Lin Yutang - La Importancia De Vivir

Здесь есть возможность читать онлайн «Lin Yutang - La Importancia De Vivir» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Importancia De Vivir: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Importancia De Vivir»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En las páginas que siguen presento el punto de vista chino, porque no puedo remediarlo. Sólo me interesa presentar un criterio de la vida y de las cosas como lo han visto los mejores espíritus chinos, y como lo han expresado en su sabiduría popular y en su literatura. La importancia de vivir condensa una filosofía risueña y tolerante que, en su trasplante de la China milenaria al campo cultural occidental, procura maravillosos estímulos en el arte de vivir.- La importancia de vivir, en tanto compendio de la filosofía que propone Lin Yutang, desentraña el sentido de la vida y nos permite comprender cuánto podemos obtener del medio en el que nos desenvolvemos, cualesquiera que fuesen nuestras circunstancias. Si sabemos armonizar nuestros instintos e impulsos, nos dice el autor, podemos hacer que el cielo y tierra se entiendan dentro de nosotros y obtener de la vida frutos insospechados. Se trata de una filosofía risueña y tolerante que, en su transplante de la China milenaria al campo cultural occidental, adquiere nueva lozanía y procura maravillosos estímulos en el arte de vivir

La Importancia De Vivir — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Importancia De Vivir», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La comida, pues, es una de las pocas alegrías sólidas de la vida humana. Es un hecho feliz que este instinto del hambre está menos rodeado de tabús y códigos sociales que el otro instinto, el sexual, y que, en términos generales, no se plantea ninguna cuestión moral en relación con la comida. Hay mucha menos mojigatería acerca de la comida que acerca del sexo. Feliz estado de cosas es el de que los filósofos, poetas, comerciantes y artistas puedan unirse en una comida, y cumplir sin un sonrojo la función de alimentarse en público, aunque se sabe de ciertas tribus salvajes que han logrado un sentido de la modestia acerca de la comida, y sólo comen cuando cada individuo está solo. El problema del sexo entrará en consideración más adelante, pero aquí tenemos, por lo menos, un instinto que, por ser menos contenido, produce formas más escasas de perversión, demencia y comportamiento criminal. Esta diferencia entre el instinto del hambre y el instinto de la reproducción, en sus inferencias sociales, es muy natural. Pero sigue en píe el hecho de que tenemos aquí un instinto que no complica nuestra vida psicológica, sino que es una dádiva pura a la humanidad. La razón es que se trata de un instinto acerca del cual la humanidad es bastante franca. Como aquí no hay problema de modestia, no hay psicosis, neurosis o perversión vinculada con él. Del plato a la boca se pierde la sopa, pero una vez que está la comida en la boca hay, comparativamente, pocos desvíos. Se admite abiertamente que todo el mundo debe comer, caso que no se da con el instinto sexual. Y una vez complacido, aquel instinto no conduce a ningún mal. A lo sumo, algunas personas comen hasta producirse dispepsia, o úlceras en el estómago, o inflamaciones del hígado, y unas pocas cavan sus tumbas con los propios dientes -hay casos de dignatarios chinos entre mis contemporáneos que así lo hacen-, pero aun así no se avergüenzan de ello antes de sus bodas, pero ¿en qué otra parte del mundo se hace tal cosa? El tema de la comida goza la luz del sol del conocimiento, pero el sexual está todavía rodeado de cuentos de hadas, mitos y supersticiones. Hay luz de sol en torno al tema de la comida, pero muy poca en torno al tema del sexo.

Por otra parte, es una gran desventura que no tengamos molleja, ni buche, ni cuajo, como las aves. En ese caso, la sociedad humana quedaría alterada hasta ser irreconocible; a la verdad, tendríamos una raza de hombres enteramente distinta. Una raza humana dotada de gaznates o molleja, ya lo veríamos, tendría el carácter más pacífico, contento y dulce, como la oveja o el pollo. Podría crecernos un pico, lo cual alteraría nuestro sentido de la belleza, o tal vez nos bastaría con abandonar los incisivos y los caninos. Podrían.ser suficientes las semillas y las frutas, o acaso podríamos pastar en las verdes colinas, porque la Naturaleza es tan abundante… Como no tendríamos que luchar por nuestro sustento, ni clavar nuestros dientes en la carne del enemigo vencido, no seríamos las terribles criaturas belicosas que hoy somos.

Hay una relación más estrecha entre comida y temperamento -en términos de la Naturaleza- de lo que pensamos. Todos los animales herbívoros son pacíficos de carácter: la oveja, el caballo, la vaca, el elefante, la golondrina, etc.; todos los animales carnívoros son peleadores: el lobo, el león, el tigre, el halcón, etc. Si hubiéramos sido una raza herbívora, nuestro carácter habría sido más elefantino, por cierto. La Naturaleza no produce un temperamento pugnaz cuando no se necesita combatir. Los gallos pelean aún unos con otros, pero no pelean por la comida, sino por las hembras. Seguiría habiendo algo de lucha de esta suerte entre los machos en la sociedad humana, pero sería sumamente diferente de la lucha por comidas envasadas de exportación que vemos en la Europa del presente.

Nada sé de monos que coman monos, pero sí sé de hombres que comen hombres, porque todas las pruebas de la antropología señalan ciertamente a una práctica muy universal del canibalismo. Eso se debe a nuestra ascendencia carnívora. ¿Es de extrañar, pues, que todavía nos comamos uno al otro, en más de un sentido: individual, social e internacionalmente? Hay esto que decir en favor de los caníbales: que son sensatos en esta cuestión de matar. Admiten que matar es un mal indeseable pero inevitable, y proceden a sacar algo de ello, comiendo los deliciosos lomos, costillas e hígados de sus enemigos muertos. La diferencia entre los caníbales y los hombres civilizados parece ser que los caníbales matan a sus enemigos y los comen, en tanto que los hombres civilizados matan a sus enemigos y los entierran, ponen una cruz sobre sus cadáveres y ofrecen plegarias por sus almas. Así sumamos la estupidez al envenenamiento y al mal humor.

Comprendo que estamos en el camino a la perfección, lo cual significa que somos excusablemente imperfectos por ahora. Eso, creo, es lo que somos. Mientras no desarrollemos un temperamento de buche no podremos llamarnos verdaderamente civilizados. Veo a la vez animales herbívoros y carnívoros en la actual generación de hombres: los que tienen temperamento amable y los que no lo tienen. Los hombres herbívoros hacen su camino por la vida interesándose por sus cosas, en tanto que los hombres carnívoros se ganan la vida metiéndose en las cosas de los demás. Si abjuré de la política hace diez años, después de conocer su sabor durante cuatro meses, fue porque hice muy pronto el descubrimiento de que no era, por carácter, un animal carnívoro, aunque me gusta un buen bife a la plancha. La mitad del mundo pasa el tiempo haciendo cosas, y la mitad pasa el tiempo haciendo que los demás hagan cosas para ellos, o haciendo imposible que los demás hagan algo. La característica del carnívoro es cierto deleite agudo en el pugilismo, en los malos manejos políticos, en tirar de las cuerdas de los títeres, en las traiciones, en la hazaña de ser más astuto que el enemigo, todo ello con un interés genuino y una verdadera capacidad, para la cual, lo confieso, no tengo el menor aprecio. Pero todo es cuestión de instinto; los hombres que nacen con este instinto pugilístico parecen gozarlo y usarlo con placer, en tanto que la verdadera capacidad creadora, la capacidad para realizar sus tareas o conocer sus asuntos, parece sufrir por lo común una falta de desarrollo. ¡Cuántos profesores, buenos y tranquilos profesores herbívoros carecen totalmente de rapacidad y de capacidad para ir adelante en la competencia con los demás, y, sin embargo, cuánto los admiro! Por cierto que yo podría aventurar la opinión de que todos los artistas creadores del mundo son mucho mejores cuando se fijan en sus cosas que cuando se fijan en las de los demás, y son, por consiguiente, de la especie herbívora. La verdadera solución de la humanidad consiste en la multiplicación del homo sapiens herbívoro en mayor proporción que la variedad carnívora. Por el momento, sin embargo, los carnívoros deben ser todavía nuestros jefes. Así debe ser en un mundo que cree en los músculos fuertes.

V. DE TENER MÚSCULOS FUERTES

Otra consecuencia importante del hecho de que seamos animales y tengamos cuerpos mortales es que somos susceptibles al asesinato, y al hombre común no le gusta el asesinato. Es cierto que tenemos un deseo divino de conocimiento y sabiduría, pero con el conocimiento vienen también diferencias de puntos de vista y, por lo tanto, disputas. En un mundo de inmortales, las discusiones durarían siempre, porque no puedo imaginar un modo de resolver una discusión si ninguno de los inmortales que discuten quiere admitir que está equivocado. En un mundo de mortales, la situación es diferente. La parte que discute se hace generalmente tan molesta a juicio de su oponente -y cuando más molesta parezca tanto más embarazosamente acertados son sus argumentos- que el último le da muerte, y con ello termínala discusión. Si "A" mata a "B", "A" tiene razón; y si "B" mata a "A", "B" tiene razón. Este, casi no necesitamos recordarlo, es el viejo, viejísimo método de resolver discusiones entre brutos. En el reino animal, el león siempre tiene razón.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Importancia De Vivir»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Importancia De Vivir» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Importancia De Vivir»

Обсуждение, отзывы о книге «La Importancia De Vivir» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x