Nino Treusch - El conejo blanco

Здесь есть возможность читать онлайн «Nino Treusch - El conejo blanco» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El conejo blanco: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El conejo blanco»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Jan Tes es un hombre de éxito. Tiene por delante una carrera envidiable, su mujer, Julia, es perfecta y tiene dos niños preciosos. Pero pronto se verá obligado a tomar una decisión que lo cambiará todo para siempre.
Una multinacional de telefonía móvil contrata a Jan, y a los pocos días de empezar se convierte en el testigo accidental de unas declaraciones que no debería haber escuchado. Cuando la empresa le ordena desmantelar el centro de fabricación y desarrollo de móviles en Bangalore, India, Jan decide que ha llegado el momento de decir la verdad. Su conciencia ya no le permite callar los motivos que se esconden tras la operación y decide hacer público aquello que mucha gente ha temido desde los inicios de la telefonía móvil: los usuarios están expuestos a una radiación que puede resultar mortal.
Una información que la multinacional ha mantenido oculta y una decisión por la que pagará un altísimo precio. Pero si la verdad no sale a la luz miles de personas morirán o enfermarán gravemente. La cuenta atrás ha empezado.
El conejo blanco es un original, compulsivo y trepidante thriller acerca de un tema de gran actualidad que ha dado pie a muchas teorías: ¿Hasta qué punto pueden ser dañinos los teléfonos móviles? ¿Qué sabemos de las ondas que emiten? ¿Qué nos esconden las multinacionales?

El conejo blanco — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El conejo blanco», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Andreas se movió. El coche prosiguió unos diez metros más y se detuvo.

Del coche bajó Lee.

Lo habría reconocido en cualquier parte, había visto aquella cara en docenas de fotos. A menudo se había imaginado que vengaba la muerte de Jan, haciendo que asumiera su culpabilidad. Soñaba que lo ponía contra las cuerdas, que le echaba en cara los resultados de la investigación de los que tenía copia, y veía cómo se derrumbaba y admitía su responsabilidad.

Empezó a caminar rápidamente en dirección a Lee. No sabía lo que estaba haciendo, la rabia aumentaba a cada paso. Se puso a su lado. Ahora caminaban los dos hacia la puerta de cristal del edificio.

– Doctor Lee, tengo que hablarle de Jan Tes.

El otro se paró en seco y lo miró sorprendido.

– ¿Perdone?

– Soy amigo de Jan Tes, un colega suyo al que mataron hace unos meses en China. Debe de recordar usted su nombre.

– Claro, señor…

– Weber.

– Weber. Me acuerdo perfectamente, una terrible desgracia. Pero nos hemos ocupado de aprobar en el consejo una pensión especial para la familia, no sé de qué otra cosa quiere hablarme. Póngase en contacto con mi secretaria para concertar una cita -y le tendió una tarjeta de visita donde sólo aparecía su nombre y apellido.

Entre la gente que se creía importante se había puesto de moda no dar ninguna otra información.

– Doctor Lee, tengo una copia de la investigación realizada en la India por un tal doctor Bashir. Aunque el nombre es ficticio, los datos que tengo en mi poder no lo son. ¿Cree que ahora podrá dedicarme algo de tiempo?

Lee lo miró durante unos instantes. No daba la impresión de que le hubiera afectado demasiado lo que Andreas acababa de decirle.

– Dígale a mi secretaria que le concierte una cita. Hasta pronto, doctor Weber.

Andreas se quedó de piedra.

Permaneció inmóvil, mirando cómo el otro se alejaba.

Pero unos metros más allá Lee se detuvo, dudó unos instantes y volvió sobre sus pasos.

– Doctor Weber, ha dicho, ¿no es así?

Andreas intentó recobrar la dignidad que creía haber perdido cuando el director ejecutivo le había vuelto la espalda.

– Sí.

– Venga a mi despacho, tenemos que hablar.

Le cedió el paso. Entraron en el lujoso vestíbulo.

Se acercaron dos empleados de la recepción que abrieron la puerta eléctrica.

El director ejecutivo era el único en la empresa que no tenía tarjeta magnética.

En la recepción alemana, todo aquel que visitaba la empresa, incluidos jefes de Estado, debían firmar, esperar a que los anunciaran y que alguien los acompañara. Pero no quien iba con el doctor Lee. Andreas pasó sin que le dijeran nada. Subieron al ascensor y se detuvieron en la cuarta planta. Las puertas se abrieron en otra recepción enorme: debía de ser la planta en la que Jan había trabajado. Lee pasó con paso decidido junto a las dos mesas colocadas en semicírculo donde se sentaban las secretarias. Las saludó haciendo un gesto con la mano. A Andreas le pareció que estaban muy atareadas. Le vino a la memoria la descripción que le había hecho Jan. Siguió a paso rápido al jefe, que fue directamente a su despacho. Cuando Andreas hubo entrado, Lee les dijo a sus secretarias que no quería que lo molestaran.

También le pidió a la que parecía ocupar el puesto de más responsabilidad que se reuniera con él en seguida con la agenda del día. Se sentó e invitó a Andreas a tomar asiento en una de las butacas que había frente a su mesa.

Una secretaria muy profesional, de mediana edad, entró en el despacho.

– Doctor, dentro de diez minutos llamarán de China.

– Pospóngalo para mañana.

– A las cinco vendrá Kultschläger.

– A él tengo que verlo, retráselo hasta las ocho. Comuníquele que está invitado a cenar.

– A las seis vendrá Stromberg para firmar los contratos de los royalties de Malasia. -Lee se volvió y miró a Andreas como si quisiera calcular cuánto tiempo iba a necesitar para liquidarlo-. Póngalo a las siete. Y, después de Stromberg, ¿qué tenemos?

– Quería ir a cenar con su esposa al Vinaiolo.

Lee observó a Andreas, que intentaba apartar la mirada.

– Llame a mi mujer e infórmele del cambio de planes, iremos a cenar otro día. Gracias, es todo. Un momento -añadió a continuación, deteniendo a la secretaria-. ¿Quiere tomar algo, doctor?

Andreas se despertó del trance, tenía demasiados pensamientos rondándole por la mente.

– No, gracias, estoy bien.

La secretaria salió con una sonrisa en la cara. Le gustaba darle esa clase de noticias a la mujer de Lee, en la oficina no la soportaba nadie. Menos mal que no pasaba por allí muy a menudo.

– ¿Y bien, doctor Weber?, ¿de qué quería hablarme? Y, ¿quién es usted?, ¿no quiere presentarse?

Andreas se quedó sorprendido por la cordialidad de Lee y todavía más de su calma. No parecía que la revelación que le había hecho en la calle le hubiera afectado.

– Doctor Lee, me llamo Andreas Weber y soy el director del Fecher Institut. Imagino que conoce el edificio.

– Sí, lo conozco, es muy bonito.

– Así es. Jan era mi mejor amigo. Vivía conmigo mientras buscaba casa en Múnich. Me pasó la investigación que usted ha financiado. La investigación por la que Jan está muerto. La investigación por la que usted mandó asesinarlo.

Le costó terminar la frase, había agotado el oxígeno muchas palabras antes. Pero pudo decir lo que quería.

Lee lo miró, absorto.

Andreas mantenía una calma que no sentía: temía que el director pulsara una tecla y alguien entrara para matarlo.

– Y ¿qué es lo que sabe de esa investigación, doctor Weber?

Andreas no había previsto la conversación. En sus sueños empezaba a darle puñetazos, no estaba preparado para un interrogatorio, sobre todo para un interrogatorio en el que el interrogado era él.

– Soy científico, doctor Lee. Lo sé todo de esa investigación. Tengo centenares de copias a punto de ser enviadas antes de las seis si no llamo cada hora para avisar de que estoy bien.

Mientras pronunciaba esas palabras tuvo la impresión de no haber sido muy convincente, las mentiras no eran su especialidad.

– Doctor Weber, deje que le aclare una cosa. No dispone usted de mucho tiempo. Como mucho de una hora más. Después haré que lo acompañen afuera. Si quiere explicaciones, es mejor que sea honesto y sobre todo rápido.

La situación era cada vez más complicada para Andreas.

– ¿Así que piensa que yo mandé matar a su amigo?

– Sí.

– Y ¿quién se lo ha dicho?

Andreas no habló.

– Y ¿qué opina de la investigación?

– ¿Me toma el pelo?

– No, hablo en serio. Es usted científico, me parece legítimo preguntarle su opinión.

– Está usted más loco de lo que imaginaba.

– Quizá no tanto, espere hasta que haya pasado su hora para juzgarme, por favor.

– ¿Qué se puede pensar de una investigación como ésa? Es la revelación de una catástrofe anunciada, algo sin precedentes en la historia de la humanidad.

– Y, como científico, ¿le sorprende?

Andreas se quedó estupefacto. Se preguntaba adónde quería ir a parar.

– Sí, me sorprende, me sorprende mucho y siento incredulidad. Pero no tengo elementos para rebatirla. Sólo me queda la sorpresa.

– Y ¿cree que pretendo guardarme esa investigación para mí solo?

Andreas evitó repetirle la misma pregunta que le había hecho poco antes.

– ¿Por qué? ¿Ha ordenado matar a varias personas para acabar publicándola?

– ¿Varias personas? Así que no cree usted que la muerte de Kluge haya sido un accidente. No lo había pensado.

– Me está poniendo en un aprieto, doctor Lee, teniendo en cuenta que sus amables hombres me rompieron un dedo -saltó Andreas mientras apretaba los puños.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El conejo blanco»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El conejo blanco» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El conejo blanco»

Обсуждение, отзывы о книге «El conejo blanco» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x