Penny Vincenzi - Reencuentro

Здесь есть возможность читать онлайн «Penny Vincenzi - Reencuentro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Reencuentro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Reencuentro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una noche de 1987, alguien abandona a una niña recién nacida en el aeropuerto de Heathrow. Un año antes, tres chicas, Martha, Clio y Jocasta, se habían conocido por casualidad en un viaje y habían prometido volver a encontrarse, aunque pasará mucho tiempo antes de que cumplan la promesa. Para entonces, Kate, la niña abandonada, ya será una adolescente. Vive con una familia adoptiva que la quiere, aunque ahora Kate desea conocer a su madre biológica. Es decir, una de aquellas tres jóvenes, ahora mujeres acomodadas. Pero ¿qué la llevó a una situación tan desesperada?
La trama que desgrana este libro se sitúa allí donde confluyen entre estas cuatro vidas. Y es que Kate verá cumplido su deseo aunque, como enseñan algunas fábulas, a veces sea mejor no desear ciertas cosas…

Reencuentro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Reencuentro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No sé cómo lo aguantas -dijo Martha-. Todos esos insultos. Yo no podría.

– Querida mía, podrás y lo aguantarás -dijo Chad. Tenía un subidón de adrenalina-. Es divertido en cuanto te acostumbras. Aunque me temo que esto está perdido. No hay esperanza. La presión para apoyar a Tony será increíble.

– No acabo de entenderlo -dijo Martha-. ¿Cómo funciona?

– Se negocia. Los jefes de partido se ponen en marcha la noche antes de una gran votación, y se negocia. Conocen a todo el mundo personalmente, saben lo que quiere cada uno. Nos das tu voto, dicen, y procuraremos que tu proyecto de ley reciba un empujoncito. Nos das tu voto y tendrás fondos para tu carretera; nos das tu voto, y el título de tu madre se pondrá en marcha. Es vergonzoso.

– Es terrible -dijo Martha.

– Es la política. Ah, hola, Jack. ¿Vienes de la Cámara?

– No -dijo Kirkland. Parecía deprimido-. Estaba en la sede. Los resultados horribles de ese grupo de investigación han llegado. Hemos perdido un diez por ciento de votos potenciales. Sólo en los dos últimos meses. No tengo que deciros por qué. -Echó una mirada fulminante a Chad-. Por suerte, fue un encargo privado mío. Estamos en un buen cuarto puesto, incluso a pesar de Iain Duncan Smith. Esperaba poderlo publicar, si salía bien. Tal como ha salido, me lo guardaré para mí. Esto es un desastre imparable. Ya parecemos viejos y corruptos. Qué pena. Estas cosas son muy duras para los trabajadores del partido. Baja la moral, hace que su trabajo sea el doble de difícil.

– ¿Puedo ver la encuesta? A lo mejor no es tan mala -dijo Janet.

– Janet, es horrible. Pero te la dejaré, si quieres. Que no la vea nadie, por favor. Tú también puedes echarle un vistazo, Chad. Para ver lo que has hecho. Es deprimente.

– Creo que todo se arreglará -dijo Janet a Martha más tarder. Estaban comiendo en el Shepherds de Marsham Street-. Hemos tenido mala suerte, qué se le va a hacer. La gente tiene poca memoria. Otra idiotez de Iain Duncan Smith, otra metedura de pata de Mandy y estaremos de nuevo arriba, volando alto, prometiendo la luna a los votantes. Un buen congreso, que por cierto no podemos permitirnos, y estamos de vuelta.

– Estuve leyendo sobre el SDP -dijo Martha-. Celebraron su primer congreso en un tren. Llevaron el partido a los votantes. Me pareció una gran idea.

Janet la miró pensativa.

– Sí, pero no podemos copiarles. Dirían que no tenemos ideas originales.

– Sí, claro -dijo Martha humildemente.

– Perdona. No quería machacarte. Me preocupo por ti. Te ha caído mucho encima. Tu empleo, que es muy exigente y tus deberes con tu jurisdicción cada fin de semana. Esas asesorías que haces deben de ser muy pesadas. Y no tienes en quién confiar, con quién hablar. ¿O si lo tienes?

– No en el sentido al que tú te refieres -dijo Martha, prudente.

– Sé lo que es la presión. Y es muy complicado, sobre todo para las mujeres. Esto nos afecta mucho. Es un club masculino. De modo que, si tienes problemas, puedes acudir a mí. Yo ya estoy de vuelta. Ya verás cómo necesitas un confidente, alguien que sepa lo que es la presión.

– Vaya, gracias -dijo Martha, un poco incómoda.

– No me des las gracias. Es agradable tener un aliado, una aliada. En potencia, al menos. Tenemos que apoyarnos.

Al día siguiente a primera hora, Janet fue al despacho de Jack para ver la encuesta. Era muy deprimente. Entendía lo que pensaba Jack.

– Creo que la hemos fastidiado. Maldito Chad.

– No es todo culpa suya -dijo ella.

– ¿En serio? ¿De quién es la culpa entonces?

– De Eliot -dijo Janet, y después se rió-. Lo siento, Jack. No tiene gracia.

– Ni pizca. No, tienes razón, es de los dos. Dios mío. ¿Qué vamos a hacer?

– Seguir adelante -dijo-. Mira, he estado pensando. Deberíamos celebrar un congreso.

– Ya lo sé. Pero no tenemos dinero.

– Para uno normal, no. Pero ¿recuerdas lo que hizo el SDP?

– Sí, claro. Lo del tren.

– Fue una gran idea, un golpe de relaciones públicas. Creo que deberíamos hacer algo parecido.

– Fue genial -dijo él-, pero Janet, ya se burlan bastante de nosotros por copiarles.

– Soy consciente de ello. Pero podríamos volverlo a nuestro favor. Salir con las manos en alto, diciendo sí, sabemos que no ha sido idea nuestra, pero somos lo bastante mayores para reconocerlo. Sería barato, sería una gran publicidad, y es justo lo que podemos permitirnos. Por favor, piénsalo, al menos.

– Lo pensaré -dijo él, lentamente.

– O podemos adaptarlo. Llamémoslo un show en la carretera, mantenemos la idea del tren, pero bajamos de él en todas las ciudades importantes, conectamos con los personajes locales, la prensa, los trabajadores de la circunscripción y todo eso. Aunque eso no es muy diferente de los autobuses en las elecciones. Y tú sabes, Jack, que nosotros recordamos esas cosas, pero los votantes no. Estoy segura de que ni una de cada cien sabe lo que hizo el SDP.

– Me lo pensaré. Gracias. Y esta encuesta… nunca se ha hecho.

– Nunca.

Él le sonrió un poco cansado.

– Al menos puedo confiar en ti, Janet.

– Por supuesto que puedes confiar en mí -dijo Janet.

Nicholas Marshall caminaba a menudo de Hampstead hasta St. John's Wood antes de subir al metro. O bajaba del metro en Baker Street y caminaba el resto del trayecto hasta la Cámara. Era la mejor manera de ver Londres, y se veían cosas que no verías en un taxi, y mucho menos en el metro. Como aquel viernes, cuando en el camino a Carlos Place desde Grosvenor Square, sobre las tres, vio a Janet Frean saliendo del Connaught y subiendo a un taxi, y poco después, a Michael Fitzroy, diputado conservador de Birmingham oeste, subiendo a otro. Caramba. ¿Quién lo habría dicho? Janet Frean no era trigo limpio. Todo ese rollo de la importancia de la familia y su imagen de supermujer, y se lo montaba con alguien en un hotel caro a la hora del almuerzo. No era tan honesta como quería parecer. Si un día se aburría, le tomaría el pelo con eso. Últimamente se aburría mucho. Se aburría y se sentía solo.

Nick estaba en lo cierto al decir que Janet no era trigo limpio, pero se equivocaba con respecto a sus motivos. En cuanto a Michael Fitzroy, cuando volvió a la Cámara llamó al director de política del Daily News y le dijo que tenía una historia interesante. ¿Cuándo podían quedar? Se trataba del Partido Progresista de Centro y de una encuesta.

Ed sencillamente no desaparecía. La llamaba y le mandaba mensajes sin cesar. Estaba esperándola en Wesley el día que Martha llegó. Fue paciente, razonable, nada agresivo, nada difícil. Le dijo que no quería agobiarla, ni acosarla, que sólo quería saber que estaba bien.

La llamaba cada dos días al móvil y muchas veces más a su casa. Se mostraba sorprendentemente alegre, tranquilo, y le preguntaba cómo estaba. Y ella le decía que estaba perfectamente, que no pasaba nada, que tenía que olvidarse de ella, y él decía que eso era imposible, hasta que supiera la razón. Era todo muy cordial, en realidad, sólo que le dolía más de lo que podía haber imaginado.

Le echaba de menos, con desesperación.

Pero sobrevivía. Todo parecía ir bien. Y una vida monótona y sin sexo parecía un precio bajo a cambio.

– ¿Qué te parece?

Kate entró en el salón, donde Nat estaba esperándola. Llevaba un vestido muy corto de lentejuelas plateadas, casi sin espalda, con una banda de chiffon plateado en la cintura baja. Las medias eran blancas, y los zapatos también eran plateados, de tacón alto, con una tira en el tobillo. Se había recogido el pelo en una trenza suelta, caída sobre el hombro derecho. Llevaba una cinta plateada en la cabeza, unos pendientes brillantes y largos y un brazalete en forma de serpiente a la altura del antebrazo. Se había maquillado mucho los enormes ojos oscuros, llevaba pestañas postizas largas, y la boca pintada de un carmín muy intenso en contraste con la piel blanca. Llevaba una gran estola de piel blanca colgando de un brazo. Hubo un momento de silencio y después él dijo:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Reencuentro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Reencuentro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Reencuentro»

Обсуждение, отзывы о книге «Reencuentro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x