– Sólo estuve charlando con la señora Alexander -dije yo-. No estuve investigando.
Y él dijo:
– Te pido que hagas una cosa por mí, Christopher. Una sola cosa.
Y yo dije:
– Yo no quería hablar con la señora Alexander. Fue la señora Alexander quien…
Pero Padre me interrumpió y me agarró muy fuerte del brazo.
Padre nunca me había agarrado de esa manera. Madre me había pegado algunas veces porque era una persona muy irascible, lo que significa que se enfadaba más rápido que otras personas y gritaba más a menudo. Pero Padre es una persona más equilibrada, lo que significa que no se enfada tan rápido y no grita tan a menudo. Así que me sorprendió mucho que me agarrara.
No me gusta que la gente me agarre. Y tampoco me gusta que me sorprendan. Así que le pegué, como pegué al policía cuando me agarró de los brazos y me hizo ponerme de pie. Pero Padre no me soltó, y gritaba. Y yo volví a pegarle. Y entonces ya no supe qué hacía.
Durante un rato no tuve ningún recuerdo. Sé que fue poco porque después consulté mi reloj. Fue como si alguien me hubiese apagado para luego volver a encenderme. Y cuando volvieron a encenderme estaba sentado en la alfombra con la espalda contra la pared y tenía sangre en la mano derecha y me dolía un lado de la cabeza. Padre estaba de pie en la alfombra a un metro delante de mí, mirándome, y todavía sostenía mi libro en la mano derecha, pero estaba doblado por la mitad y con todos los bordes arrugados, y tenía un arañazo en el cuello y un gran desgarrón en la manga de su camisa a cuadros verdes y azules y su respiración era realmente profunda.
Al cabo de más o menos un minuto, se dio la vuelta y entró en la cocina. Entonces abrió la puerta que da al jardín y salió. Oí que levantaba la tapa del cubo de basura y tiraba algo y volvía a ponerle la tapa al cubo. Entonces volvió a entrar en la cocina, pero ya no llevaba el libro. Cerró otra vez la puerta de atrás con llave y metió la llave en la jarrita de cerámica con forma de monja gorda y se quedó de píe en el centro de la cocina y cerró los ojos.
Entonces abrió los ojos y dijo:
– Joder, necesito beber algo.
Y cogió una lata de cerveza.
Éstas son algunas de las razones por las que no me gustan el amarillo y el marrón.
AMARILLO
Natillas
Plátanos(los plátanos, además, se vuelven marrones)
Doble línea continua amarilla
Fiebre amarilla(que es una enfermedad de América tropical y África occidental que provoca fiebre alta, nefritis aguda, ictericia y hemorragias, y la provoca un virus transmitido por la picadura de un mosquito llamado Aëdes aegypti, al que solía llamarse Stegomyia fasciata; y nefritis es la inflamación de los riñones)
Flores amarillas(porque a mí me da fiebre del heno el polen de las flores, que es uno de los tres tipos de fiebre del heno, y los otros los provocan el polen de la hierba y el polen de los hongos, y me pongo muy enfermo)
Maíz dulce(porque vuelve a salir en tu caca, y no lo digieres, o sea que en realidad no tendrías que comértelo, como la hierba o las hojas)
MARRÓN
Barro
Salsa de carne
Caca
Madera(porque antes se construían máquinas y vehículos de madera, pero ya no porque la madera se rompe y se pudre, y a veces tiene gusanos, y ahora se hacen máquinas y vehículos de metal y de plástico, que son mucho mejores y más modernos)
Melissa Brown(que es una niña del colegio, que en realidad no es marrón como Anil o Mohammed, es sólo su apellido, que quiere decir marrón. Pero una vez me rompió en pedazos mi gran dibujo del astronauta y yo lo tiré, incluso después de que la señora Peters me lo pegara otra vez con cinta adhesiva, porque se veía roto)
La señora Forbes dijo que eso de odiar el amarillo y el marrón son tonterías. Y Siobhan le dijo que no debería decir cosas como ésa y que todo el mundo tiene colores favoritos. Y Siobhan tenía razón. Pero la señora Forbes también tenía un poquito de razón. Sí que es algo un poco tonto. En la vida tienes que tomar montones de decisiones, y si no tomaras decisiones, nunca harías nada, porque te pasarías todo el tiempo eligiendo entre las cosas que hacer. O sea, que es bueno tener una razón por la que odias unas cosas y te gustan otras. Es como ir a un restaurante, como cuando Padre me lleva al Berni Inn y miras el menú y tienes que elegir lo que vas a tomar. Pero no sabes si algo te va a gustar porque todavía no lo has probado, así que tienes comidas favoritas y eliges ésas, y tienes comidas que no te gustan y ésas no las eliges, y así es simple.
Al día siguiente, Padre dijo que sentía haberme pegado y que no había sido su intención hacerlo. Me hizo limpiarme el corte en la mejilla con Dettol para asegurarse de que no se infectara, y luego me hizo ponerme una tirita encima para que no sangrara.
Entonces, como era sábado, dijo que iba a llevarme de excursión para demostrarme que de verdad lo sentía, y que íbamos al Zoo de Twycross. Así que me preparó unos bocadillos con pan blanco y tomates y lechuga y jamón y mermelada de fresa para mí, porque no me gusta la comida de los sitios que no conozco. Y dijo que estaría bien, porque no habría demasiada gente en el zoo porque estaba nublado y a punto de llover, y yo me alegré de eso porque no me gustan las multitudes y me gusta que llueva.
Así que fui a buscar mi impermeable, que es de color naranja.
Entonces fuimos en coche hasta el Zoo de Twycross.
Yo nunca había estado en el Zoo de Twycross, o sea que no tenía una imagen de él en mi mente, así que al llegar compramos una guía en el centro de información y recorrimos el zoológico entero y yo decidí cuáles eran mis animales favoritos.
Mis animales favoritos eran
RANDYMAN,que es el nombre del Mono Araña Cara Roja (Ateles paniscus paniscus) más viejo que se ha criado nunca en cautividad. Randyman tiene 44 años, que es la misma edad que tiene Padre. Antes era la mascota de un barco y llevaba una banda metálica alrededor del vientre, como en un cuento de piratas.
LOS LEONES MARINOS DE LA PATAGONIAque se llaman Miracle y Star.
MALIKU,que es un Orangután.Me gustó especialmente porque estaba tumbado en una hamaca hecha con unos pantalones de pijama a rayas verdes y en el letrero de plástico azul junto a la jaula decía que se había hecho la hamaca él mismo.
Entonces fuimos a la cafetería y Padre tomó platija con patatas y pastel de manzana y helado y un tazón de té Earl Grey y yo me comí mis bocadillos y leí la guía del zoo. Y Padre dijo:
– Te quiero mucho, Christopher. No lo olvides nunca. Sé que alguna que otra vez pierdo los estribos. Sé que me enfado. Y que te grito. Y sé que no debería hacerlo. Pero sólo lo hago porque me preocupo por ti, porque no quiero verte metiéndote en líos, porque no quiero que te hagan daño. ¿Entiendes lo que te digo?
Yo no sabía si lo entendía. Así que dije:
– No lo sé.
Y Padre dijo:
– Christopher, ¿entiendes que te quiero?
Y yo dije que sí, porque querer a alguien es ayudarlo cuando se mete en líos, y cuidar de él, y decirle la verdad, y Padre me ayuda cuando me meto en líos, como cuando vino a la comisaría, y cuida de mí cuando me prepara la comida, y siempre me dice la verdad, lo que significa que me quiere.
Y entonces levantó la mano derecha y abrió los dedos en abanico y yo levanté mi mano izquierda y abrí los dedos en abanico e hicimos que nuestros dedos se tocaran.
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