Sara Gruen - Agua para elefantes

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Gruen - Agua para elefantes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Agua para elefantes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Agua para elefantes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Todos hemos querido cambiar de vida, todos hemos querido huir alguna vez.
Cuando el joven Jacob pierde todo, su familia y su futuro, y el mundo entero parece al borde del abismo en los difíciles años treinta, se aventura en un circo ambulante para trabajar como veterinario. Transcurren años de penuria y crueldad, pero también de ensueño y plenitud, pues Jacob encuentra en el deslumbrante espectáculo de los hermanos Banzini la amistad, al amor de su vida y a la traviesa elefanta Rosie.
Han transcurrido ya muchos años, pero Jacob no se resigna a la postración que el destino le depara. Con renovada valentía nos revelará un secreto impactante y decidirá emprender nuevas andanzas, cueste lo que cueste.
Sara Gruen, con un estilo apasionado y vibrante, ha escrito una novela aclamada por millones de libreros y lectores. Romance, lucha, asesinato, tragedia y humor integran el cartel de esta gran función que conmueve y asombra por igual.

Agua para elefantes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Agua para elefantes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Me inclino por encima de él y dejo cuidadosamente el cuchillo sobre la almohada de Marlena. Le observo unos segundos más y me marcho.

Ahora que la adrenalina ya no corre por mis venas, vuelvo a sentir la cabeza más grande que el cuerpo y me tambaleo por los pasillos hasta que llego al final de los compartimentos.

Tengo que tomar una decisión. O vuelvo a subirme al techo o cruzo el vagón de dirección, donde es muy posible que todavía haya alguien despierto jugando a las cartas, y paso además por los coches cama, momento en el que tendré que subirme para entrar en el vagón de los caballos. Así que decido trepar antes mejor que después.

Casi está por encima de mis posibilidades. Me duele la cabeza y tengo el equilibrio seriamente limitado. Me subo a la barandilla de una plataforma exterior y logro escalar hasta el techo a duras penas. Una vez allí, me tumbo en la pasarela, agotado y débil. Paso diez minutos recuperándome y luego empiezo a arrastrarme. Tengo que descansar de nuevo al otro lado del vagón, derrumbado entre las barandillas. Estoy totalmente extenuado. No sé cómo voy a poder seguir, pero tengo que hacerlo porque si me quedo dormido aquí me caeré del tren en la primera curva que tomemos.

El zumbido ha vuelto y los ojos me dan saltos. Vuelo por encima del gran abismo cuatro veces, convencido cada una de ellas de que no voy a lograrlo. A la quinta casi no lo consigo. Mis manos alcanzan las finas barras de hierro, pero me doy un golpe en el estómago con el borde del vagón. Me quedo colgando, aturdido, tan cansado que me pasa por la cabeza cuánto más fácil sería abandonarse. Es como se debe de sentir en el último momento la gente que se ahoga, cuando por fin dejan de luchar y se entregan al abrazo del agua. Sólo que lo que a mí me espera no es el abrazo del agua. Es un violento desmembramiento.

Reacciono y me impulso con las piernas hasta que me sujeto al borde superior del coche. A partir de allí es relativamente fácil remontarse, y un segundo después estoy otra vez tumbado en el techo del vagón, respirando con dificultad.

El silbato del tren suena y levanto mi inmensa cabeza. Estoy en el techo del vagón de los caballos. Sólo tengo que llegar hasta el tragaluz y dejarme caer. Me arrastro hasta allí a trompicones. Está abierto, lo que me extraña porque creo recordar que lo dejé cerrado. Me deslizo por él y me precipito al suelo. Uno de los caballos relincha y sigue gruñendo y piafando, molesto por algo.

Giro la cabeza. La puerta exterior está abierta.

Me doy la vuelta a toda prisa y miro la puerta interior. También está abierta.

– ¡Walter! ¡Camel! -grito.

No se oye nada más que el sonido de la puerta que golpea suavemente la pared, siguiendo el ritmo de las traviesas que traquetean debajo de nosotros.

Me pongo de pie y voy a la puerta. Doblado sobre mí mismo, y apoyándome con una mano en el quicio de la puerta y con la otra en el muslo, inspecciono el interior de la habitación con los ojos extraviados. La sangre se me ha ido de la cabeza y el campo de visión se me vuelve a llenar de fogonazos blancos y negros.

– ¡Walter! ¡Camel!

Empiezo a recuperar la vista poco a poco, por lo que me encuentro girando la cabeza para intentar ver las cosas por la periferia. La única luz es la que entra por las rendijas y revela un camastro vacío. El jergón también lo está, lo mismo que la manta del rincón.

Voy tambaleándome hasta la fila de baúles y me inclino por encima de ellos.

– ¿Walter?

Sólo me encuentro con Queenie, que tiembla hecha una bola. Levanta la mirada aterrada y ya no me cabe la menor duda.

Me desplomo en el suelo, desbordado por la pena y la culpabilidad. Tiro un libro contra la pared. Doy puñetazos en el suelo. Sacudo los puños contra el cielo y contra Dios, y cuando por fin cedo a un llanto incontrolable, Queenie sale de detrás de los baúles y se me sube a las piernas. Abrazo su cuerpo cálido hasta que nos quedamos meciéndonos en silencio.

Quiero creer que llevarme el cuchillo no ha cambiado las cosas. Pero así y todo, le dejé sin su cuchillo, sin una mínima oportunidad.

Quiero creer que han sobrevivido. Intento imaginarlo: los dos rodando por el suelo cubierto de musgo del bosque entre juramentos indignados. Seguro que en este mismo instante Walter está yendo a buscar ayuda. Habrá acomodado a Camel en un sitio resguardado y habrá ido a buscar ayuda.

Vale. Vale. No está tan mal como imaginé al principio. Iré a por ellos. Por la mañana agarraré a Marlena y volveremos hasta la ciudad más próxima y preguntaremos en el hospital. Tal vez incluso en la cárcel, por si en el pueblo los han tomado por vagabundos. No será demasiado difícil deducir cuál es la ciudad más cercana. Puedo localizarla por la proximidad del…

No puede ser. No pueden haber hecho eso. Nadie puede haber dado luz roja a un anciano impedido y a un enano en un puente. Ni siquiera August. Ni siquiera Tío Al.

Paso el resto de la noche planeando diferentes formas de matarles, dándoles vueltas a las ideas en la cabeza y saboreándolas, como si estuviera jugando con cantos rodados.

El chirrido de los frenos de aire me saca del trance. Antes de que el tren haya parado del todo salto a la grava y corro hacia los coches cama. Subo los escalones de hierro del primero, lo bastante destartalado como para albergar trabajadores, y abro la puerta con tal violencia que rebota y se vuelve a cerrar . La abro otra vez y entro.

– ¡Earl! ¡Earl! ¿Dónde estás ? -la voz me sale gutural por el odio y la rabia-. ¡Earl!

Recorro a zancadas el pasillo asomándome a las literas. Ninguna de las caras que me miran sorprendidas es la de Earl.

Al siguiente vagón.

– ¡Earl! ¿Estás aquí?

Me detengo y giro hacia el asombrada ocupante de una de las literas.

– ¿Dónde coño está? ¿Está aquí?

– ¿Te refieres a Earl el de seguridad?

– Sí. A ese mismo me refiero.

Señala con el pulgar por encima de su hombro.

– Dos vagones más allá.

Atravieso otro vagón tratando de esquivar los miembros que asoman de las literas inferiores, los brazos que se salen de sus límites.

Abro la puerta corredera de golpe.

– ¡Earl! ¿Dónde coño estás? ¡Sé que estás aquí!

Hay un silencio de asombro en el que los hombres de ambos lados del vagón se asoman de sus literas para ver quién es el intruso vocinglero. Cuando he recorrido tres cuartas partes del coche veo a Earl. Me lanzo sobre él.

– ¡Hijo de la gran puta! -exclamo intentando agarrarle por el cuello-. ¿Cómo has podido hacerlo? ¿Cómo has podido?

Earl se levanta de la litera de un salto y me retiene las manos a los lados.

– Uf… tranquilo, Jacob. Cálmate. ¿Qué te pasa?

– ¡Sabes muy bien de qué estoy hablando, no me jodas! -chillo retorciendo los antebrazos hacia fuera para liberarme.

Me lanzo sobre él pero, antes de que pueda darme cuenta, ya me tiene otra vez a la distancia de su brazo.

– ¿Cómo has podido hacerlo? -las lágrimas corren por mi cara-. ¿Cómo has podido? ¡Creía que eras amigo de Camel! ¿Y qué coño te había hecho Walter en toda su vida?

Earl se pone pálido. Se queda inmóvil, todavía con sus manos cerradas alrededor de mis muñecas. La impresión que se refleja en su cara es tan auténtica que dejo de luchar.

Los dos nos miramos horrorizados. Pasan los segundos. Un murmullo de pánico recorre el resto del vagón.

Earl me suelta y dice:

– Sígueme.

Los dos bajamos del tren, y cuando ya nos hemos alejado al menos una docena de metros se vuelve hacia mí.

– ¿Han desaparecido?

Le observo detenidamente, buscando respuestas en su cara. No encuentro ninguna.

– Sí.

Earl toma aire. Cierra los ojos. Durante un instante creo que va a llorar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Agua para elefantes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Agua para elefantes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Agua para elefantes»

Обсуждение, отзывы о книге «Agua para elefantes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x