– Por nuestro propio interés -dijo Ratty-, Los anarquistas serían los grandes perdedores, ¿no? Las corporaciones industriales, los ejér____________________dido toda credibilidad entre la población. El Anarquismo es ahora la idea que conquista todos los corazones, y alguna de sus versiones acabará envolviendo todas las sociedades gobernadas centralmente, a menos que el gobierno haya sido desbordado ya, pongamos, por sistemas familiares como lapitalistas más lerdos saben que el Estado-nación centralizado, que era un concepto tan prometedor hace sólo una generación, ha perpre, o serían todavía más poderosos. Con una guerra generalizada entre naciones, cada pequeña victoria lograda por el Anarquismo hasta ahora quedaría reducida a polvo; actualmente incluso los cacitos, las armadas, los gobiernos, todos se mantendrían como siem zadruga de los Balcanes. Si una nación quiere perdurar, ¿qué otras medidas puede tomar más que movilizar a la población y declarar la guerra? Los gobiernos centrales nunca estuvieron pensados para la paz. Su estructura es la de un estado mayor, la misma que la de un ejército. La idea nacional se basa en la guerra. Una guerra general europea, en la que cada trabajador en huelga se convierte en un traidor, se ondean banderas amenazadas, se airea el miedo a la profanación de los suelos sagrados de las pa__lítico. La idea nacional renacería. Uno se estremece ante las formas pestilentes que surgirían después, desde la ciénaga de una Europa en ruinas.trias, será el pretexto ideal para borrar el Anarquismo del mapa po
– Me pregunto si es el «Interdikt» de Renfrew y Werfner otra vez, atravesando la Península, a la espera de que lo desencadenen.
– Entonces -pensó Reef- alguien tendría que ir y desmontarlo.
– El fosgeno se descompone violentamente si se expone al agua. Ese sería el método más simple, aunque en caso de fallar uno podría hacerlo explotar antes de que hiciera ningún daño, lo que podría re_sultar un poco delicado…
– ¿Cómo puede desencadenarse el proceso sin que cause daño? -objetó Yashmeen-. Según el mapa, a menos que el mapa sea un mal sueño, el «Interdikt» atraviesa el corazón de Tracia. Esto es espantoso. Espantoso.
Jenny y Sophrosyne miraron con atención, seguramente recono_ciendo tras la voz de Yashmeen la silenciosa conversación interior que mantenía desde que se habían conocido. Ratty y Reef estaban en un rincón, dando caladas a sendos puros, mirando educadamente. Sin em____________________mente a quién creía ella que salvaría.les que las anotaba codificadas. No albergaba ninguna duda sobre los motivos que la empujaban a emprender esa misión, y sabía perfectabios en su rostro, de la caída de su cabello cuando se movía y de cómo reflejaba la luz, de cómo dormía, qué comía o dejaba de comer, sus lapsos y ataques de mal humor, así como otras variables tan personabargo, Cyprian había detectado la misma nota que las mujeres, pues desde el anuncio del embarazo de Yashmeen llevaba un registro de cada gramo de peso que ella ganaba y de su distribución, de los cam
La observación de cerca y la preocupación silenciosa eran una cosa, y los consejos gratuitos otra, pero llegó el momento en que Cyprian creyó que debía decirle algo.
– ¿Te has vuelto loca o qué? -Así abordó el tema-. No puedes pretender en serio tener un bebé ahí fuera. Es primitivo. Como si lo tuvieras en la jungla. Tendrás que estar cerca de ayuda médica com_petente…
Ella no se enfadó, más bien sonreía como si se preguntara por qué había tardado tanto en decirle eso.
– Todavía vives en el siglo pasado, Cyprian. Todos los pueblos nó_madas del mundo saben cómo tener a sus hijos cuando se encuentran en marcha. El mundo que vendrá ya ha llegado. Nosotros estamos aquí, en él. Mira alrededor, mi querido Cyprian.
– Oh, ya veo, ahora voy a tener que empollarme todo lo que haya sobre partería moderna, ¿es eso?
– Bueno, no te haría ningún daño, te lo digo en serio. -El pareció tan perplejo, por no decir cariacontecido, que ella se rió y tomó su diminuta barbilla en su antiguo estilo autoritario-. Vamos, no tendre_mos ningún problema, espero.
A su regreso de Bosnia, Cyprian se había jurado que nunca vol____________________do pudiera ofrecerle que él deseara lo bastante. Intentó explicárselo a Ratty:tes -sexuales, financieros, honoríficos- que podrían llevarle a cambiar de opinión, le asombraba comprobar que no había nada que el munvería a la Península Balcánica. Cuando le daba por imaginar alicien
– Si la Tierra estuviera viva, si tuviera una conciencia planetaria, entonces la «Península Balcánica» podría fácilmente representar lo que esta conciencia desea más oscuramente para su propia destrucción.
– Como la frenología -supuso Ratty.
– Sólo una forma de locura llevaría a alguien al este ahora mismo, a meterse en las fauces de lo que casi con seguridad está pasando allí. ¿No tendrá tu gente ninguna misión disponible para una ciudad de un tamaño razonable, como, por ejemplo, París, donde las opciones menos burguesas sean fáciles de llevar a cabo, y ciertamente no tan peligrosas?
– A ver -dijo Ratty reconociendo tal vez un componente retóri__rano de los Balcanes.co-, sabes que eres lo más parecido que tenemos a un Curtido Vete
Desde que en Salónica, en el Mavri Gata, descubriera que Vesna, la prima de Danilo, lejos de ser una figura de la desesperación y el autoengaño, era completamente real, y que cualquier cosa era por tanto posible otra vez, incluyendo, por qué no, la marcha hasta Constantinopla y la creación de un mundo nuevo, Cyprian había empezado a «relajarse en su destino», como decía él. Con cierta ansiedad, calcu____________________nos. Los jóvenes y deseables tendrían que comportarse como siempre habían rior, ya no era lo que importaba, y en todo caso no estaba en sus manaje, aunque eso, ahora lo sabía, lo sabía con una certidumbre inteló cuánto le quedaba de juventud, apostura y encanto, y se preguntó si le serviría para llegar al menos a la siguiente estación del peregrihecho, pero sin el pequeño C.L., o eso parecía.
Sin embargo, los votos contra la Península Balcánica, hechos en un momento de cierto acaloramiento, podían, según parecía, modi_ficarse.
– ¿Cómo iríamos? -preguntó Cyprian, como si la cuestión sólo le interesara en un sentido técnico.
Ratty asintió y le hizo un gesto para que se acercara a un alegre individuo que había estado comiendo bullabesa como si acabara de recibir la noticia de una inminente escasez de pescado.
– Saluda al Profesor Sleepcoat, que ahora interpretará para ti una interesante pieza al piano.
El Profesor se acercó al Pleyel que había junto a la ventana y rápi_damente tocó una escala de octava en las teclas blancas de fa a fa .
– ¿La reconoces?
– Una melodía pegadiza -dijo Cyprian-, pero no es correcta del todo, ¿verdad? -El Profesor empezó a tocarla de nuevo-. Ahora sí.
– Justamente, este si natural -lo aporreó dos o tres veces- debería ser bemol. En el pasado era una nota prohibida, no sé si lo sabes. Te gol__tabas en la Edad Media.peaban en los nudillos si la tocabas. O te hacían algo aún peor si es
– Así que es uno de los antiguos modos litúrgicos.
– Lidio. En las canciones y bailes populares de los pueblos de los Balcanes, ni más ni menos, aunque los otros modos medievales estén bien representados, se percibe esta extraña y drástica ausencia de ma__trado ni rastro. Un tanto misterioso para nosotros. Como si todavía siguiera prohibido, o tal vez incluso fuera temido. El intervalo que nuestro torpemente no bemolizadoterial lidio; en nuestra investigación, hasta la fecha, no hemos encon si hace con fa era conocido por los antiguos como «el demonio en la música». Y cada vez que lo toca__do y gritando o nos agrede físicamente. ¿Qué es lo que escuchan que les resulta tan inaceptable?mos para alguien ahí fuera, aunque sólo lo silbemos, o se va corrien
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