Cuando le llegó este último día, Manuela enfrentó al pelotón de fusilamiento sin venda en los ojos. Y preguntada si tenía algo que decir, contestó, en su lengua:
—Manapi.
Nada.
Enero
9
Elogio de la brevedad
Hoy se publicó, en Filadelfia, en 1776, la primera edición de Sentido común.
Thomas Paine, el autor, sostenía que la independencia era un asunto de sentido común contra la humillación colonial y la ridícula monarquía hereditaria, que tanto podía coronar a un león como a un burro.
Este libro de cuarenta y ocho páginas se difundió más que el agua y el aire, y fue uno de los papás de la independencia de los Estados Unidos.
En 1848, Karl Marx y Friedrich Engels escribieron las veintitrés páginas del Manifiesto comunista, que empezaba advirtiendo: Un fantasma recorre Europa… Y ésta resultó ser la obra que más influyó sobre las revoluciones del siglo veinte.
Y veintiséis páginas sumaba la exhortación a la indignación que Stéphane Hessel difundió en el año 2011. Esas pocas palabras ayudaron a desatar terremotos de protesta en varias ciudades. Miles de indignados invadieron las calles y las plazas, durante muchos días y noches, contra la dictadura universal de los banqueros y los guerreros.
Enero
10
Distancias
Tosiendo marchaba el coche.
Y a los tumbos, apilados dentro del coche, viajaban unos músicos. Ellos iban a alegrar una reunión de campesinos, pero ya llevaban un largo rato perdidos en los hirvientes caminos de Santiago del Estero.
Los despistados no tenían a quién preguntar. Nadie había, nadie quedaba, en aquellos desiertos que habían sido bosques.
Y de pronto apareció, en una nube de polvo, una niña en bicicleta.
—¿Cuánto falta? —preguntaron.
Y ella dijo:
—Falta menos.
Y en el polvo se fue.
Enero
11
El placer de ir
En 1887 nació, en Salta, el hombre que fue Salta: Juan Carlos Dávalos, fundador de una dinastía de músicos y poetas.
Según dicen los decires, él fue el primer tripulante de un Ford T, el Ford a bigote, en aquellas comarcas del norte argentino.
Por los caminos venía su Ford T, roncando y humeando.
Lento, venía. Las tortugas se sentaban a esperarlo.
Algún vecino se acercó. Preocupado saludó, comentó:
—Pero don Dávalos... A este paso, no va a llegar nunca.
Y él aclaró:
—Yo no viajo por llegar. Viajo por ir.
Enero
12
La urgencia de llegar
En esta mañana del año 2007, un violinista ofreció un concierto en una estación de metro de la ciudad de Washington.
Apoyado contra la pared, junto a un tacho de basura, el músico, que más parecía un muchacho de barrio, tocó obras de Schubert y otros clásicos, durante tres cuartos de hora.
Mil cien personas pasaron sin detener su apurado camino. Siete se detuvieron durante algo más que un instante. Nadie aplaudió. Hubo niños que quisieron quedarse, pero fueron arrastrados por sus madres.
Nadie sabía que él era Joshua Bell, uno de los virtuosos más cotizados y admirados del mundo.
El diario The Washington Post había organizado este concierto. Fue su manera de preguntar:
—¿Tiene usted tiempo para la belleza?
Enero
13
Tierra que brama
En el año 2010, un terremoto tragó buena parte de Haití y dejó más de doscientos mil muertos.
Al día siguiente, Pat Robertson, telepredicador evangélico, lo explicó desde los Estados Unidos: este pastor de almas reveló que los negros haitianos eran culpables de su libertad. El Diablo, que los había liberado de Francia, les estaba pasando la cuenta.
Enero
14
La maldición haitiana
El terremoto de Haití había culminado la larga tragedia de un país sin sombra y sin agua, que había sido arrasado por la voracidad colonial y la guerra contra la esclavitud.
Los amos destronados lo explican de otra manera: el vudú tenía y tiene la culpa de todas las desdichas. El vudú no merece ser llamado religión. No es más que una superstición venida del África, magia negra, cosa de negros, cosa del Diablo.
La Iglesia Católica, donde no faltan fieles capaces de vender uñas de los santos y plumas del arcángel Gabriel, logró que esa superstición fuera legalmente prohibida en Haití, en 1845, 1860, 1896, 1915 y 1942.
En los últimos tiempos, el combate contra la superstición corre por cuenta de las sectas evangélicas. Las sectas vienen del país de Pat Robertson: un país que no tiene piso 13 en sus edificios ni fila 13 en sus aviones, donde son mayoría los civilizados cristianos que creen que el mundo fue fabricado por Dios en una semana.
Enero
15
El zapato
En 1919, la revolucionaria Rosa Luxemburgo fue asesinada en Berlín.
Los asesinos la rompieron a golpes de fusil y la arrojaron a las aguas de un canal.
En el camino, ella perdió un zapato.
Alguna mano recogió ese zapato, tirado en el barro.
Rosa quería un mundo donde la justicia no fuera sacrificada en nombre de la libertad, ni la libertad fuera sacrificada en nombre de la justicia.
Cada día, alguna mano recoge esa bandera.
Tirada en el barro, como el zapato.
Enero
16
La ley mojada
En el día de hoy de 1920, el Senado de los Estados Unidos aprobó la Ley Seca.
Así se confirmó, una vez más, que la prohibición es la mejor publicidad: gracias a la Ley Seca, florecieron la fabricación y el consumo de los licores prohibidos y Al Capone y los suyos mataron y ganaron más que nunca.
En 1933, el general Smedley Butler, que había dirigido a los marines de los Estados Unidos a lo largo de dieciséis condecoraciones, confesó que los éxitos de Al Capone en Chicago habían inspirado a sus muchachos en tres continentes.
Enero
17
El hombre que fusiló a Dios
En 1918, en Moscú, en plena efervescencia revolucionaria, Anatoli Lunacharski encabezó el tribunal que juzgó a Dios.
Una Biblia fue sentada en el banquillo de los acusados.
Según el fiscal, Dios había cometido, a lo largo de la historia, numerosos crímenes contra la humanidad. El abogado de oficio alegó que Dios era inimputable, porque padecía demencia grave; pero el tribunal lo condenó a muerte.
Al amanecer del día de hoy, cinco ráfagas de ametralladora fueron disparadas al cielo.
Enero
18
Agua sagrada
En los tiempos de la Santa Inquisición, los españoles que se bañaban eran sospechosos de herejía musulmana.
De Mahoma provenía la adoración del agua.
Mahoma había nacido en el desierto, allá por el año 570, y en el desierto, reino de la sed, había fundado la religión de los perseguidores del agua.
Él decía lo que Dios, llamado Alá, le había mandado decir: en el camino de la salvación, había que rezar cinco veces al día, flexionando el cuerpo hasta que el mentón tocara el suelo, y antes de cada plegaria era preciso purificarse con agua.
—La limpieza es la mitad de la fe —decía.
Enero
19
Con él nació una era
En 1736, nació el escocés James Watt.
Dicen que él no inventó la máquina de vapor, pero en todo caso fue él quien supo desarrollarla, sin mayores pretensiones, y en un modesto taller engendró la fuente de energía de la revolución industrial.
A partir de entonces, de aquella máquina nacieron otras máquinas, que convirtieron a los campesinos en obreros, y a ritmo de vértigo el día de hoy se hizo mañana y el día de ayer fue enviado a la prehistoria.
Enero
20
Sagrada serpiente
En 1585, en su tercer concilio, los obispos de México prohibieron que se pintaran o esculpieran serpientes en los muros de las iglesias, en los retablos y en los altares.
Para entonces, los extirpadores de la idolatría ya habían advertido que esos instrumentos del Demonio no provocaban repulsión ni espanto entre los indios.
Читать дальше