Douglas Kennedy - Tentación

Здесь есть возможность читать онлайн «Douglas Kennedy - Tentación» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tentación: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tentación»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Como cualquier guionista de Hollywood, David Armitage aspira convertirse en rico y famoso para huir de la mediocridad de su vida. Cuando está a punto de dar por muerta su carrera, se produce el milagro: la televisión compra uno de sus guiones y se convierte en un rotundo éxito. Pasado un tiempo, el millonario Philip Fleck le propone ir a su isla privada para trabajar en un nuevo guión cinematográfico. David se lleva una desagradable sorpresa cuando descubre que se trata de uno de sus propios guiones, escrito unos años antes, copiado palabra por palabra. Furioso, David se niega a colaborar con el millonario. Pero su decisión le costará cara…
***
«¡Esto es una novela!: flechazos, dilemas, pesares, y la certeza de que el éxito se conjuga siempre con el condicional o el imperfecto.» Le Figaro.

Tentación — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tentación», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Siempre te comportas así después de acostarte con una mujer por primera vez?

– Lo siento. Sé que debo parecer un adolescente enfermo de amor.

– Es encantador.

– Es lo que siento.

– David, ahora tenemos cosas más importantes que discutir.

– Tienes razón, tienes razón. Porque también estoy un poco aterrado por lo que podría hacer tu marido con la cinta.

– Eso depende de cómo reaccione él a la cinta.

– Pero, desde el momento que ha montado esta maldita maquinación, sin duda…

– No ha sido él -dijo ella, con calma.

– ¿Qué quieres decir? -pregunté, confundido de repente.

– Quiero decir que él no ha tenido nada que ver con la cinta.

– Pero eso no puede ser. Si no lo ha hecho él, ¿quién lo ha hecho?

– Yo.

La miré con atención, intentando discernir en sus ojos algún rastro de ironía. Pero me sostuvo la mirada.

– ¡No lo dices en serio! -exclamé.

– Lo digo totalmente en serio.

Llegó el café. Yo no toqué el mío.

– No entiendo nada.

– En realidad es muy sencillo. Cuando Philip se negó a reconocer que él había sido la causa de todos tus problemas, decidí que tenía que ponerme drástica. Y monté mi pequeño plan: si no podía grabarle a él, nos grabaría a nosotros. El personal del hotel estuvo muy dispuesto a colaborar: sobre todo después de untar algunas manos. Conocía a un experto en audiovisuales de Los Ángeles que me montó los aparatos.

– ¿Estaba allí mientras nosotros…?

– ¿Crees que habría querido que alguien nos viera en la cama? ¿Recuerdas cuando fui al servicio, justo antes de salir del restaurante? De hecho fui a nuestra habitación y puse en marcha el vídeo, que estaba oculto en uno de los armarios. A partir de entonces… empezó el espectáculo. A la mañana siguiente, mientras dormías, saqué la cinta del aparato y me marché. Dos días después, me presenté en Chicago y obligué a Philip a sentarse en su habitación de hotel y mirar el primer par de minutos de nuestra película.

– ¿Cómo reaccionó?

– De la forma típica en Philip: no dijo nada. Se quedo mirando fijamente la pantalla. Pero yo sabía cuál sería su reacción. Aunque nunca lo ha manifestado de forma abierta, es tremendamente celoso. También sabía que su mayor miedo en la vida es verse expuesto, que le descubran, que le señalen con el dedo. Por eso es precisamente por lo que decidí hacer esto: porque sabía que una película de nosotros dos en la cama desencadenaría el pánico en su cerebro tortuoso. Pero para asegurarme de que recibía el mensaje, le dije que mi abogado de Nueva York tenía una copia de la cinta. Y que, si no hacía lo necesario para rehabilitarte en los próximos siete días, mi abogado tenía instrucciones de mandar copias de la cinta a The Post, The News, The Enquirer, Inside Edition, Hard Copy y todos los periodicuchos sensacionalistas imaginables.

– ¿De verdad le dijiste eso? -pregunté, todavía intentando digerir aquello.

– No sólo se lo dije. Tenía intención de hacerlo y lo he hecho. La cinta está en Nueva York, y el tiempo pasa. A partir de hoy, tiene seis días para hacer algo.

– Pero si se da cuenta de que es un farol, si deja que lo publiques…

– Entonces tú y yo saldremos en las primeras páginas. Pero me da igual. Si no reacciona, concederé una entrevista muy sincera a Oprah o a Barbara Walters o a Diane Sawyer, en la que contaré las «alegrías» de vivir con un hombre que tiene tanto dinero, pero la sensibilidad de un vaso de papel. En fin, ahora lo único que importa es que te compense por lo que te ha hecho. En cuanto a mí, estoy decidida: le dejo.

– ¿Sí? -dije, en tono esperanzado.

– Es lo que le dije. Según mi abogado, si entrego la cinta a la prensa, eso no tendra ningún efecto en mi acuerdo prematrimonial. Es un contrato sin culpables. Si yo me voy o si él decide divorciarse, el resultado es el mismo: me llevo ciento veinte millones.

– ¡Dios santo!

– Para el señor Fleck, es calderilla. Si fuéramos residentes en California, le podría demandar por la mitad de su patrimonio. Aunque no tengo ninguna intención de hacerlo. Ciento veinte millones son más que suficientes para mí y el niño.

– ¿Qué has dicho?

– Estoy embarazada.

– Ah -dije, cada vez más estupefacto-. Es… es una noticia estupenda.

– Gracias.

– ¿Desde cuándo lo sabes?

– Hace tres meses.

De repente entendí por qué había evitado tomar alcohol aquella noche, apenas una copa de vino.

– ¿Qué dice Philip?

– Bueno -dijo ella, rápidamente-, se enteró ayer. Fue una de las pequeñas bombas que hice explotar frente a él.

– Yo creía que vosotros dos no habíais…

– Sí. Ese aspecto del matrimonio murió durante una temporada. Pero tuvimos un breve interludio hace unos meses. Poco después de conocerte en la isla, cuando Philip decidió volver a dormir conmigo. Es más, decidió volver a vivir conmigo, y parecía que se hubiera vuelto a enamorar de mí… y yo de él. Pero eso sólo duró unos tres meses antes de que volviera a recluirse, y se negara como siempre a explicarme el motivo: se limitó a desaparecer en su concha hermética. Así que, cuando me enteré de que estaba embarazada, no se lo dije. Hasta ayer, claro. ¿Sabes cuál fue su reacción? Silencio. Silencio absoluto.

Volví a cogerle la mano.

– Martha…

Antes de que pudiera seguir, me interrumpió.

– No digas lo que estás pensando.

– Pero tú no me… no me…

– ¿Qué? ¿Te quiero?

– Sí.

– Te conozco de exactamente tres días.

– Pero eso se puede saber en cinco minutos.

– Es verdad. Pero ahora mismo no puedo.

– No puedo creer que lo hayas arriesgado todo por mí.

– Déjate de prosas románticas, por favor. Él te trató como a una basura. Principalmente, supongo, porque le hicieron un informe completo de nuestra noche en la isla. Da lo mismo que no hiciéramos nada: lo que importaba era que tú tienes talento y yo me enamoré de ti. Así que cuando me enteré de cómo había destrozado tu carrera, me sentí responsable. Como no quiso atender a argumentos morales, decidí jugar sucio. Es de eso de lo que se trata. Dejar las cosas claras. Poner las cosas en su sitio. Corregir lo que está mal. O cualquier tópico que se te ocurra.

– No puede pagarme, simplemente. También necesito alguna clase de rehabilitación profesional. Una declaración suya que me exonere de las calumnias. Y también…

– ¿Sí?

Se me había ocurrido una idea, una idea absurda y perversa, pero que valía la pena intentar, sobre todo teniendo en cuenta que no tenía nada que perder.

– Quiero que insistas en una entrevista conjunta en televisión, a Philip y a mí. Algo de ámbito nacional. Seguro que los ayudantes de tu marido pueden organizado.

– ¿Y qué va a pasar durante la entrevista?

– Eso es asunto mío.

– Lo intentaré. Si es que puedo, claro.

– Has estado estupenda. Más que estupenda.

– David, para.

– Y cuando esto haya terminado, nosotros…

– ¿Nosotros? -preguntó ella.

Le cogí la mano otra vez.

– Sí. Nosotros. Tú y yo. Nosotros.

Ella apartó su mano de la mía, con suavidad.

– Ya veremos qué pasa los próximos seis días, ¿eh?

Se levantó.

– Tengo que irme.

Yo también me levanté y le di un beso. Esa vez me permitió que se lo diera en los labios. Habría querido dar rienda suelta a un torrente de idioteces románticas, pero me controlé.

– Te llamaré en cuanto sepa algo -dijo.

Se volvió y fue hacia el coche.

Al volver a Meredith, no paré de repasar la conversación mentalmente, concentrándome (como todos los imbéciles enamorados) en las pocas señales positivas que Martha me había mandado. Iba a dejar a Fleck. Aunque no había admitido que me quisiera, tampoco lo había negado. Y había confesado que se había enamorado un poco de mí. Y mantenía las opciones abiertas («Ya veremos qué pasa en los próximos seis días, ¿eh?»). En otras palabras, la puerta no estaba cerrada. Y ella también sabía lo que yo sentía antes de saber el dinero que cobraría en caso de divorcio. Sin duda, aquello tenía que contar para algo, ¿no?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tentación»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tentación» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Tentación»

Обсуждение, отзывы о книге «Tentación» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x