diadema . No era ni una corona ni una tiara, sino simplemente una gruesa cinta blanca de aproximadamente una pulgada (25 milímetros) de anchura, cada uno de cuyos extremos estaba bordado y a menudo rematado con una orla. Era el símbolo de la soberanía helénica; sólo el rey y/o la reina podían llevarla. Las monedas muestran que se llevaba o bien en la frente o bien detrás del nacimiento del cabello, y se anudaba en la nuca, por debajó del occipucio; los dos extremos colgaban sobre los hombros.
Dieciocho . En este libro se utiliza el término para referirse a las dieciocho centurias más importantes de la primera clase. Véase también caballeros.
dies agonales . Había cuatro dies agonales en el calendario republicano; el 9 de enero, el 17 de marzo, el 21 de mayo y el 11 de diciembre. El significado exacto de agonalis (plural, agonales) es discutido, pero lo que puede constatarse es que en los cuatro dies agonales el Rex Sacrorum sacrificaba un carnero en la Regia. Los dioses que tenían que ver con ello parece ser que eran Júpiter, Jano, Mare, Vediovis y Sol Indiges.
dies nefasti . Unos cincuenta y ocho días del calendario republicano eran señalados nefasti. Durante esos días los ciudadanos no podían entablar un pleito en el tribunal ni en la jurisdicción del pretor urbano, ni tampoco podían celebrarse reuniones de los comitia para votar. Sin embargo, el Senado podía reunirse en dies nefasti, podían celebrarse pleitos en los tribunales permanentes y podían tener lugar contiones en los comitia.
dies religiosi . Días de mala suerte y de malos auspicios. Los había de varias clases, entre los que se encontraban los tres días del año en los cuales el mundus (véase) se abría para permitir que los muertos salieran a deambular, los días en que el santuario de Vesta permanecía abierto en el mes de junio y los días de los ritos de los Salios (véase), sacerdotes de Marte. En los dies religiosi se consideraba malo o traía mala suerte hacer cualquier cosa que se creyese necesaria, como casarse, emprender un viaje para reclutar soldados o celebrar reuniones de los comitia. Tres de esos días cada mes (los días posteriores a las calendas, las nonas y los idus) se consideraban tan aciagos que recibían un nombre especial: dies atri, o los días negros.
dignitas . Como auctoritas (véase), el término latino dignitas tiene connotaciones que no posee la palabra derivada de él en español: «dignidad». Era el prestigio o influencia personal de un hombre en el mundo romano más que su posición política, aunque la posición política se veía muy reforzada si se poseía una gran dignitas. También era la suma total de la integridad, el orgullo, la familia y antepasados, la palabra, la inteligencia, las hazañas, la capacidad, la sabiduría y la valía de un hombre. De todos los valores que un noble romano podía poseer, la dignitas era, probablemente, aquélla acerca de la cual se sentía más protector y sensible. He preferido dejar el término sin traducir en mi libro.
dolabra . Plural, dolabrae. Era la herramienta para cavar que tenían los legionarios, un instrumento híbrido que se parecía en cierto modo a un pico en un extremo y a un azadón en el otro. A no ser que se le encomendase que llevara otra clase de herramienta, cada soldado llevaba una de éstas en el petate.
dórico . Uno de los tres órdenes arquitectónicos griegos. El capitel de una columna dórica (que podía ser lisa o aflautada) era el más sencillo de los tres y se parecía un poco a laparte inferior del platillo de una taza.
dracma . Es el nombre que he escogido para hablar de la moneda helénica en lugar de la romana, porque el dracma es lo que más se aproxima al denario en lo referente al peso, alrededor de 4 gramos. Roma, no obstante, estaba ganando la carrera monetaria a causa del carácter centralizado y uniforme de las monedas romanas; durante la República tardía el mundo empezaba a preferir utilizar monedas romanas en lugar de helénicas.
duumviri . Literalmente «dos hombres». Solía referirse a dos hombres del mismo rango de magistratura a los que se designaba como jueces o se elegía como magistrados superiores de un municipium (véase).
¡Ecastor! ¡Edepol! Las más suaves e inofensivas de las exclamadones romanas de sorpresa o asombro, parecidas a ¡caray! o ¡caramba! Las mujeres empleaban ¡Ecastor! y los hombres ¡Edepol! Su raíz sugiere que invocaban a Cástor y a Pólux.
ecuestre . Perteneciente a los caballeros.
edicta . Singular, edictum. Eran las normas mediante las cuales un magistrado elegido resumía el modo como iba a desarrollar sus deberes de magistrado. Cada magistrado las publicaba cuando comenzaba a ejercer el cargo y se suponía que debía atenerse a ellas durante todo el tiempo que ocupase la magistratura. El hecho de que a menudo no fuera así hizo que se legislase la obligación de hacerlo.
Elimea . Gran franja de tierra muy fértil al este del curso inferior del río Tigris. Se extendía desde el mar Eritreo (Mare Erythraeum, véase) hasta las colinas que rodeaban Susa, y se encontraba en los dominios del rey de los partos.
Eneas . Príncipe de Dardania, en la Tróade. Era hijo del rey Anquises y de la diosa Afrodita (Venus para los romanos). Cuando Troya (Ilium para los romanos) cayó derrotada por las fuerzas de Agamenón, Eneas huyó de la ciudad en llamas llevando a su anciano padre a hombros y el Paladión bajo el brazo. Tras muchas vicisitudes, llegó al Lacio y fundó la raza de la que los verdaderos romanos creían implícitamente ser descendientes. Su hijo, llamado indistintamente Ascanio o Julo, era el antepasado directo de la familia de los Julios; por ello la identidad de la madre de Julo es de cierta importancia. Virgilio dice que Julo era en realidad Ascanio, hijo de Eneas y de Creusa, su esposa troyana, que había acompañado a Eneas en todos sus viajes. Por otra parte, Livio dice que Julo era hijo de Eneas y de Lavinia, su esposa latina. No se sabe lo que creía la familia de los Julios en los tiempos de César. Me inclino del lado de Livio, quien, en conjunto, parece una fuente más fiable que Virgilio; Virgilio estaba demasiado bajo la influencia de Augusto.
epicúreo . Perteneciente al sistema filosófico del griego Epicuro. Originalmente Epicuro había propugnado una clase de hedonismo tan exquisito y refinado que se aproximaba al ascetismo en uno de sus aspectos; es decir, los placeres de un hombre se experimentan mejor de uno en uno y espaciados, saboreándolos tanto que cualquier exceso frustraba la práctica. La vida pública o cualquier trabajo que produjese tensión estaban prohibidos. Estos dogmas sufrieron considerables modificaciones en Roma, de manera que un noble romano podía considerarse epicúreo y aun así desempeñar la carrera política. En los últimos tiempos de la República los principales placeres de un epicúreo eran la comida y el vino.
epítome . Sinopsis o resumen de una obra más larga que consistía más en comprimir la máxima cantidad de información en el menor número de palabras posible que en el estilo literario o en la excelencia literaria. El objetivo del epítome era dar la posibilidad a un individuo de reunir unos conocimientos enciclopédicos sin necesidad de tomarse el trabajo de leer la obra en toda su extensión. Bruto fue muy conocido como autor de epítomes.
esclavo manumitido . También llamados libertos. Aunque técnicamente era un hombre libre (y, si su anterior amo era ciudadano romano, él mismo era ciudadano romano), el esclavo manumitido permanecía bajo el patronazgo de su anterior amo, que era el primero que tenía derecho a disponer de su tiempo y de sus servicios. Tenía pocas oportunidades de ejercer su derecho al voto en cualquiera de las dos asambleas tribales, pues invariablemente se le colocaba en una de las dos grandes tribus urbanas, la Suburana o la Esquilina. No obstante, algunos esclavos que eran extraordinariamente hábiles o faltos de escrúpulos llegaban a amasar grandes fortunas y poder como hombres libres, y así podían asegurar su voto en la asamblea de las Centurias; tales libertos solían lograr que se les trasladase además a una tribu rural, y de este modo podían ejercer por completo el derecho al voto.
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