientos violentos entre los piquetes y los trabajadores que sustituían a los huelguistas, con detenciones y heridos que quedaban tendidos en la calle ante las camionetas de reparto.

En vista de ello, mis visitas a Morrie me parecían un baño purificador de amabilidad humana. Hablábamos de la vida y hablábamos del amor. Hablábamos de uno de los temas favoritos de Morrie, la compasión, y de por qué nuestra sociedad tenía tanta carencia de ella. Antes de visitarlo por tercera vez me pasé por un supermercado llamado Pan y Circo (yo había visto bolsas de este supermercado en casa de Morrie y me imaginé que le gustaría la comida que vendían allí) y me cargué de recipientes de plástico de la sección de comida preparada para llevar, con cosas tales como fideos con verduras, sopa de zanahoria y baklava.

Cuando entré en el despacho de Morrie le mostré las bolsas como si acabase de atracar un banco.

– ¡El hombre de la comida! -grité

Morrie puso los ojos en blanco y sonrió.

Mientras tanto, yo buscaba indicios del avance de la enfermedad. Los dedos le funcionaban lo suficiente como para que pudiera escribir con lápiz o coger las gafas, pero sólo era capaz de levantar las brazos hasta poco más arriba del pecho. Pasaba cada vez menos tiempo en la cocina y en el cuarto de estar y más en su despacho, donde le habían preparado un sillón reclinable grande con almohadas, mantas y bloques de goma-espuma cortados a la medida para que apoyara los pies y para sujetarle las piernas consumidas. Tenía una campanilla al alcance de la mano, y cuando necesitaba que le acomodasen la cabeza o cuando tenía que «ir al excusado», como lo llamaba él, agitaba la campanilla y acudían Connie, Tony, Bertha o Amy, su pequeño ejército de asistentes domésticos. No siempre le resultaba fácil levantar la campanilla, y cuando no era capaz de hacerla sonar se sentía frustrado.

Pregunté a Morrie si sentía lástima de sí mismo.

– A veces, por la mañana -me dijo-. Es entonces cuando me lamento. Me palpo el cuerpo. Muevo los dedos y las manos, en la medida en que todavía puedo moverlos, y deploro lo que he perdido. Deploro el modo lento e insidioso en que me estoy muriendo. Pero, a continuación, dejo de lamentarme.

– ¿Así de fácil?

– Me permito un buen llanto si lo necesito. Pero después me concentro en todas las cosas buenas que me quedan en la vida. En las personas que vienen a verme. En las anécdotas que voy a oír. En ti, si es martes. Porque somos personas de los martes.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Martes Con Mi Viejo Profesor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Martes Con Mi Viejo Profesor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Martes Con Mi Viejo Profesor»

Обсуждение, отзывы о книге «Martes Con Mi Viejo Profesor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x