Julia Navarro - Dime quién soy

Здесь есть возможность читать онлайн «Julia Navarro - Dime quién soy» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Dime quién soy: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dime quién soy»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La esperada nueva novela de Julia Navarro es el magnífico retrato de quienes vivieron intensa y apasionadamente un siglo turbulento. Ideología y compromiso en estado puro, amores y desamores desgarrados, aventura e historia de un siglo hecho pedazos.
Una periodista recibe una propuesta para investigar la azarosa vida de su bisabuela, una mujer de la que sólo se sabe que huyó de España abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la Guerra Civil. Para rescatarla del olvido deberá reconstruir su historia desde los cimientos, siguiendo los pasos de su biografía y encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzzle de su existencia.

Dime quién soy — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dime quién soy», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Natalia es un poco entrometida -respondió Pierre.

– No, no lo es, tiene razón, siempre estaba con nosotros, de manera que no entiende lo que pasa. Bueno, si no te importa, creo que ha llegado el momento de que hablemos.

Pierre cerró el libro de contabilidad en el que estaba trabajando y se dispuso a escuchar a Amelia. Por nada del mundo quería contrariarla. Durante aquellos días se decía a sí mismo que sin ella estaría perdido.

– Voy a regresar a España. Mi país está en guerra, una terrible guerra civil, y yo no quiero seguir viviendo de espaldas a lo que allí sucede. No he sabido nada de mi familia desde que llegamos y no soporto la idea de que les haya sucedido algo. Sé que nunca perdonarán mi comportamiento caprichoso y egoísta, pero aunque decidieran no hablarme nunca más, yo me conformaré con estar cerca. Dudo que mi marido me permita ver a mi hijo, pero yo acudiré a verle aunque sea desde lejos: necesito verle crecer, correr, reír, llorar… y quizá algún día pueda acercarme a él y pedirle perdón…

– No puedes marcharte -musitó Pierre con el rostro crispado.

– Si lo que te preocupa es lo que sé, puedes estar tranquilo, jamás le diré a nadie que eres un espía soviético. Guardaré el secreto. No pretendo perjudicarte, sólo quiero regresar a casa.

– No puedo permitir que te marches…

– ¿Y qué harás? ¿Vas a ir a denunciarme a la embajada soviética? Yo no soy una agente.

– Lo siento, Amelia, pero lo has sido sin saberlo, eres lo que llamamos un agente «ciego», alguien que trabaja para nosotros sin tener conocimiento de ello. Te traje aquí como coartada para instalarme sin que nadie sospechara de mí. Era más fácil que se abrieran las puertas a una pareja que dejaba atrás a sus familias porque se habían enamorado. Moscú aprobó mi plan y, de hecho, ha sido un éxito. Gracias a tu amiga Carla Alessandrini, y a los contactos que nos brindó, hemos podido conocer gente muy útil para nuestra causa. Y… bueno, mi misión era montar una red de agentes, eso lleva su tiempo, pero gracias a ti, lo he conseguido en pocos meses. Ya oíste a Igor Krisov, en Moscú valoraban mis informes, gracias a lo que me cuentan mis agentes.

– ¡Eres un miserable! -estalló Amelia.

– Lo soy, lo siento. Lo único que te puedo decir es que te quiero, y más allá de servirme de ti, lo importante es lo que significas para mí. Te quiero, Amelia, mucho más de lo que yo mismo sospechaba. No te puedes ir, estamos unidos por una causa, eres parte del plan de Moscú en Buenos Aires. No te dejarán marchar así como así.

– Ni siquiera Moscú logrará evitar que me vaya, salvo que decidan asesinarme -respondió Amelia poniéndose en pie.

8

Amelia estaba firmemente decidida a abandonar a Pierre, pese a que no tenía dinero propio y dependía en todo de él. Esa circunstancia le sirvió para darse cuenta de la importancia de disponer de sus propios medios a fin de poder organizarse su propia vida. Ella había pasado de la tutela familiar a la de su marido, y de la de éste a la de Pierre. Nunca había carecido de nada pero tampoco había tenido nada específicamente suyo, y entendió que para seguir el consejo de Krisov de hacerse con las riendas de su propia vida no tenía más remedio que trabajar. Pierre no le daría dinero para comprar un pasaje de regreso a Europa, y ella no se sentía capaz de pedir dinero prestado, de manera que decidió trabajar.

Al día siguiente de la discusión Amelia se presentó en la galería de Gloria Hertz.

– Necesito trabajar. ¿Puedes ayudarme?

– ¿Qué sucede? ¿La librería no va bien?

– Todo lo contrario, marcha estupendamente, mejor de lo que Pierre había previsto, pero no se trata de la librería, sino de mí, quiero ser independiente y disponer de mi propio dinero.

No le costó mucho a Gloria darse cuenta de que aquella petición era fruto de una crisis entre Amelia y Pierre.

– ¿Te has peleado con Pierre? -quiso saber Gloria.

– Quiero separarme de él y regresar a España, y para eso necesito trabajar- respondió con sencillez.

– Perdona que me entrometa, pero ¿no será una pelea pasajera? Después de todo lo que habéis pasado por estar juntos…

– Quiero regresar a mi país. No puedo quitarme de la cabeza la guerra, cómo estará mi hijo, qué será de mi familia.

– ¿Has dejado de querer a Pierre?

– Puede ser… En realidad, si miro hacia atrás me sorprende haber tomado la decisión de fugarme con él, incluso de haberle querido. Pero no puedo lamentarme por lo que hice en el pasado porque no tengo poder para cambiarlo, pero sí para ser dueña de mi futuro.

A Gloria le impresionó escuchar a Amelia hablar de aquella manera; de pronto le pareció una mujer madura y no la chiquilla dulce y amable cuya compañía todos buscaban.

– ¿Qué dice Pierre? -insistió Gloria.

– No quiere que me vaya, pero es una decisión que no depende de su voluntad sino de la mía. La decisión está tomada, pero necesito dinero para regresar.

– Él… Bueno… ¿Él no te quiere ayudar?

– Pierre no facilitará mi regreso, de manera que dependo de mí misma. Necesito un trabajo. ¿Puedes ayudarme a encontrar uno?

– No es fácil… pero quizá nosotros podamos prestarte el dinero.

– No, eso no. No quiero contraer ninguna deuda. Prefiero trabajar.

– Pero ¿qué podrías hacer?

– Lo que sea, me da igual, sólo quiero ganar el dinero suficiente para comprar un pasaje.

– Hablaré con Martin, puede que se le ocurra algo… Pero… ¿estás segura? Todas las parejas nos peleamos, incluso yo a veces he tenido ganas de separarme, pero al final lo que cuenta es el amor, si hay amor en una pareja, todo lo demás no tiene importancia.

– Tú lo has dicho, tiene que haber amor, y yo ya no lo siento para seguir con Pierre. Quiero regresar a España -insistió Amelia.

El resto de la mañana lo pasó caminando por la ciudad en busca de algún aviso que pudiera ser una oferta de trabajo. Cuando ya regresaba a su casa, vio un cartel en la puerta de una pastelería:

SE NECESITA DEPENDIENTE, rezaba.

Amelia no se lo pensó dos veces y entró. La pastelería era pequeña, decorada con sencillez y buen gusto, y sus propietarios eran un matrimonio ya entrado en años. Ambos eran españoles. Habían emigrado desde una aldea de Lugo a finales del siglo XIX y trabajado mucho hasta conseguir aquella pequeña tienda, de la que se sentían orgullosos porque era el fruto de sus esfuerzos y desvelos. No tenían hijos, y, aunque al principio doña Sagrario se lamentaba, al final había aceptado resignadamente lo que ella decía que eran los designios del Señor. En cuanto a don José, sí los echaba en falta, aunque nunca se lo dijo a su mujer.

Don José estaba enfermo, había sufrido dos ataques al corazón, y el último le había afectado también al cerebro dejándole paralizado el lado izquierdo del cuerpo. A doña Sagrario le faltaban horas para atender a su marido y el negocio que les daba de comer, y por eso había decidido emplear a alguien para que se encargara de la pastelería.

Las dos mujeres simpatizaron de inmediato, y doña Sagrario se alegró al saber que Amelia era buena cocinera y sabía algo de repostería.

– Me podrás ayudar también a hacer las tartas y pasteles, además de a venderlas -le dijo la buena mujer.

El salario no era muy alto, pero Amelia calculó que en unos meses habría ahorrado lo suficiente para sacar un pasaje en cualquier barco que fuera a Francia y de allí a España. No le importaba en esta ocasión viajar en la cubierta de tercera clase, sin lujos ni comodidades.

Doña Sagrario le propuso que se quedara ese mismo día a trabajar y Amelia aceptó de buen grado. Atendió el mostrador, y cuando no había clientes entraba en la cocina que comunicaba con la tienda para ayudar a doña Sagrario con la masa de los pasteles. Don José las observaba sin decir palabra, aunque doña Sagrario aseguraba a Amelia que estaba contento de que la hubieran contratado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dime quién soy»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dime quién soy» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Dime quién soy»

Обсуждение, отзывы о книге «Dime quién soy» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x