PATRICIO MANNS
MANNS, PATRICIO
El corazón a contraluz / Patricio Manns
Santiago de Chile: Catalonia, 2012
ISBN: 978-956-324-141-9
ISBN Digital: 978-956-324-870-8
NARRATIVA CHILENA
CH 863
Diseño de portada: Guarulo & Aloms
Fotografía de portada: Olivier Joly, del libro “Quatre saisons en Patagonie”.
Composición: Salgó Ltda.
Diseño y diagramación eBook: Sebastián Valdebenito M.Dirección editorial: Arturo Infante Reñasco Representante del autor: Marcel Dupin Voisin, agente literario. marceldupinv@gmail.com
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, en todo o en parte, ni registrada o transmitida por sistema alguno de recuperación de información, en ninguna forma o medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo, por escrito, de la editorial.
Primera edición: octubre 2012
Segunda edición: junio 2021
ISBN: 978-956-324-141-9
ISBN Digital:
Registro de Propiedad Intelectual N° 222.487
© Patricio Manns, 2012
© Catalonia Ltda., 2021
Santa Isabel 1235, Providencia
Santiago de Chile
www.catalonia.cl– @catalonialibros
Índice de contenido
I Nada se puede esconder
II Caballero solo
III La sombra de los hombres contra el ocaso
IV Periódica expulsión de los demonios
V Mil ochocientos noventa
VI Descripción de los soñadores de ciudades
VII El capataz tautológico
VIII El banquete de los perros de presa
IX El pórtico de la potencia y de la magia
X Abrió el libro al azar. Entregándoselo, le pidió que leyera. La voz de Drimys Winteri se alzó llenando el cuarto
XI El mediodía con Marién Andwanter Haverbeck
XII Cosmogonía de los olvidados y agonía de los redescubiertos
XIII Sin enemigos no se llega lejos
XIV La irreparable pérdida de sí
XV Mil ochocientos noventa y uno
XVI Proclamación de la fugacidad de la vida
XVII Canción de las piedras flotantes
XVIII Con el signo de fuego del infierno
XIX El hombre es un hábito de la muerte
XX Alegoría del galope
XXI Balada rusa
XXII Homo Textual I
XXIII Tragaleguas
XXIV Primera lección de tinieblas
XXV Como una visión
XXVI Chamana
XXVII Crítica de la razón chamánica
XXVIII Homo Textual II
XXIX El mismo es un pozo al que tiene miedo de asomarse
XXX Hombre que no consuma su deseo
XXXI Segunda Lección de tinieblas
XXXII Tercera lección de tinieblas
XXXIII Breve historia de la muerte
Uno de los caminos seguros que conducen
al futuro verdadero –porque también
existe un futuro falso– es
ir en la dirección donde
crece tu miedo
Milorad Pavic
DICCIONARIO JÁZARO
Este libro, más que ninguno otro
de mis libros, lleva tu sello,
Alejandra Lastra, y lleva el
sello de mi amor, a la vez
extenso como la estepa
de Siberia, y vasto
como la tundra de
Tierra del
Fuego
Mucho tiempo después se supo que había partido del número 27 de la calle Vacaresti, en Bucarest, Rumania. Ya en aquel entonces, la calle Vacaresti era una arteria de cierta amplitud, donde buhoneros y escupefuegos trabajaban frente a las puertas de las librerías, las droguerías, las tabernas, el pórtico de las iglesias o los jardines de una que otra sinagoga. En la calle Vacaresti, por la primavera, había conciertos de pájaros. Algunos cantaban en rumano, otros en ídish, y una docena de entre ellos lo hacía en latín litúrgico. El viejo Neftalí C. Popper, por razones que nunca reveló, llegó a la arteria Vacaresti desde Varsovia. Si bien durante el viaje, accidentado y casi secreto, fue confundido más de una vez con el jefe de una tribu zíngara que vagabundeaba entre el sur del Báltico y la costa norte del Mar Negro, lo cierto es que alcanzó su destino –si es que su destino se llamaba Bucarest–, y puso de inmediato manos a la obra. Lo primero que materializó fue un hijo, al que llamó Iuliu, y que vino a dar con sus cartílagos al mundo el 15 de diciembre de l857. Desde pequeño Iuliu fue sometido a la más estricta educación según la tradición hebrea askenazí. Al tomar partido por el reconocimiento público de su pertenencia a la raza hebrea, el viejo Neftalí decidió en gran parte el destino global de sus hijos, en particular Iuliu y Max: los principados de Moldavia y Valaquia, gobernados a la sazón por Alejandro Juan I, llamado también Alejandro Cuza, habían decretado medidas restrictivas contra los ciudadanos rumanos de origen judío, entre ellas, la imposibilidad de ingresar en institutos y escuelas militares, la administración pública y la diplomacia.
La segunda tarea a la que se abocó Neftalí C. Popper, fue redactar varios manuales en rumano y en hebreo. Nadie conoció nunca el contenido de tales escritos, o al menos, nadie reconoció jamás haber tenido acceso a ellos públicamente. Puede pensarse que se trató de un diario personal, o de evocaciones estrictamente privadas, que no destinó a la curiosidad de sus amigos ni a la más que probable malquerencia de sus enemistades. A causa de tales enemistades, es factible estimar que la gente que conoció esos manuales, no lo admitiera, simplemente para preservar su seguridad o proteger su carrera o sus asuntos de negocios, o su tranquilidad. O tal vez el futuro de sus hijos, cosa que, al parecer, al viejo Popper lo tuvo sin cuidado.
En 1859 dio un paso mayor y fundó Timpul ( El tiempo ), periódico redactado en rumano-hebreo, según el testimonio de especialistas en problemas atinentes a las cuestiones judías y al desarrollo de sus órganos de prensa. Desde el canto de los pájaros al susurro de la nieve, el vehemente Neftalí C. Popper trabajaba, sea componiendo los artículos para Timpul , sea traduciendo al rumano obras alemanas y hebreas. Esto puede explicar perfectamente el extraordinario conocimiento de las lenguas que mostraron todos los Popper de esta rama de la familia: un exégeta de Iuliu Popper sostuvo que este “poseía todas los idiomas vivos, y no pocos muertos”.
Pero aquello era nada más que el comienzo. Un día, el padre abrió las puertas del primer colegio hebreo de Bucarest, que logró funcionar hasta l867, esto es, año anterior al nacimiento de Max y el comienzo de la semicatatonia de Hannah Popper, –apodada familiarmente Peppi , diminutivo que se traduce como Perla – quien después de parir su cuarto vástago –entre Iuliu y Max nacieron dos mujeres– vivió sentada a una de las tres ventanas que daban sobre la calle Vacaresti, alimentando pájaros con migajas de pan, y susurrando viejas canciones aprendidas en el curso de su lejana infancia polaca. Hannah tenía una voz muy dulce, muy apaciguante, y un modo de mirar que iba siempre más allá del objeto fijado. Recordaba de cuando en cuando el nombre de su hijo Iuliu y de las dos hermanas que lo seguían, pero ignoraba completamente el de Max. Cuando con los años este se acercaba para hablarle o pedirle algo, ella comenzaba invariablemente por preguntar: “—¿Y quién eres tú?—” Es fácil imaginar el profundo impacto que tal pregunta –reiterada– puede tener sobre un niño de pocos años.
Al poner término a sus labores de periodista y profesor, Neftalí dio paso a sus tareas de librero. Su casa era vasta, de un piso, con tres puertas y tres ventanas a la calle.
Читать дальше