– ¿Aparentemente? Del «Congo Belga» -respondió Ratty obser_vando cómo su pelota se cortaba y se desviaba hacia un green distinto del que había elegido-, Pero está codificado, en realidad se trata de la Península de los Balcanes, mira, al menos hasta ahí hemos sabido des_cifrar; ya habíamos visto informes sobre mapas de formas bidimensionales, que son invariables, y tan silenciosamente familiares como un rostro humano. También son frecuentes en los sueños, como ya os habréis dado cuenta.
– Así…, dada una forma más ancha en el norte, que se va estre_chando hacia el sur…
– Correcto.
– Podría ser Bosnia -dijo Cyprian.
– El sur de Texas -dijo Reef.
– Entonces, más allá de la simple geografía, está la casi intolerable tiranía sobre la gente a la que verdaderamente pertenece la tierra, una tierra que, generación tras generación, ha estado absorbiendo su traba_jo, recogiendo los cadáveres que ese trabajo causa, junto con beneficios obscenos, que quedan para otros hombres, por lo general más blancos.
– Austríacos -dijo Cyprian.
– Lo más probable. Las líneas de ferrocarril también tienen que ver, es como leer tibetano antiguo o algo así…
Avanzada esa noche, los buhos, llamados allí «gatos ululantes», can__cía más ruidosa. Las ventanas se oscurecían una por una en Yz-les-Bains. En los alojamientos de Coombs De Bottle, el humo del tabaco volvía el aire opaco.taban por todo el pequeño valle. Hacia medianoche la cascada se ha
Coombs sabía, casi desde que aceptara el empleo en el Ministe__nidad de dinamiteros para instruirles en Seguridad en la Fabricación de Artefactos, y cierto conflicto de intereses se hizo obvio para todos en el laboratorio del Ministerio de la Guerra, salvo para el propio Coombs.rio de la Guerra, que sus días allí estaban contados y eran pocos. En cuanto conoció las estadísticas sobre los anarquistas víctimas de sus propias bombas, empezó a plantearse entrar en contacto con la comu
– Pero éstos son anarquistas británicos -intentó argumentar-, no es lo mismo que si fueran italianos o españoles, ¿verdad que no?
– Una inteligente apelación al racismo británico -dijo Coombs ahora-, pero no funcionó, así de resueltos estaban a ponerme de pa_titas en la calle.
Si eso era un mapa, no se parecía a ninguno que Cyprian hubie____________________tos geográficos ni carreteras reconocibles.bía que era fundamental entender, pero no podía. Tampoco había hira visto en su vida. En lugar de topónimos, lo que había eran cientos de lo que parecían mensajes breves. Todo estaba reproducido en un único color, el violeta, pero con distintos sombreados en las diferentes partes. Pequeños dibujos, casi como los de las tiras humorísticas de los diarios, que representaban situaciones intrincadas que Cyprian sa
Coombs De Bottle levantó la lámpara y sostuvo el mapa con un ángulo diferente respecto a la luz.
– Verás una línea horizontal en negrita, a lo largo de la cual está previsto que ocurran ciertos desagradables acontecimientos atribui_dos a «Alemania», a menos que alguien lo impida. Y aquí, mira estos pequeños segmentos oscurecidos…
– Minas terrestres -dijo Reef.
– Seguramente. Muy bien. ¿Cómo lo sabes?
– Todos estos círculos torcidos -dijo Reef señalándolos con la ce__ción y el alcance del daño que esperan.niza de su puro-, como lo que los chicos de artillería llaman «elipse de incertidumbre». Es posible que cada uno de ellos marque la direc
– Por eso creemos que podrían referirse a gas venenoso.
Reef silbó.
– Así que es posible que éstos señalen la dirección del viento.
– ¿De dónde sale este mapa? -preguntó Yashmeen.
– En última instancia, de Renfrew -dijo Ratty-, que lo consiguió de un antiguo estudiante, que lo recibió de otro, y así sucesivamen__bién por otros planetas.te. Uno más de esos plexos transnacionales…; a estas alturas la red de Renfrew se extiende por todo el planeta, y no me extrañaría que tam
– El problema de estas historias con gas venenoso -dijo Coombs- es que uno siembra estos siniestros campos y luego, con extraña fre____________________te a las alturas, donde estallan en nubes invisibles?to vago. ¿Se manejan por control remoto?, ¿eléctrico?, ¿se disparan por el peso de un tanque o de un pie humano?, ¿se lanzan como un coheso de la caída uno puede verse de manera muy clásica reventado por su propio petardo. Su modo de funcionamiento también resulta un tancuencia, se olvida. Un avance se transforma en una retirada, y en el cur
Cyprian había estado estudiando el mapa de cerca con una lupa Coddington.
– Entonces aquí el segmento-línea de interés parece que está eti__mann?quetado como «Línea Crítica»… Yashmeen, ¿no es ésa la jerga de Rie
Ella miró el mapa.
– Con la diferencia de que ésta es horizontal y está dibujada en una cuadrícula de latitud y longitud, en lugar de ser valores reales frente a imaginarios, donde Riemann decía que se encontrarán todos los ceros de la función 'C,.
En ese momento Cyprian la estaba mirando a la cara, justo cuan_do ella no dijo «encontrarían» sino «encontrarán», y se percató de su inocente expresión de fe, porque aquello no podía llamarse de otro modo, ¿no?, los ojos dilatados como platos por un instante, los labios vulnerablemente separados, el aspecto de santa de una pintura que él sólo le había visto cuando Reef se ocupaba de ella. La función Zeta podía ser tan inaccesible para ella ahora como un antiguo amante. El nunca entendería nada de eso, pero sabía reconocer que esa función tenía la extraordinaria capacidad de absorber la mente de ella, sus energías, hasta una buena parte de su vida. Yashmeen vio que él la miraba, y sus ojos volvieron a tensarse. Pero el daño estaba hecho, y durante una hora Cyprian creyó que no podría vivir sin ella.
Volvió a concentrarse en el examen del mapa. Al cabo de un rato dijo:
– Aquí hay otra extraña especie de nota, en letra cursiva muy pe____________________gociando en moneda estropeada con los rostros imperiales demasiado desgastados para expresar la menor delicadeza de sentimientos, así ha descendido el Congo Belga a su destino.»riores una y otra vez, enfrentándose a situaciones como la actual, nequeña. «Sin haber podido aprender las lecciones de esa época ahora mítica, sabiendo que los goces tendrían que pagarse en años poste
– ¿Qué -preguntó Reef amablemente-, quesigniftcaeso?
– Recuerda: cuanto aparece en este mapa representa otra cosa -dijo Coombs De Bottle-. Esta «Katanga» podría ser Grecia. Los «Alema__queña, sin definir en anteriores comunicaciones…nes» también podrían ser austríacos. Y esto de aquí -señaló el centro del mapa-, nuestra preocupación actual, esta zona relativamente pe
– «…ha sufrido recientemente un cambio de estatus administrati_vo» -leyó Cyprian a través del dispositivo de aumento.
– ¿Novi Pazar? -conjeturó Ratty.
– ¿Por qué, Reg?
Ratty, que descubrió que todavía le gustaba hablar del trabajo, se encogió de hombros con timidez.
– Una antigua y persistente pesadilla, me temo. Los conflictos sur____________________par el Sanjak. Algo que no sería bien visto por Austria, que de hecho está más que impaciente por intervenir con sus tropas, forzando a la serie habitual de Potencias a venir a la carrera…nen que salir de Novi Pazar para desplegarse en el sur, y sabemos que al menos tres divisiones serbias están preparadas para marchar y ocugen con Turquía, pongamos que por Macedonia; las fuerzas turcas tie
– La guerra total en Europa.
– Eso mismo.
– ¿Y bien? -dijo Yashmeen-, ¿y por qué no dejarles tener su guerra? ¿Por qué iba a preocuparse cualquier anarquista que se precie por nin_guno de esos gobiernos con su caldo mezquino e incestuoso de reyes y césares?
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