¡Se agradecido!
Cosas que se agradecen:
– La Vida
– El Amor
– La Fe
– La Familia
– La Salud
– Los amigos.
– El Buen Sexo.
Mira, piensa en lo siguiente, imagina que estas muerto, ya no sientes, ya no estás! ¡Desapareciste!
Ahora, vuelve a la vida.
Siente, quiere, ama, vive. ¡Vive!
Piensa que este es el último día de tu vida y lo gozarás mucho más. ¡Prueba!
Aprender a Volar
Desarrollo personal.
Tú puedes.
“El rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al Maestro del Palacio para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de ellos estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a Palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.
El rey mandó llamar a los curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la Corte, pero nada sucedió.
Por la ventana de sus habitaciones, el Monarca podía ver que el ave continuaba inmóvil. Publicó por fin un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente vio al halcón volando en los jardines.
– Traedme al autor de ese milagro – dijo.
En seguida le presentaron a un campesino.
– ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿cómo lo hiciste? ¿eres mago acaso?.
Entre feliz e intimidado, el hombrecito sólo le explicó:
– “No fue difícil su Alteza, sólo le corté la rama. El pájaro se dio cuenta que tenía alas y se echó a volar.”
¿Sabes que tienes alas?
¿Sabes que puedes volar?
¿A qué estás agarrado?
¿De qué no te puedes soltar?
¿Qué está esperando tu rama para romperse?
¿Quién o qué la puede cortar?
¿Cuáles son las razones que hoy te impiden levantar el vuelo?
Nadie vendrá a rescatarte.
Nadie cortará la rama.
Tú eres el mago.
Conclusión:
•Debes atreverte a tomar nuevos caminos.
•Debes quitarte las amarras del pasado.
•Debes de quitarte de la mente el estado de confortabilidad.
Recibimos lo que Damos
Resultados:
De nosotros mismos depende
Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De pronto el hijo se cae, se lastima y grita:
–“Ahhhh!!”.
Para su sorpresa, oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña: “Ahhhh!”
Con curiosidad el niño grita: –“¿Quién está ahí?”
Y escucha: “¿Quién está ahí? “.
Enojado con la respuesta, el niño grita:
–“¡Cobarde!”.
Y recibe de respuesta: “¡Cobarde”.
El niño mira a su padre y le pregunta: –“¿Qué sucede?”
El padre le contesta: “Presta atención hijo”. Y grita:
“¡Te admiro!”.
Y la voz responde: “¡Te admiro!”
“¡Eres un campeón!” “¡Eres un campeón!”
Y el padre le explica: “la gente lo llama ECO”, pero en realidad es la VIDA... que te devuelve todo lo que haces...
Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.
Si deseas más amor en el mundo,
crea más amor a tu alrededor.
Si deseas felicidad, da felicidad
a los que te rodean.
Si quieres una sonrisa en el alma, dirige una sonrisa al alma de los que conoces.
Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso... exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida, no es una coincidencia, es un reflejo de ti.
Alguien dijo: “Si no te gusta lo que recibes
de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando!!”.
La vida es como un espejo:
Recibimos lo que damos
Damos lo que tenemos
Somos lo que vemos.
Solo tú te puedes engañar a ti mismo.
Es la hora de revisarse a fondo. Y cambiar lo que sea necesario, para ser: Una mejor persona.
Como Esposo, como Padre, como Hijo, como Amigo, como Empleado, como Profesional, como Empresario.
¿Qué estas aportando al mundo?
Camino al Éxito
Ingredientes del ÉXITO.
El camino al éxito no es recto.
Hay una curva llamada falla,
un periférico llamado confusión,
topes llamados amigos,
luces de Precaución llamada familia,
y tendrás pinchaduras llamados trabajos.
Pero...si tienes refacción llamada determinación, un motor llamado perseverancia,
un seguro llamado fe,
un conductor llamado Jesús,
llegarás a un sitio llamado éxito!
Los Pequeños Detalles
Virtudes
Trabajo con Amor
El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara, se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.
Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá.
Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día.
Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.
Todas las relaciones, familia, matrimonio, noviazgo o amistad, se basan en detalles.
Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.
Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha.
Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza.
No desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta.
Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son insignificantes.
En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.
¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono.
Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. No lo dejes para después por parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...
Depende de la Forma
Comunicación.
Es importante cómo lo dices,
dónde lo haces y cómo lo haces.
Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
–¡Qué desgracia, mi señor!, exclamó el sabio.
Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.
–¡Qué insolencia! gritó el sultán enfurecido, – ¿cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡fuera de aquí!.
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