– Pues es todo lo que sé. Un poco incompleto, me temo.
– El fosgeno se volatiliza a ocho grados, así que tendría que ser almacenado en depósitos de presión de algún tipo. La palanca, me____________________tros, por hora.plegado por unidad de longitud de línea, pongamos en kilos por meza con la que se quisiera proyectar el gas. Tal como yo lo entiendo, la teoría consiste en dirigir el agente a lo largo de una línea, pongamos contra unas líneas de soldados que avanzaran. Se calcula en peso desdiante un mecanismo apropiado, sencillamente abriría una válvula. La presión en el depósito sería más o menos alta dependiendo de la fuer
– Pongamos mejor toneladas por kilómetros.
– Dios mío. ¿Qué envergadura tiene esto?
– Los chicos del Ministerio de la Guerra ya deben de saberlo, pero la cifra que tengo es de trescientos veinte kilómetros. Usted podría hablar con ellos.
El Cohén tendía a una visión filosófica.
– Imaginemos que el Caballero de las B. no sea un simple terro____________________mente, más tarde, obedecido…cencia en el que su mensaje pueda ser estudiado con calma y posiblemovilidad, en el que la supervivencia dependa de un estado de quiesde que, al fin y al cabo, no se pretenda que mueran las víctimas, tal vez la intención del Mensajero sea benévola, un modo de obligar a la innaba requería cuatro o cinco horas de absoluto reposo-. Así que el fosgeno no es una garantía de muerte segura -dijo el Cohén-. Y puerista sino un ángel, en el antiguo sentido de «mensajero», y que en la letal nube que trae, pese a su olor insoportable, el sofoco corrosivo, hay un mensaje. -Según Coombs De Bottle, algunos sí sobrevivieron a los ataques. Incluso en los casos fatales podría haber un retraso de hasta cuarenta y ocho horas. Se sabía que el tratamiento que funcio
Entonces, una mañana, Lew entró a trompicones en el salón del de____________________litos y los nuta fracción de segundo de diferencia, produciendo la ilusión de la presencia de espíritus que repetían las palabras de los vivos. Los acódo en Colorado, eso habría indicado la visita inminente de un grupo de buen tamaño, sin duda armado y con ganas de apretar el gatillo, en cuyo caso irse de la ciudad no habría sido más que un paso prudente. Pero nadie en particular se presentó por Chunxton Crescent. Lew esperó, pero el lugar sencillamente parecía seguir tal cual, respirando en silencio, los pasillos vacíos, las superficies de las paredes, de dentro y de fuera, devolviendo ecos que llegaban a cada oreja con una dimisayuno y descubrió que todos se habían marchado. Si hubiera ocurrisirvientes andaban por allí como siempre, sin mucho que decir. El Cohén Nookshaft y Madame Eskimov habían desaparecido, Neville y Nigel también, nadie parecía ya al cargo de la institución. Si_guieron llegando los pedidos de carbón, hielo, leche, pan, mantequilla, huevos y queso.
Llovía. La lluvia caía sobre las estatuas del jardín. Goteaba de las na____________________rara, y no había más que hablar.meen. ¿Era ahí adonde habían ido todos, a Suiza? Sin decírselo a Lew, claro. Pistolero a sueldo y todo lo demás, no hacía falta que se enterecían por todas partes entre la correspondencia diaria de Chunxton Crescent, como gotas de sangre en la nieve. Tarjetas postales, sobres de diferentes tamaños que no era probable que hubiera enviado Yashrices de sátiros y ninfas. Lew contempló una fotografía de Yashmeen a la luz gris que entraba a través de las ventanas que daban al jardín. Había recibido una postal suya hacía una semana; llevaba sellos suizos oficiales, así como el membrete rojo brillante del hotel privado del Sanatorium Bópfli-Spazzoletta, y en ella decía que se iba a Buda-Pest, sin explicar el motivo. Una joven despreocupada de turismo por el continente, le pareció a Lew. Salvo que los mismos sellos rojos apa
Repasó sus opciones. Ya no quedaba nadie con quien pudiera ha____________________quilamente a otro gorila.do que Lew pudiera servirles de algo. Pues, en ese caso, muy bien. En esta ciudad habría suficiente trabajo de detective para tener satisfechos a los recaudadores de impuestos, y hacía mucho tiempo que Lew se había establecido por su cuenta. El CRETINO podía contratar tranblar, hasta Otto Ghloix había desaparecido, sin duda estaría de vuelta en su Suiza natal con todos los demás. Lew debería haberse sentido más abandonado de lo que en realidad se sentía, pero extrañamente tenía la impresión de que se había liberado de un mal contrato. Fuera lo que fuese lo que los alterara, a ninguno de ellos se le había ocurri
– ¡Pero es tu destino! -suplicó el Cohén.
– Sí, Lewis, aquí, dale una calada a esto y piénsatelo mejor.
– Lo siento, chicos. No voy a seguir persiguiendo cartas del Tarot, no, de ahora en adelante me dedicaré a maridos angustiados, collares perdidos y venenos exóticos, gracias.
Y aunque no fuese eso exactamente lo que él era -aunque, sin haber deseado ya gran cosa desde hacía tiempo, no fuese eso exacta__sible luna.mente lo que él «quería»-, al menos estaba resuelto a no tener que volver nunca, a no acabar nunca más en el sendero que atravesaba el páramo como recadero de enigmas, aullando a la inexpresiva e insen
Contra el día
El primer destino de Cyprian fue Trieste, donde debía controlar los muelles y el trasiego de emigrantes a América, con viajes espo____________________caciones obvias para la Cuestión Macedonia. El Cielo sabría a qué esotérica oficina irían a parar los informes sobre los Neo-Uskoks de Cyprian.neciendo las antiguas atalayas y anotando en los mapas militares de la región cada diminuta chispa que aparecía en la noche terrestre, su posición en la brújula y su magnitud, siempre preparadas la yesca seca y la parafina para las almenaras de alarma, sin permitirse jamás reposar más de medio minuto antes de la llegada de la luz. Implitañas adentro, y en la actualidad todavía un grupo entregado, para el cual la amenaza de la invasión turca, inmediata y sin piedad, seguía viva y comprobable. Quienes seguían esperando a lo largo de toda la Frontera Militar, noche y día, la fatídica apertura de la brecha, guardo había dominado esta punta del Adriático, siendo por entonces una amenaza tanto para Venecia por mar como para los turcos monrádicos a Fiume y rondas de vigilancia por la fábrica de torpedos Whitehead y el puerto de petróleo, así como por la costa hasta Zengg, sede del cada vez más vigoroso movimiento Neo-Uskok, que debía su nombre a la comunidad de exiliados del siglo XVI que en el pasa
Trieste y Fiume, cada una a un lado de la península de Istria, se habían convertido en puntos a los que convergían aquellos que en Austria-Hungría querían embarcarse con rumbo al oeste. La mayoría de los que formaban aquel fluir diario de almas eran personas hones__nas opuestas de su cuaderno de agente. Tras unos años escribiendo con letras diferentes para que no lo reconocieran, de ahí el exuberante carnaval de identidades que ocupaba su escritura, había vuelto a su letra de colegial, a remotas Vísperas, cuando el antiguo órgano de la capilla aullaba mientras se apagaba la última luz y se cerraba la puerta para la larga noche.tas, aunque bastantes viajaban disfrazadas, lo que obligaba a Cyprian a merodear todo el día por el muelle y llevar detallados registros de quién iba a América, quién volvía, quién estaba aquí por primera vez. Entradas y Salidas, como débitos y créditos, se anotaban en las pági
Al anochecer, se le veía todavía demorándose por los muelles, mi____________________char todas las superficies encaradas al oeste…das partes. Un cielo de carne azul y lechosa que se volvía bermellón hacia el mar, la luz teatralmente coloreada que retrocedía para mandades que decididamente no podían encontrarse en lugares como Zengg. Los marineros, no hacía falta decirlo, criaturas marinas por tonían prioridad. La promesa de la noche…, una densidad de posibilirando al mar. No era el trabajo lo que le retenía, las puestas de sol te
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