Marc Levy - La Mirada De Una Mujer

Здесь есть возможность читать онлайн «Marc Levy - La Mirada De Una Mujer» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Mirada De Una Mujer: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Mirada De Una Mujer»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Philip y Susan son amigos desde la infancia, y aunque su relación es muy estrecha ella se ha mantenido siempre un poco distante. La muerte de los padres de Susan en un accidente de coche es al causa principal que la lleva a tomar una drástica decisión: partir hacia Honduras para prestar ayuda humanitaria. Antes de emprender viaje, se reúne con Philip para despedirse y acuerdan encontrarse en ese mismo sitio a su regreso, dos años después.
El tiempo pasa lenta e inexorablemente. Ambos avanzan en direcciones distintas, pero su relación se mantiene viva gracias a las cartas que con frecuencia se escriben. Hasta que llega el día del reencuentro. En la misma mesa junto a la ventana que compartieron dos años atrás, Susan le comunica a Philip que ha venido para verlo… pero que regresa a Honduras. Volverá el año siguiente, pero tampoco será para quedarse. Y así, año tras año…
Hasta que una noche, una llamada a la puerta de Philip cambiará para siempre el curso de los acontecimientos.

La Mirada De Una Mujer — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Mirada De Una Mujer», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Sabes, lo más increíble es que allí, como dices tú, parece que una está en el fin del mundo y en realidad se está aquí al lado. Pero hablame de ti, de Nueva York.

Estaba contento de vivir en Manhattan. Acababa de conseguir su primer trabajo para una agencia de publicidad, que le había encargado un story-board. Sus dibujos habían gustado y ya estaba embarcado en otro proyecto. No le reportaba mucho dinero, pero era algo concreto. Cuando ella le preguntó si estaba contento con su vida, él respondió encogiéndose de hombros. Él quiso saber si ella estaba satisfecha de su experiencia, si había encontrado lo que buscaba. Ella eludió la pregunta y siguió haciéndole preguntas a su vez. Quería que le diese noticias de sus padres. Pensaban vender la casa de Montclair e instalarse en la costa oeste. Philip casi no los había visto, salvo en el día de Acción de Gracias. Volver a dormir en su habitación le había producido una sensación desagradable. Sentía que se estaba alejando de ellos y, por primera vez, los veía envejecer. Era como si la distancia hubiese roto el hilo del tiempo y la vida hubiese quedado fragmentada en una sucesión de imágenes, en la que los rostros se van transformando lentamente sobre el papel amarillento. Él rompió el silencio.

– Uno no se da cuenta de cómo cambian las personas cuando las ve a diario. Y es así como uno acaba por perderlas.

– Es lo que siempre te he dicho, amiguito. Es peligroso vivir en pareja -dijo ella-. ¿Te parece que he engordado?

– No, al contrario, ¿por qué?

– Por lo que acabas de decir. ¿Encuentras que he cambiado?

– Tienes cara de cansada, Susan. Eso es todo.

– ¡Así que he cambiado!

– ¿Desde cuándo te preocupas por tu aspecto?

– Cada vez que te veo.

Ella seguía con la mirada las láminas de almendra que se adherían al chocolate y se iban depositando en el fondo de la copa helada.

– ¡Tengo ganas de comer algo caliente!

– ¿Qué te pasa, Susan?

– ¡Esta mañana debí de olvidarme de tomar las pastillas para reír!

Ella había logrado irritarle. Susan ya lamentaba su cambio de humor, pero había creído que su complicidad le permitía comportarse como le viniese en gana.

– ¡Al menos podrías hacer un pequeño esfuerzo!

– ¿De qué me hablas?

– De hacerme creer que te alegras de verme.

Ella pasó un dedo por la mejilla de él.

– Pero, tonto, ¡claro que estoy contenta! ¡No tiene nada que ver contigo!

– ¿Con qué entonces?

– Me resulta difícil volver a mi país. Todo me parece realmente lejos de la vida que llevo. Aquí hay de todo, no falta nada. En cambio, allí no hay nada.

– Mal de muchos, consuelo de tontos. Si no eres capaz de relativizar las cosas, intenta al menos ser un poco más egoísta. Eso te convertirá en una mejor persona.

– ¡Dios mío, te estás convirtiendo en un filósofo!

Philip se levantó bruscamente y recorrió el pasillo entre las mesas hasta la puerta. Salió de la sala y regresó de inmediato, a paso rápido. Se inclinó y besó a Susan en el cuello.

– ¡Buenos días, me alegro mucho de verte!

– ¿Se puede saber a qué estás jugando?

– Precisamente, no estoy jugando. Te espero desde hace dos años. Me han salido callos en los dedos de tanto escribirte, puesto que era el único medio de compartir algo, aunque fuese lo mínimo, de tu vida, y descubro que nuestro encuentro comienza de una manera muy diferente a como me lo había imaginado. Así pues, prefiero comenzar todo desde el principio.

Ella clavó su mirada en él durante unos instantes y estalló en una carcajada.

– Sigues tan loco como de costumbre. ¡También yo te he echado de menos!

– Bien, ¿me lo cuentas todo ahora?

– No, tú primero. Háblame de tu vida aquí, en Nueva York. Quiero saberlo todo.

– ¿Qué quieres de caliente?

– ¿De qué me hablas?

– Has dicho que querías algo caliente, ¿que quieres comer?

– Eso era antes. El helado ha sido una idea muy buena.

Ambos experimentaban una extraña sensación, sin atreverse a confesárselo. El tiempo levantaba hitos de intensidad diferente en cada una de sus vidas, a ritmos que no tenían nada en común. Sin embargo el sentimiento que los unía permanecía intacto. Sólo les faltaban las palabras. Quizá se debiera también a que la profundidad y la sinceridad del vínculo que existía entre ellos ya acusaba excesivas ausencias, una distancia que no sólo se expresaba en kilómetros.

– Entonces come deprisa y vámonos, tengo una sorpresa para ti.

Ella bajó los ojos y permaneció un momento en silencio, unos segundos, antes de levantar la cabeza para mirarlo.

– No tendré tiempo… Quiero decir que no me quedo, he aceptado renovar el contrato. Sabes, allí me necesitan. Lo siento, Philip.

Él sintió que la tierra se abría bajo sus pies, y experimentó el extraño vértigo que se instala e impide que uno esté atento en el momento en que es más necesario estarlo.

– No pongas esa cara, te lo ruego.

Ella colocó su mano sobre la de Philip y él apartó al instante la mirada para que no pudiese ver la tristeza y el desconcierto que acababan de adueñarse de sus ojos. Un sentimiento de soledad oprimía su corazón. Acarició con el pulgar la mano de Susan; su piel había perdido parte de su tersura. Le habían salido pequeñas arrugas, y él no quiso mirarlas.

– Sé que es difícil -dijo ella-. Resulta imposible conservar las manos como las de una chica joven. Ya me has visto las uñas, y para qué quiero hablar de mis piernas. ¿Qué querías enseñarme?

Él quería mostrarle su estudio en Manhattan, pero eso no era lo importante. Lo dejarían para la próxima ocasión. La observó atentamente y su mirada cambió. Ella consultó su reloj.

– ¿Y cuánto tiempo te quedas?

– Dos horas.

– ¡Ah!

– No te puedes imaginar todo lo que he tenido que hacer para escaparme y poder verte. -Sacó un paquete envuelto en papel de embalar y lo colocó sobre la mesa-. Es absolutamente necesario que entregues este paquete en esta dirección. Son nuestras oficinas en Nueva York. Es parte de la excusa que me he inventado para verte.

Él no miró el paquete.

– Pensaba que trabajabas en una organización humanitaria. No sabía que estuvieses en un batallón de castigo.

– ¡Pues ahora lo sabes!

– ¡Cuéntame!

En dos años había trazado su camino. Es a ella a quien habían llamado a Washington para que justificase los créditos solicitados. También era ella quien debía regresar lo más rápidamente posible con cajas de medicinas, diversos materiales y alimentos no perecederos.

– ¿Y no puedes esperar aquí mientras ellos hacen los paquetes?

– He venido a prepararlos personalmente. Ése es también el objetivo de mi viaje. Debo llevar las cosas que realmente necesitamos, y no las toneladas de tonterías que amenazan con enviarnos.

– ¿Y qué es precisamente lo que necesitáis?

Susan hizo como si sacase una lista del bolsillo y la leyese:

– Tú tomas el pasillo de la izquierda. Yo iré hacia las estanterías refrigeradas del fondo del almacén y nos encontraremos en las cajas. ¿Te acordarás de todo? Nos hace falta material escolar, trescientos cuadernos, novecientos lápices, seis pizarras, cien cajas de tiza, manuales de español y todo lo que encuentres en esa sección, platos y cubiertos de plástico, alrededor de seiscientos platos, dos mil cuchillos, el mismo número de tenedores y el doble de cucharas, novecientas mantas, mil pañales, mil toallas, un centenar de trapos para el dispensario…

– Yo es a ti a quien necesito, Susan.

– … seis mil compresas, trescientos metros de hilo para sutura, equipos de esterilización, útiles dentales, agujas, cánulas estériles, separadores, quirófanos, pinzas quirúrgi- cas, penicilina, aspirinas, antibióticos de amplio espectro, anestésicos… Perdóname, no soy muy divertida.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Mirada De Una Mujer»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Mirada De Una Mujer» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Mirada De Una Mujer»

Обсуждение, отзывы о книге «La Mirada De Una Mujer» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x