Nando Cruz - Pequeño circo

Здесь есть возможность читать онлайн «Nando Cruz - Pequeño circo» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Pequeño circo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Pequeño circo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A finales de
los 80, cuando los héroes de la Movida madrileña estaban de capa caída o habían sucumbido a la tentación del mainstream y las multinacionales, surge una nueva generación que, fuertemente influida por el pop-rock independiente británico y norteamericano y por la proclama del punk del «hazlo tú mismo», empieza a gestar un nuevo universo sónico que bascula entre el
noise, el
rock de garaje y el
pop más naíf y etéreo. Al mismo tiempo, de los lugares más insospechados del territorio español, algunos jóvenes deciden montar su sello discográfico, a veces incluso en su casa, sin más medios que un fax, un teléfono y una estantería. También aparecen numerosos fanzines que, a base de corta y pega y fotocopias, se hacen eco de la nueva escena musical; la mayoría de veces para ensalzarla, pero también para parodiarla y denigrarla. Nace así el indie en España. El periodista musical Nando Cruz, tras un año y medio de trabajo y después de entrevistar a más de cien personas, compone por primera vez el apasionante retrato de una generación que, amplificada por una prensa especializada que acogió sus propuestas con un entusiasmo inusitado, se presentó como la alternativa musical de los 90. «Pequeño circo» es un recorrido por aquella década construido a través de las anécdotas, confesiones, epopeyas, ambiciones, errores, trapicheos, éxitos y fracasos de sus protagonistas. Pero entre los recuerdos y reflexiones de los entrevistados, también se cuela una mirada reflexiva y crítica, fruto del análisis y la distancia que proporcionan los más de veinte años transcurridos desde que empezó a cobrar forma aquella escena.

Pequeño circo — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Pequeño circo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

ERIC JIMÉNEZ: En un año, KGB y 091 podían tener diez o doce bolos. Pero en esos conciertos no generabas público y tampoco había salas. Solo había pubs o discotecas grandes en las que tenías que meter un buen equipo de sonido, y como no tenías capacidad de convocatoria, no podías pagarlo.

Estaba todo tan bien pagado por el PSOE que en Granada el mundo del rock llegó a ser un poco pijo. Los grupos decían, «¿cómo voy a ir yo a tocar a Salamanca si no me pagan?». Eso la mayoría de grupos de Andalucía no lo querían hacer. Vivíamos en otro mundo.

ANTONIO ARIAS: Los Cero no necesitábamos apenas salir de Andalucía para vivir de la música. Eras contratable sin necesidad de haber tenido un éxito importante. En el año 82 cobrábamos cuatrocientas mil pesetas de caché. Pillabas diez conciertos de esos y estabas forrado, pero no salías al ámbito nacional. Podías vivir de plazas de toros de Andalucía, pero a lo mejor no habías hecho una sala en dos años.

MANUEL ARANZANA: Nací en Linares en 1965. Cuando entré en Preceptos Devotos, ya tenían el maxi de «Bajada de anfetas». Yo entré al año y grabé otra versión que editó la Junta de Andalucía en un disco76 contra las drogas. Ahí estaban 091, Sendero Luminoso, Dulce Venganza… Me extrañaba que quisieran esa canción para un disco antidrogas, aunque tuvimos que cambiar una frase para que encajase en el rollo del disco. La letra decía, «es muy normal, es muy normal / que con bajada de anfetas todo pueda pasar» y la cambiamos por «es muy normal, es muy normal / cuando salga el sol todo puede pasar».

Eran los 80, cuando todo estaba permitido, y eso nos permitió hacer una gira por toda Andalucía. Podíamos dar treinta conciertos con un caché potente. Yo me dedicaba exclusivamente a la música. Funcionábamos como los grupos de verbena. Ibas como de puta; una puta moderna que toca sus canciones. Hacíamos los cuatro programillas de Canal Sur y con eso nos conformábamos.

BLAS FERNÁNDEZ: Durante los 80 y principios de los 90, había muchos concursos. Eran fundamentalmente municipales. El que partía la pana era el Alcazaba. De ahí salieron Danza Invisible, 091, Tarik y la Fábrica de Colores… Lo organizaba el ayuntamiento de Jerez y tenían el acierto de llamar a gente de Radio 3 para que hicieran de jurado. Eso les aseguraba que luego el concurso tuviera repercusión, por lo menos en Radio 3.

JESÚS ORDOVÁS: He sido jurado de cientos de concursos: en Mallorca, Gijón, Galicia, Jerez, Jaén, Castilla-La Mancha… Desde que empezó Radio 3, fui prácticamente el representante de la emisora en todos los jurados. Cada mes podía ir a dos o tres concursos. Casi todos los fines de semana de mi vida los he dedicado a festivales y a hacer de jurado de concursos.

BLAS FERNÁNDEZ: Había un despilfarro absoluto. En Almería se hizo un concurso en el que no estuve de jurado, pero sí me invitaron a la presentación del disco de los grupos ganadores. Te llevaban a comer a unos restaurantes fantásticos. Preguntabas qué presupuesto habían destinado al disco y era una barbaridad para unos discos que no tenían recorrido alguno.

ERIC JIMÉNEZ: Era el rollo de cuando entra el Partido Socialista en España y da cancha a la cultura. Hay pasta para hacer discos de la diputación, hay pasta para que la gente pinte cuadros, hay pasta para que una televisión regional haga programas de cultura… Pero todo sin ninguna relevancia porque la gente no consumía eso. Era meter pasta en la cultura, pero sin tener muy claro cómo hacer la difusión. No servía absolutamente para nada.

JOSEMA DALTON: Cuando desapareció el Alcazaba, el Certamen de Pop-Rock de San Fernando fue el concurso que llamaba la atención de más grupos andaluces. Los Invitados éramos más o menos lo mismo que Los Hermanos Dalton, pero más verde. En el 88 ganamos el certamen. El premio era un disco que grabamos en el 89, Invitados por error , pero que no tuvo ninguna repercusión. Servía para tu currículum, pero para nada más.

BLAS FERNÁNDEZ: Más allá de los cuatro o cinco programas que hacíamos la gente a la que nos interesaba ese tipo de música, esos discos no llegaban al mercado. Todo eso se hacían con dinero público, con la intención de apuntarse al carro de no sé qué pretendida modernidad.

¿VALEMOS PARA ESTO? ¿VALEMOS PARA ALGO?

ANTONIO ARIAS: Cuando nos pusimos a tocar con el Eric, decíamos, «lo raro será que no nos contraten, ¿no?». Sonábamos fuerte y sonábamos bien.

ERIC JIMÉNEZ: Antonio venía de algo muy blando, y yo de algo muy duro. Pensamos que compaginándolo se podía hacer algo interesante. Buscábamos algo sucio que tuviera la energía del punk y la melodía del pop.

ANTONIO ARIAS: Siempre he tenido buena relación con José Ignacio [Lapido]77 y siempre volvíamos a tocar juntos, pero cuando volvía a 091, pensaba, «no me gusta esta visión del rock tan académica». Me entendía mejor en un entorno más caótico, de montar tu grupo y defenderte solo. Me dijeron, «sabes que en cuanto salgas por esa puerta tu carrera habrá terminado, ¿no?». Y yo respondí, «¡eso es precisamente lo que quiero saber! ¿Valemos para esto? ¿Valemos para algo?». Está claro que, si me iba, perdería todos los contactos, pero a lo mejor me salían otros. Les propuse seguir con ellos mientras tenía los Lagartija Nick, pero me dijeron que no se podía estar en dos sitios a la vez.

ERIC JIMÉNEZ: M.A.R. Pareja tenía un grupo siniestro, Museo de los Sueños. Antes de grabar Hipnosis 78, íbamos a hacer un playback en un programa de marujas de la televisión andaluza. Como faltó Juan [Codorniu], lo invitamos. Daba una imagen de puta madre con el pelo así a lo Robert Smith.

A Juan nos lo recomendó Vicente, un amigo siniestro de Algeciras con el que escuchábamos discos de Psychic TV, Diamanda Galas y Swans en su casa. Eran de lo más siniestro que había. Yo estaba harto del punk y me dio por eso. Luego también acabé hasta los huevos de tanto bute 79.

ANTONIO ARIAS: La diputación hizo varios volúmenes del recopilatorio Rock GRX y en uno de esos llegamos a entrar80. Ahí aún estábamos solo Eric y yo. Las guitarras de esas dos canciones las grabó José Ignacio Lapido.

ERIC JIMÉNEZ: Luego la misma diputación llevaba a los grupos del recopilatorio por mogollón de pueblos de Granada. Era la hostia porque grupos que no tenían ni disco tenían diez o doce fechas de verano a cachés de doscientas mil pesetas. Eran conciertos en fiestas de pueblo. En la primera época de Lagartija Nick, tocamos con La Frontera, Desperados, Seguridad Social…

La gente pasaba muchísimo de nosotros. Incluso a tus colegas se les cortaba el rollo al estar entre abuelas, niñas con carricoches y el tonto del pueblo con un helado. En los pueblos te veían con el pelo cardado y te decían, «¿quién es el chulo de la piara?». A mí me echaron de una caseta por pegarme un morreo con mi novia. Me dijeron, «¡a follar a la calle!».

ANTONIO ARIAS: En Granada existía una escena. Salían grupos como La Guardia. Lo que no había era la mentalidad. Los Cero se emperraron en la necesidad de ser reconocidos, de ser famosos, de ser número uno. A mí el éxito de los demás me encanta, pero no puedes identificarte con eso y decir, «a mí no me hacen caso y a estos, sí». Una manera de seguir en este mundo es la de «tengo que ser famoso porque, si no, no puedo volver a Granada», y la otra es «estamos en un buen punto para hacer cosas». Y lo primero que aprendí fue el aburrimiento de las multinacionales, el desencanto.

ERIC JIMÉNEZ: En Granada había sellos, pero era todo muy cutre. No había afición de montar una oficina o una compañía de discos. Las contrataciones las manejaban los cuatro tíos que tenían orquestas y traían al grupo de moda. No tenía nada que ver con montar un sello y darle una identidad.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Pequeño circo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Pequeño circo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Melissa la Cruz - Frozen
Melissa la Cruz
Fernando Cruz - Caña moral
Fernando Cruz
libcat.ru: книга без обложки
Nanu González
Carlos César Arbeláez - La chica del circo
Carlos César Arbeláez
Luis Alberto de la Cruz Cruz - El búfalo de agua. Tomo 2
Luis Alberto de la Cruz Cruz
Jorge Ladino Gaitán Bayona - Columbus circo
Jorge Ladino Gaitán Bayona
Alfredo Gaete Briseño - El regreso del circo
Alfredo Gaete Briseño
Betsy Cornwell - El Circo de la Rosa
Betsy Cornwell
Barbara Cartland - La Adivinadora del Circo
Barbara Cartland
Отзывы о книге «Pequeño circo»

Обсуждение, отзывы о книге «Pequeño circo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x