Los paganos adoraban a las serpientes. Las serpientes habían sido desprestigiadas, en la tradición bíblica, desde aquel asunto de la tentación de Adán, pero América era un cariñoso serpentario. El ondulante reptil anunciaba buenas cosechas, rayo que llamaba a la lluvia, y en cada nube vivía una serpiente de agua. Y era una serpiente emplumada el dios Quetzalcóatl, que por los caminos del agua se había ido.
Enero
21
Ellos caminaban sobre las aguas
En el año 1779, el conquistador inglés James Cook asistió a un espectáculo muy raro, en la isla de Hawaii.
Era una diversión tan peligrosa como inexplicable: en la bahía de Kealakekua, los nativos disfrutaban parándose sobre las olas y dejándose llevar.
¿Habrá sido Cook el primer espectador del deporte que ahora llamamos surf?
Quizá se trataba de algo más que eso. Quizás había algo más en ese ritual de las olas. Al fin y al cabo, estos primitivos creían que el agua, madre de todas las vidas, era sagrada, pero no se arrodillaban ni se inclinaban ante su divinidad. Sobre la mar caminaban, en comunión con su energía.
Tres semanas después, Cook fue acuchillado por esos caminantes del agua. El generoso navegante, que ya había regalado Australia a la corona británica, se quedó con las ganas de regalar Hawaii.
Enero
22
La mudanza de un reino
En este día de enero de 1808, llegaron a la costa de Brasil, sin pan y sin agua, los extenuados navíos que dos meses antes habían partido de Lisboa.
Napoleón pisoteaba el mapa de Europa, y ya estaba atravesando la frontera de Portugal cuando se desató la estampida: la corte portuguesa, obligada a cambiar de domicilio, se marchaba al trópico.
La reina María encabezó la mudanza. Y tras ella fueron el príncipe y los duques, condes, vizcondes, marqueses y barones, con las pelucas y los fastuosos atuendos que después heredó el carnaval de Río de Janeiro. Y detrás, amontonados en el desespero, venían sacerdotes y jefes militares, cortesanas, costureras, médicos, jueces, notarios, barberos, escribientes, zapateros, jardineros…
La reina María no andaba muy bien de la cabeza, por no decir que estaba loca de remate, pero ella pronunció la única frase cuerda que se escuchó en medio de aquel manicomio:
—¡No corran tanto, que va a parecer que estamos huyendo!
Enero
23
Madre civilizadora
En 1901, al día siguiente del último suspiro de la reina Victoria, comenzaron en Londres sus solemnes pompas fúnebres.
No fue fácil la organización. Merecía una gran muerte esa reina que había dado nombre a toda una época y había dado ejemplo de abnegación femenina vistiendo luto, durante cuarenta años, en memoria de su difunto marido.
Victoria, símbolo del imperio británico, dueña y señora del siglo diecinueve, había impuesto el opio en China y la vida virtuosa en su nación.
En el centro de su imperio, eran lectura obligada las obras que enseñaban a respetar las buenas maneras. El Libro de etiqueta, de lady Gough, publicado en 1863, desarrollaba algunos de los mandamientos sociales de la época: había que evitar, por ejemplo, la intolerable proximidad de los libros de autores con los libros de autoras en los estantes de las bibliotecas.
Los libros sólo podían juntarse si el autor y la autora estaban unidos en matrimonio, como era el caso de Robert y Elizabeth Barrett Browning.
Enero
24
Padre civilizador
En 1965, murió Winston Churchill.
En 1919, cuando presidía el British Air Council, había ofrecido una de sus frecuentes lecciones del arte de la guerra:
No consigo entender tantos remilgos sobre el uso del gas. Yo estoy muy a favor del uso de gas venenoso contra las tribus incivilizadas. Eso tendría un buen efecto moral y difundiría un perdurable terror.
Y en 1937, hablando ante la Palestine Royal Commission, había ofrecido una de sus frecuentes lecciones de historia de la humanidad:
Yo no admito que se haya hecho nada malo a los pieles rojas de América, ni a los negros de Australia, cuando una raza más fuerte, una raza de mejor calidad, llegó y ocupó su lugar.
Enero
25
El derecho a la picardía
El pueblo de Nicaragua celebra al Güegüence, y ríe con él.
En estos días, días de su fiesta, las calles se vuelven escenarios donde este pícaro cuenta, canta y baila, y por su obra y gracia todos se vuelven cuenteros, cantores y bailanderos.
El Güegüence es el papá del teatro callejero en América Latina.
Desde el principio de los tiempos coloniales, él viene enseñando las artes del maestro enredador:
—Lo que no puedas ganar, empátalo. Lo que no puedas empatar, enrédalo.
Y desde aquel entonces, de siglo en siglo, el Güegüence no ha parado de hacerse el tonto, inventón de palabras que nada significan, maestro de diabluras que el Diablo envidia, deshumillador de los humillados, jodón, jodido, jodedor.
Enero
26
Segunda fundación de Bolivia
En el día de hoy del año 2009, el plebiscito popular dijo sí a la nueva Constitución propuesta por el presidente Evo Morales.
Hasta este día, los indios no eran hijos de Bolivia: eran nada más que su mano de obra.
En 1825, la primera Constitución otorgó la ciudadanía al tres o cuatro por ciento de la población. Los demás, indios, mujeres, pobres, analfabetos, no fueron invitados a la fiesta.
Para muchos periodistas extranjeros, Bolivia es un país ingobernable, incomprensible, intratable, inviable. Se equivocan de in: deberían confesar que Bolivia es, para ellos, un país invisible. Y eso nada tiene de raro, porque hasta el día de hoy, también Bolivia había sido un país ciego de sí.
Enero
27
Para que escuches el mundo
Hoy nació, en 1756, Wolfgang Amadeus Mozart.
Siglos después, hasta los bebés aman la música que nos dejó.
Está comprobado, muchas veces y en muchos lugares, que el recién nacido llora menos y duerme mejor cuando escucha la música de Mozart.
Es la mejor bienvenida al mundo, la manera mejor de decirle:
—Ésta es tu nueva casa. Y así suena.
Enero
28
Para que leas el mundo
Cuando la imprenta aún no existía, el emperador Carlomagno formó amplios equipos de copistas, que en Aquisgrán crearon la mejor biblioteca de Europa.
Carlomagno, que tanto ayudó a leer, no sabía leer. Y analfabeto murió, a principios del año 814.
Enero
29
Callando digo
Hoy nació Anton Chejov, en 1860.
Escribió como diciendo nada.
Y dijo todo.
Enero
30
La catapulta
En 1933, Adolfo Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Poco después, celebró un acto inmenso, como correspondía al nuevo dueño y señor de la nación.
Modestamente, gritó:
—¡Yo estoy fundando la Era de la Verdad! ¡Despierta, Alemania! ¡Despierta!,
y los cohetes, los fuegos artificiales, las campanas de las iglesias, los cánticos y las ovaciones multiplicaron los ecos.
Cinco años antes, el partido nazi había obtenido menos del tres por ciento de los votos.
El salto olímpico de Hitler hacia la cumbre fue tan espectacular como la simultánea caída hacia el abismo de los salarios, los empleos, la moneda y todo lo demás.
Alemania, enloquecida por el derrumbamiento general, desató la cacería contra los culpables: los judíos, los rojos, los homosexuales, los gitanos, los débiles mentales y los que tenían la manía de pensar demasiado.
Enero
31
De viento somos
Hoy nació, en 1908, Atahualpa Yupanqui.
En la vida fueron tres: la guitarra, el caballo y él. O cuatro, contando el viento.
FEBRERO
Читать дальше