– Les cuento que está viva -admitió sin que pareciera avergon_zarle-. Que ella es nuestra gran chamán. Que ha dominado el tiempo. Que no envejece. Ese tipo de cosas.
– ¿Y qué les decimos de todos los alemanes que andan por esos bosques contándoles lo contrario? Descubrirán que está muerta.
– Pues les digo que es la gobernante de Shambhala.
– También deben de saber que eso es mentira.
– A Dorzhiev le funcionó en el Tíbet. Le dijo al Dalái Lama que el Zar era el rey de Shambhala, pero eso no serviría aquí, los tunguses odian al Zar, tanto da quién sea, sólo por principios. Se espera de no_sotros que encontremos al chamán local y veamos si puede decir algo en nuestro favor, cualquier comentario que ayude a la vieja Entente, ya sabe.
– A ver si me aclaro: el Zar es el rey de Shambhala, Victoria es la reina de Shambhala, lo cual conforma una alianza Shambhala-Shambhala, o algo así, toda una ecuación, ¿verdad?, ¿y no están emparentados?
– Por matrimonio -con una mirada a la que Kit ya se había acos_tumbrado, una mezcla de impaciencia, desaprobación y miedo a que alguien hubiera contado un chiste que él no hubiera captado.
Manteniéndose casi siempre en las cercanías de las orillas de los ríos, avanzaron entre inverosímiles minas de carbón, bosques de sauces y de bayas silvestres, praderas cubiertas de flores que a Kit le parecían enormes, violetas tan grandes como una mano, azucenas amarillas y verónicas azules bajo las cuales uno se podía proteger de la lluvia, bus____________________narlas a voluntad, pese a sus ojos centelleantes, su ira inexorable.gre. La había presentado al cielo. Había testigos. Tenía poder sobre las criaturas de hierro de Agdy, el Señor del Trueno, y sabía cómo domidado ruso de un disparo de rifle y, con toda la calma del mundo, se había metido la mano dentro de su propio cuerpo y se había extraído la bala, de más de tres centímetros, resplandeciente y sin rastro de sancando la palabra del chamán Magyakán, si no al hombre en persona. Como la taiga, él estaba por todas partes, misterioso, un ser heroico con dones sobrenaturales. Oyeron historias de cómo le había herido un sol
– Mire lo que ocurre por estos lares -le instruyó Prance-, lo que aquí se da es una serie de combinaciones: «Agdy» es el dios hindú del fuego Agni, sin duda, pero con toda certidumbre es también Ogdai Kan, hijo de Gengis Kan, a quien sucedió en el Imperio Mongol y que extendió las conquistas de su padre al este y al oeste, desde China hasta Hungría.
– ¿Y si sólo fuera el nombre de quienquiera que sea el que man_de esos objetos de hierro a los shanyagires? -preguntó Kit, sin darse cuenta de la irritación que pudiera causar.
– No son objetos de hierro, no son objetos de hierro, ¡ahí está la gracia! -gritó el Teniente Prance-. Estos malditos chamanes cuentan cualquier cosa a la gente, por descabellada que sea, y la gente los cree, es como con los americanos, sólo que distinto.
– ¿Cree que este Magyakán es el tipo del que hablaba el Doosra?
Prance no tenía ni idea y además, como quería dejarle bien claro a Kit, no le importaba.
– Pues es una extraña actitud para un estudiante de teología, ¿no?
– Traverse, por el amor de Dios. -Prance llevaba fumando todo el día y en su voz resonaba un ronco gruñido de impaciencia-. Hay luz y hay oscuridad…
– A ver si lo adivino: la Iglesia de Inglaterra es la luz y todo lo de_más es…
– No es del todo así. Las diferencias entre las religiones del mundo son de hecho bastante triviales comparadas con el enemigo común, las antiguas y permanentes tinieblas que todos odiamos, tememos y combatimos sin cesar. -Hizo un amplio gesto para abarcar la taiga sin límites que los rodeaba-. Chamanismo. En toda la Tierra no hay un solo pueblo primitivo que no lo practique en alguna de sus variantes. Todas las religiones de Estado, incluida la suya, lo han considerado irracional y pernicioso, y han tomado medidas para erradicarlo.
– ¿Qué dice? En Estados Unidos no hay «religión de Estado», que____________________quilar. Y no se lo tome como algo personal.tamos en otra Inglaterra y nos dediquemos a invadir los bosques con gaitas y ametralladoras Gatling, a la búsqueda de más infieles que anirido amigo, tenemos libertad de culto, garantizada en la Constitución: mantiene separados a la Iglesia y al Estado para que así no nos convir
– Los cheroquis -replicó Prance-, los apaches, la masacre de los Bailarines de la Danza de los Espíritus sioux en Wounded Knee, a to__tentado convertir al cristianismo o simplemente los han asesinado.dos y cada uno de los indios con que se han encontrado los han in
– Era por las tierras -dijo Kit.
– Pues sugiero que era por el miedo al hechicero y a sus extra____________________mo africano secuestrando a la mitad del continente para esclavizarlo, poniéndoles nombres cristianos y haciéndoles tragar a la fuerza sus peculiares versiones de la Biblia, y mire lo que pasó.tas disimuladas con nombres falsos. Intentaron exterminar el chamanisria en América ha sido la de una larga guerra religiosa, cruzadas secrediaria. La única droga con la que ustedes se han sentido cómodos es el alcohol, así que llegaron allá y envenenaron a las tribus. Toda su histonos ponerse en contacto con los poderosos dioses que se ocultan en el paisaje, sin ninguna necesidad de una Iglesia oficial como intermeñas prácticas, como bailar y tomar drogas, que permiten a los huma
– ¿La Guerra de Secesión? Eso fue por cuestiones económicas. Política.
– Esos eran los dioses a los que ustedes intentaron destruir, esperan_do la hora de su venganza. Se creen todo lo que les cuentan, ¿verdad?
– Supongo que tendré que ir a Cambridge para ser más listo -re____________________dades que se presentaran de tener una riña recreativa-. ¿Qué le hizo meterse en el rollo de las divinidades?, si me permite la pregunta.mitadas aquí, en la taiga, así que había que aprovechar las oportuniplicó Kit sin tomárselo a mal. Las posibilidades de diversión eran li
– Era un joven religioso -replicó Dwight Prance-. Fácilmente po__do sandalias, soltando sermones en las esquinas; pero sucedió que era la única elección que se anulaba a sí misma.dría haberse expresado de otras formas: cantando en un coro, llevan
– ¿Era eso lo que quería?
– Más bien fue lo que pasó. A medida que pasaba más tiempo es____________________lar, me volví cada vez más…, umm, desdeñoso, por así decir, con toda esa historia.pezaba a percibir sus numerosas relaciones íntimas con el poder secutudiando las religiones, sobre todo el Islam y el Cristianismo, y em
– Iglesia y Estado.
Prance se encogió de hombros.
– Es bastante natural encontrar a César llegando a oportunos acuer__mo, ¿no?dos con Dios siempre que es posible, pues ambos persiguen lo mis
– Y usted se fue interesando cada vez más…
– Sí, por los acuerdos. ¿Creía que me pasaba las noches rezando?
– Entonces, si no está aquí combatiendo por Cristo… ¿por quién lo hace exactamente?
– Por un puñado de hombres de Whitehall de los que usted nun_ca ha oído hablar, cuyos rostros nadie reconoce.
– ¿Y pagan bien?
La carcajada de Prance tenía poco de sagrado y se prolongó más de lo razonable.
– Me parece que tendrá que hablar con ellos sobre el particular.
De vez en cuando, Kit recordaba la pureza, la feroz y resplande__ta de lo que se les venía encima, el refugio de lo trivial resultaría ser una bendición y un paso hacia la salvación.ciente pureza del lago Baikal, y cómo se había sentido allí, al viento en el que había desaparecido Hassan, y ahora se preguntaba por qué esa certidumbre no había impedido que se sumiera en este pendenciero aturdimiento del espíritu. Sin embargo, como sabría más tarde, en vis
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