• Пожаловаться

David Foenkinos: La delicadeza

Здесь есть возможность читать онлайн «David Foenkinos: La delicadeza» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

David Foenkinos La delicadeza

La delicadeza: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La delicadeza»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la ofi cina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.

David Foenkinos: другие книги автора


Кто написал La delicadeza? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

La delicadeza — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La delicadeza», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Y qué? No importa… A Venecia se va en avión.

– Lo digo por las góndolas. Es una pena no poder montar en góndola, ¿no te parece?

113

Reflexión de otro pensador polaco:

Sólo las velas conocen el secreto de la agonía.

114

Nathalie entró en el cuarto donde solía dormir. Avanzaba a la luz de las velas, pero conocía tan bien cada rincón de la habitación que habría podido moverse a oscuras. Guiaba a Markus, que la seguía, cogiéndola por las caderas. Era la oscuridad más luminosa de su vida. Temía que su felicidad, al ser tan intensa, le privara de sus facultades. Es frecuente que el exceso de agitación paralice. No había que pensar en ello, tan sólo dejarse llevar por cada segundo, por cada respiración como un mundo. Nathalie dejó las velas sobre la mesita de noche. Estaban ahí, uno frente a otro, en el movimiento conmovedor de las sombras.

Nathalie apoyó la cabeza en su hombro, y él le acarició el pelo. Podrían haberse quedado así, de pie, toda la noche. La suya de todas maneras era una relación muy extraña. Pero hacía mucho frío. Era también el frío de la ausencia; nadie iba ya nunca por allí. Era como un lugar que hubiera que reconquistar, en el que hubiera que añadir recuerdos a los recuerdos. Se tendieron bajo las mantas. Markus seguía acariciando sin tregua el cabello de Nathalie. Le gustaba tanto, quería conocer uno a uno cada pelo, familiarizarse con su historia y sus pensamientos. Quería viajar por su cabello. Nathalie se sentía bien con la delicadeza de ese hombre que velaba por no forzar la situación. No obstante, no le faltaba iniciativa. Ya la estaba desnudando, y su corazón latía con una fuerza desconocida.

Nathalie estaba ahora desnuda y pegaba su piel a la suya. Su emoción era tan fuerte que sus movimientos se hicieron más lentos. Una lentitud que casi parecía un repliegue. Markus se dejaba carcomer por el inmenso temor, se volvía desmañado. A Nathalie le gustaron esos momentos en que Markus se mostraba torpe, en que vacilaba. Comprendía que eso era lo que había querido por encima de todo, regresar a los hombres a través de uno que no fuera el clásico conquistador. Redescubrir juntos el manual de instrucciones de la ternura. Había algo muy tranquilizador en la idea de estar con él. Quizá fuera orgulloso o superficial por su parte, pero le parecía que ese hombre siempre se alegraría de estar con ella. Nathalie tenía la sensación de que formarían una pareja extremadamente estable, que nada podría ocurrir, que su ecuación física era un antídoto de la muerte. Nathalie pensaba todo eso a retazos, sin grandes certezas. Sabía sólo que era el momento, y que en esas situaciones, quien decide siempre es el cuerpo. Markus estaba ahora sobre ella. Y ella se aferraba a él.

Las lágrimas resbalaron por sus sienes. Él besó sus lágrimas.

Y de esos besos nacieron otras lágrimas, esta vez las de Markus.

115

Principio del capítulo séptimo de Rayuela, de Julio Cortázar, libro leído por Nathalie al principio de esta novela:

«Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.»

116

Ya estaba ahí el alba. Era casi como si la noche no hubiera existido. Nathalie y Markus habían alternado los momentos de vigilia y de abandono, confundiendo así las fronteras entre sueño y realidad.

– Me gustaría bajar al jardín -dijo Nathalie.

– ¿Ahora?

– Sí, ya verás. Cuando era pequeña, iba siempre por la mañana. Al amanecer hay una atmósfera extraña.

Se levantaron deprisa y se vistieron despacio [13]. Mirándose, descubriéndose bajo la luz fría. Era sencillo. Bajaron la escalera sin hacer ruido, para no despertar a Madeleine. Una precaución inútil, pues apenas dormía cuando tenía visita. Pero no los iba a molestar. Sabía que a Nathalie le gustaba la calma de las mañanas en el jardín (allá cada cual con sus ritos). Hiciera el tiempo que hiciera, siempre que venía a su casa, en cuanto abría los ojos iba a sentarse en el banco. Estaban fuera. Nathalie se detuvo para observar cada detalle. La vida podía avanzar, la vida podía arrasarlo todo, pero allí nada se movía: era la esfera de lo inmutable.

Se sentaron. Había entre ellos un auténtico embeleso, el del placer físico. Algo que era lo maravilloso de los cuentos, de los instantes robados a la perfección. Minutos que uno se graba en la memoria en* el momento mismo en que los vive. Segundos que son nuestra futura nostalgia. «Me siento bien», murmuró Nathalie, y Markus fue verdaderamente feliz. Nathalie se levantó. Él la miró caminar delante de las flores y de los árboles. Deambuló despacio de un lado a otro, como en una dulce ensoñación, dejando que su mano tocara cuanto estaba a su alcance. Allí, su relación con la naturaleza era muy íntima. Entonces se detuvo y se acercó a un árbol.

– Cuando jugaba al escondite con mis primos, había que apoyarse en este árbol para contar. Se hacía largo. Contábamos hasta 117.

– ¿Por qué hasta 117?

– ¡No lo sé! Habíamos decidido ese número, así, sin más.

– ¿Quieres que juguemos ahora? -propuso Markus.

Nathalie le sonrió. Le encantaba que le propusiera jugar. Tomó posición contra el árbol, cerró los ojos y empezó a contar. Markus salió en busca de un buen escondite. Vana ambición: era el reino de Nathalie. Seguro que se sabía los mejores sitios. Mientras buscaba, pensó en todos los rincones donde ella ya se habría escondido. Caminaba por las edades de Nathalie. Con siete años, se habría escondido detrás de ese árbol. Con doce, seguramente se habría ocultado en ese arbusto. De adolescente, habría desdeñado los juegos de su infancia, y habría pasado delante de las zarzas, con un mohín de tristeza. Y al verano siguiente, la niña que se había sentado en el banco era ya una muchacha, soñadora y poeta, con el corazón embargado de esperanza romántica. Su vida de muchacha había dejado huellas en distintos lugares, ¿quizá incluso hubiera hecho el amor detrás de esas flores? François había corrido detrás de ella, tratando de arrancarle el camisón, sin hacer mucho ruido para no despertar a sus abuelos, quedaba el rastro de una carrera desenfrenada y silenciosa por todo el jardín. Hasta que la había alcanzado. Ella había intentado debatirse, sin muchas ganas. Había vuelto la cabeza, soñando con sus besos. Habían rodado por el suelo, y luego ella se había quedado sola. ¿Dónde estaba François? ¿Escondido en alguna parte? Ya no estaba ahí. Ya nunca estaría ahí. En ese lugar ya no había hierba. Nathalie la había arrancado toda, movida por la rabia. Se había quedado postrada ahí durante horas, y los intentos de su abuela de hacerla volver a casa habían sido en vano. Markus, al caminar sobre ese lugar exacto, pisoteaba su dolor. Atravesaba las lágrimas de su amor. Mientras siguiera buscando su escondite, caminaría también sobre todos los lugares donde Nathalie iría en el futuro. Aquí y allá, resultaba conmovedor imaginar la anciana que sería.

Y así fue como, en el corazón de todas las Nathalies, Markus encontró un lugar donde esconderse. Se hizo lo más pequeñito posible. Algo extraño para ese día en que se sentía más grande que nunca. Por todas partes, en su cuerpo, despertaban los impulsos de la inmensidad. Una vez en su escondite, sonrió. Estaba feliz por esperarla, feliz por esperar a que lo descubriera.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La delicadeza»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La delicadeza» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «La delicadeza»

Обсуждение, отзывы о книге «La delicadeza» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.