Cormac McCarthy - En la frontera

Здесь есть возможность читать онлайн «Cormac McCarthy - En la frontera» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En la frontera: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En la frontera»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Historia de dos adolescentes, Billy y Boyd, de origen campesino, que en medio de un paisaje hostil y huraño irán descubriendo las duras reglas del mundo de los adultos al tiempo que encuentran en la naturaleza el sentido heroico de sus vidas.
Segundo volumen de la llamada «Trilogía de la frontera», En la frontera nos remite a un tiempo inmediatamente anterior al de Todos los hermosos caballos, para centrarse en la historia de dos adolescentes, Billy y Boyd, de origen campesino, que en medio de un paisaje hostil y huraño irán descubriendo las duras reglas del mundo de los adultos al tiempo que encuentran en la naturaleza el sentido heroico de sus vidas. Desde una extraña relación de afecto y complicidad con una loba acosada por los tramperos hasta el asesinato de sus padres a manos de unos cuatreros, el personaje de Billy, protagonista a su vez del último título de la trilogía, Ciudades de la llanura, se verá inmerso en un destino en el que la belleza y la rapiña moral se presentan como los límites inseparables de una misma aventura vital.

En la frontera — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En la frontera», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El chico había dado media vuelta y echado a andar en busca de su caballo. Cuando lo hubo desatado y metido el rifle en su funda, montó y dirigió el caballo calle abajo, justo en el momento en que el alguacil y su grupo pasaban de cuatro y seis en fondo por la alameda, lanzándose voces unos a otros, muchos de ellos ataviados con el recargado traje de los norteños y los charros, rutilantes de trencillas de plata y con las costuras de los pantalones adornadas con conchas de plata. Montaban en sillas con ornamentos de plata y provistas de perillas planas del tamaño de un plato; algunos cabalgaban ebrios y con ademanes de estrafalaria cortesía se quitaban los descomunales sombreros al ver a las mujeres, que a su paso se habían visto forzadas a meterse en casas o en portales. Los perros de caza que iban trotando al lado de los caballos parecían ser los únicos sobrios del grupo y los únicos con una meta clara, y hacían caso omiso tanto de los perros del pueblo que les iban detrás con el pelo del lomo erizado como de cualquier otra cosa. Entre ellos los había negros o negro y canela, pero en su mayor parte eran blueticks traídos a la región años atrás desde el norte, y los había tan semejantes en color y dibujo a los caballos moteados que les acompañaban que parecían hechos con la misma piel. Los caballos andaban tímidamente y cada vez que cabeceaban los jinetes intentaban controlarlos, pero los perros trotaban decididos por la calle como si tuvieran un objetivo fijo.

El chico esperó en la encrucijada a que pasaran. Algunos lo saludaron con la cabeza y le desearon buenos días como si fuera un jinete más, pero si el alguacil lo reconoció al pasar no dio muestra de ello. Cuando los caballos, los perros y todos los demás hubieron pasado, él salió nuevamente al camino y los siguió, y también a la carreta, que ya se desvanecía río arriba en la distancia.

La hacienda cuyo portón cruzaron estaba en un llano situado entre el camino y los deslustrados bancos del río Batopito, y recibía su nombre de las montañas que se elevaban al este, por las que acababan de pasar. Se veía brumosa a lo lejos, en un largo recodo de muros encalados bajo las delgadas agujas verdes de un bosquecillo de cipreses. Aguas abajo había plantaciones de árboles frutales y pacanas que formaban ordenadas hileras. Torció por el largo camino de entrada mientras el grupo de caza entraba por el portón, delante de él. En los sembrados había toros mestizos de largas orejas y lomo giboso de una especie nueva en la región y los peones se irguieron y lo miraron pasar. Él saludó con el brazo, pero ellos se inclinaron y siguieron trabajando con sus azadas cortas.

Al dejar la verja atrás no vio señales del grupo. Un mozo vino a ocuparse de su caballo y él se apeó y le entregó las riendas. El mozo lo evaluó por sus ropas y con un movimiento de cabeza señaló hacia la puerta de la cocina. Al cabo de unos minutos el chico se hallaba sentado a una mesa junto con los del grupo recién llegado, varias docenas en total, comiendo grandes tajadas de carne frita y frijoles y tortillas de harina recién sacadas del comal. Al otro lado extremo de la mesa estaba el carretero .

Pasó por encima del banco con su plato, se sentó y el carretero lo saludó con la cabeza, pero cuando le preguntó por la loba el hombre le dijo que era para la feria y guardó silencio.

Cuando hubo terminado de comer, el chico se levantó, llevó su plato al aparador y preguntó a la cocinera dónde estaba el patrón; ella se limitó a mirarlo y después hizo un amplio gesto con la mano abarcando los millares de hectáreas de tierra que se extendían al norte paralelos al río y que comprendían la hacienda. Él le dio las gracias, se tocó el sombrero, salió y cruzó el patio. Al fondo había cuadras, una bodega o granero y una larga hilera de casas de barro donde se alojaban los trabajadores.

Encontró a la loba en una casilla desocupada. Estaba de pie en un rincón y había dos chicos inclinados sobre la casilla silbándole e intentando escupirle. Recorrió la cuadra buscando su caballo, pero allí no había ningún caballo. Salió y regresó al recinto. De la parte alta del río, adonde habían ido a cazar con los perros, volvían ya el alguacil y su grupo. En el patio trasero de la casa el carretero había enganchado de nuevo su mulo a la carreta y había subido a la caja. El monótono chasquido de las riendas sonó en el recinto como un pistoletazo en la lejanía, y mulo y carreta echaron a andar. Pasaron por la verja en el momento en que el primero de los jinetes y el primero de los perros enfilaban el camino delante de ellos.

Semejante compañía no suele dar paso a mulos y carretas, y el carretero apartó rápidamente el vehículo metiéndose en la hierba del borde del camino para dejarlos pasar, al tiempo que se quitaba el sombrero, hacía una reverencia y buscaba con la mirada al alguacil entre los jinetes que se acercaban. Hizo chasquear las riendas de nuevo. El mulo echó a andar de mala gana y la carreta se ladeó, crujió y traqueteó en el mal terreno de la orilla del camino. Mientras pasaban perros y jinetes el perro que iba en cabeza alzó el hocico, percibió el olor de la carreta en el viento, lanzó un aullido grave, cambió de dirección y siguió al carro, que rodaba pesadamente por el borde del camino. El resto de la jauría se acercó, con los pelos del lomo erizados y sacudiendo los bozales. El carretero , alarmado, miró hacia atrás. Al hacerlo el mulo se encorvó, soltó una coz que hizo tambalear la carreta y echó a correr por los sembrados a galope tendido con los perros gritando detrás.

El alguacil y sus secuaces se irguieron sobre sus estribos y gritaron a los perros, riendo y dando alaridos. Varios de los jinetes más jóvenes espolearon a sus caballos y partieron tras el mulo desbocado, llamando a gritos al carretero y riendo a carcajadas. El carretero se agarró a las tablas y se inclinó sobre el costado para ahuyentar a sombrerazos a los perros que saltaban con la intención de subirse a la carreta. Aun cuando la carreta era alta, tres o cuatro perros empezaron, en efecto, a subirse y hurgar entre la paja ladrando y gimoteando y por último levantando una pata y orinando y dando tumbos y chocando contra los costados del vehículo y salpicando al carretero y salpicándose unos a otros y peleando e irguiéndose después con las patas delanteras apoyadas en las tablas superiores de la carreta y ladrando a los otros perros, que los perseguían por la calle.

Los jinetes los adelantaron entre risas y rodearon la carreta a galope tendido hasta que uno de ellos cogió su reata y arrojó un lazo sobre la cabeza del mulo, al que hizo parar en seco. Sus compañeros lanzaron vítores y después de ahuyentar a los perros a golpes de cabo guiaron la carreta de vuelta al camino. Los perros echaron a correr por los sembrados y las chicas y las jóvenes que allí estaban trabajando chillaron y se llevaron las manos a la cabeza mientras los hombres cogían sus azadas dispuestos a emprenderla a porrazos con aquellos animales. El alguacil llamó al carretero, sacó una moneda de plata del bolsillo y se la lanzó con gran precisión. El carretero cogió la moneda en el aire, se tocó con ella el ala del sombrero y se bajó de la carreta a fin de inspeccionar las tablas y las ruedas de madera toscamente chaveteada y las guarniciones y la vara recién reparada de la carreta. El alguacil miró al chico, que estaba de pie en el camino. Extrajo otra moneda del bolsillo y la arrojó en dirección a él.

Para el americano, dijo en voz alta.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En la frontera»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En la frontera» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cormac McCarthy - Suttree
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - Child of God
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - The Orchard Keeper
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - Cities of the Plain
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - The Crossing
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - The Sunset Limited
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - Droga
Cormac McCarthy
Cormac McCarthy - The Road
Cormac McCarthy
Cormac Mccarthy - No Country For Old Men
Cormac Mccarthy
Cormac McCarthy - All The Pretty Horses
Cormac McCarthy
Отзывы о книге «En la frontera»

Обсуждение, отзывы о книге «En la frontera» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x