– Supongo que mi pregunta -dijo Halfcourt esforzándose por no traslucir una extraña sensación premonitoria de excitación y pena que llevaba sintiendo desde hacía días, como si fuera a ocurrir algo importante- es: hasta qué punto son útiles para encontrar un lugar real.
El librero asintió durante quizá más tiempo del que debía.
– Ayuda ser budista, eso me han dicho. Y tener una idea general de la geografía de por ahí. Es casi seguro, por ejemplo, que debe buscar_se al norte del Taklamakán. Lo que no aclara mucho las cosas. Pero es lo único en que, por lo que sé, coinciden todos.
– Yo mismo soy sumiso al Profeta, de modo muy convencional, me temo. Pero Shambhala, aunque sea muy interesante, de eso no me cabe duda…
A esas horas la ciudad estaba saturada de sombras, las mujeres se deslizaban con túnicas sueltas y velos de crin, las cúpulas y los mina__sierto, por desquiciados que fueran, se tornaron posibles.retes permanecían en silencio e intocables contra un cielo de un azul de intensidad indeseable, los mercados estaban vacíos, a merced del viento, y durante un instante todos los espejismos y visiones del de
Hay lugares que tememos, lugares que soñamos, lugares de los que nos convertimos en exiliados sin darnos cuenta hasta que, a veces, ya es demasiado tarde.
Kit siempre había creído que tarde o temprano regresaría a las San Juan. Nunca se le había pasado por la cabeza que su destino pudiera estar aquí, que aquí, en el Asia Interior, hallaría de nuevo sus cum__nudo de naturaleza letal, que le reclamaban.bres escarpadas y sus nieves del desierto, sus jinetes aborígenes, sus cantinas del camino y sus mujeres completamente incomprensibles, en cierto modo más deseables aún cuando había otros asuntos, a me
Hasta que vio el lago Baikal no comprendió por qué había sido necesario viajar hasta aquí, ni por qué, en el transcurso del largo ca_mino, la penitencia, la locura y el extravío eran ineludibles.
Prance se había quedado en Irkutsk, pretextando agotamiento, pero Hassan se empeñó en que para un buriato devoto el fin del peregri_naje tenía que ser la gran piedra en la boca del Angará, donde el río salía del lago.
– Pero esa historia no es más que una tapadera -le recordó Kit-, no somos buriatos, ninguno de nosotros.
La mirada de Hassan era clara pero inescrutable.
– Casi hemos acabado el viaje.
– ¿Y el Profeta?, ¿el maestro del Doosra?, ¿podré hablar con él?
– Ya ha hablado con él -dijo Hassan.
– ¿Cuándo…? -empezó a preguntar Kit, y en ese instante apareció el Baikal.
Había admirado pequeños y puros lagos de montaña en Colo____________________rara al corazón mismo de la Tierra tal como era antes de que hubiese ojos para contemplarla.lidad de caer en otro orden de las cosas. Pero ahora sentía como si michos de la ciudad, y no le sorprendió la claridad perfecta que más de una vez le había llevado al borde de perderse, a la vertiginosa posibirado, aguas sin mancillar por las escorias de las minas ni por los dese
Tenía más de un kilómetro y medio de profundidad, según le ha____________________taba allí.bía entendido en su interior. Como era de esperar, Hassan ya no escillamente no se había esforzado lo bastante para merecer ver esto. Su primera intención fue darse la vuelta y volver a Kashgar, rehacer todo el camino hasta la Puerta, y empezar de nuevo. Miró alrededor para decírselo a Hassan, pues estaba seguro de que él también lo havocado, permitiendo que le distrajeran las trivialidades cotidianas; sendo nuestro, inferior y quebradizo. Ahora se sentía poseído por una violenta certidumbre. Después de todo, había tomado el camino equitural y habían sido encajados de manera provisional en este otro munfinir, estaba seguro de que era otro de esos lugares, como el Monte Kailash o el Tengri Khan, que formaban parte de un orden sobrenavisible: los vientos se levantaban en cuestión de segundos, las olas alcanzaban la altura de pequeñas montañas. Un viaje hasta allí no era una excursión vacacional. Por alguna razón que no habría sabido dequier otro lugar de la Creación. Navegar por él era peligroso e imprebía dicho Auberon Halfcourt, y alojaba criaturas desconocidas en cual
Al principio de su viaje, aunque situado a poca distancia de Kash____________________jaron el espacio en blanco.bían acabado padeciendo agotamiento nervioso tras sus tentativas de representar la región que rodeaba el Tushuk Tash. Algunos tendieron a plasmarla recurriendo a amargas fantasías; otros, más conscientes, devía de nada. Cartógrafos de diferentes imperios, sobre todo rusos, hagar, cerca de la aldea de Mingyol, y visible a veces en la lejanía desde extraños ángulos, el gran Arco de Piedra conocido como Tushuk Tash era considerado como un lugar inaccesible, incluso por los habitantes de la región. Un laberinto de cañones cruzados se interponía en el camino, tantos que ni siquiera se habían contado. Ningún mapa ser
Cuando Hassan se enteró de que Kit y Prance tenían que empren_der viaje pasando primero bajo la gran roca horadada, se excusó y se fue a orar, distante y sumido en un malhumorado silencio, como si el Doosra le hubiera mandado acompañarlos a modo de castigo.
Algunos se referían a la colosal puerta como si fuera un precipicio, un puente, una barrera de tierra, un paso entre altas paredes de roca…; para otros no se trataba de un accidente del paisaje sino de algo más abstracto, un examen religioso, un rompecabezas criptográfico… Hassan siempre la había llamado «la Puerta del Profeta», con lo que tanto daba nombre a la roca como dejaba constancia de la sanción de un Profeta que se entendía no sólo como Mahoma sino también como otro, que moraba mucho más al norte, de quien el maestro de Hassan, el Doosra, era el precursor.
Tardaron todo un día. Se adentraron en una región grisácea de barrancos profundos y torres rocosas. Hassan los guió sin error por el laberinto de cañones. Era un misterio qué proceso terrenal podía ha____________________gentes exigieran una mirada oblicua como condición de paso.tinguir el exterior del interior. Kit descubrió que no podía mirar ese país directamente durante más de un minuto, como si sus espíritus reberlos creado. Con el sol en ángulo, el Kara Tagh parecía una ciudad de piedra, fragmentada en repeticiones cristalinas, grises, de manzanas urbanas y edificios sin ventanas, como si estuvieran habitadas por algo que ya no estaba a la vista, ni a la luz, más allá de toda necesidad de dis
Cuando por fin llegaron ante la Puerta, no les pareció una forma__mides, mucho antes de que hubiera empezado la historia escrita. A lo lejos, los picos resplandecían blancos, se elevaban sobre el macizo de Altai, por el que los llevaría la ruta de su viaje. Kit alzó la mirada, corriendo un riesgo quizá fatal, pero tuvo que hacerlo.ción natural sino una estructura de mampostería, con piedras a las que se había dado forma para que encajasen sin argamasa, como las Pirá
En el cielo todavía luminoso, la mole era inmensa, de tres o pue____________________rado gris recibía de pleno la última luz del día con un incontestable fulgor.chillo sobre él. Ahí abajo todo era oscuro, pero arriba el conglometarse demasiado rápido para que Kit lo oyera y abatirse como un cuban al suelo ya eran invisibles, seguidos del sonido zumbante de su descenso porque caían más rápido que la velocidad del sonido local… En cualquier instante, un fragmento suelto de roca podía precipipacio vacío. Enorme, oscura, inestable, en continua desintegración, despojándose de trozos de sí misma desde tan alto que cuando llegabre, y bajo ella había un gran arco gótico afilado y puntiagudo de esde que cuatrocientos metros de altura como poco, plana en la cum
Sobrevolándolo, tan alto y tan aparentemente inmóvil que al prin____________________las y se sabía que podían traer cadáveres de antílopes e incluso de lobos. Cuanto más tiempo pasaba cerniéndose sobre él a aquella majestuosa altitud, más convencido estaba Kit de que era un mensajero.zaban esas águilas para cazar; hacían falta dos hombres para manejarrada captaba los rayos y parecía emitir luz propia. Lo kirguizos utilicipio podría haber pasado por un defecto de la visión, un águila do
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