Fernanda Faricelli - Alta en el cielo

Faricelli, Fernanda

Alta en el cielo / Fernanda Faricelli. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.

70 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-87-0500-2

1. Narrativa Argentina. 2. Novelas. I. Título.

CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: info@autoresdeargentina.com

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

A mi padre, a mi madre...

A mis abuelos y tíos...

Son las estrellas que me acompañan desde el Cielo...

A el Universo por las fuerzas...

A todos los lectores que leyeron y leen mis novelas...

A “Los días de Amparo” y “Cartas de Roma”...

A el Arte… por existir y cruzarse en mi camino...

Prólogo

*Fernanda nos vuelve a deleitar, en su tercera obra literaria, con su más cautivante relato. Con apasionada impronta logra conducirnos por los diferentes matices de la vida misma, los logros, los fracasos, los miedos, el amor…

Recurriendo a sus vastos conocimientos de la psicología humana consigue incorporar entre sus líneas aquellos elementos teóricos, tan complejos e insondables, haciéndonos reflexionar y emocionar a la vez.

Los invito a un viaje en que no faltará la esencia de una autora sensible e inteligente.

Rocío S. Fernández, Profesora en Ciencias de la Educación

(Rosario- Santa Fe).

*Es para mí un gran orgullo y placer poder acompañar a Fernanda en su tercer libro, amén de un compromiso importante. Esta joven escritora de pluma ágil, vivaz y plástica nos permite sentir y vivir con los personajes sintiéndonos parte de la misma obra. En su tercer trabajo literario aborda un tema de suma importancia en nuestro tiempo actual. Ojalá que las páginas de este libro y la fortaleza para escribir de Fernanda ayude a muchas personas a poner en palabras temas hondos y delicados que vivencian muchas niñas y niños.

Miguel Rodrigo, Profesor de Filosofía

(Puán - Buenos Aires).

*Decía Borges que la única obligación que tiene el escritor, es ser sincero con su arte. Y Fernanda lo es. Nos muestra, libro tras libro, toda su esencia y perfil como escritora. Su primera novela “Los días de Amparo” es un relato crudo de sus vivencias más profundas, y un solaz donde pudo conjurar sentimientos que desbordaban y urgían salir. Pero es ya en su segunda creación cuando la podemos apreciar en toda su sinceridad literaria. Sus personajes, la creación de climas y situaciones cotidianas que toman un vuelo propio guiados por la mano inequívoca de la autora. Leemos sus párrafos y apreciamos un estilo característico que se va consolidando página tras página, idea tras idea. Dueña de una facilidad envidiable al momento de producir sus escritos, en esta esperada tercera realización, no nos queda otra expectativa más que decir como el gran pensador: “esto que he leído no podría haber sido conjurado más que por la mano y la imaginación de Fernanda”.

Verónica Silvia Fernández, Profesora en Ciencias de la Educación. (Rosario - Santa Fe).

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Apertura Enero de 2013

La semana pasada la señorita Silene Ferrer inauguró su tienda de carteras y collares. Lo hizo con éxito, acompañada por sus padres y fieles clientas. Durante ocho años se dedicó a elaborar y a diseñar los productos imponiéndoles su estilo. Comenzó vendiendo en ferias, a domicilio, por encargue, o mediante su página de Facebook. Hasta que finalmente recaudó el dinero suficiente, su marca se posicionó, la clientela creció y logró con tenacidad abrir las puertas de “S. Ferrer”, tienda ubicada en el centro comercial de Rosales, ciudad pequeña de Catamarca que la vio desarrollarse como mujer y empresaria.

Al parecer, la vida privada de esta joven de treinta años es un gran misterio. Al vivir y crecer en una ciudad chica, es muy común que las personas se conozcan y suelan comentar. Se dice que sólo vive para trabajar, que va del local a su casa, y así todos los días; hasta incluso los fines de semana. Es muy correcta y agradable, pues vive de las compras que la gente realiza en su negocio, no podría ser de otra manera. Esto no quita que sea sumamente reservada y hermética con las cuestiones personales.

Sus clientes y conocidos lo saben, y por eso casi nadie se atreve a interrogarla con preguntas comunes como: “¿tiene novio?” o “¿usted desea ser madre?”; pues su rostro se transforma en segundos ante estas incógnitas ajenas.

Es hija única y proviene de una familia clase media de inmigrantes españoles. Sus padres son docentes jubilados que llegaron a Argentina a finales de los años ochenta, siendo Silene una niña de aproximadamente cinco años.

A la fecha vivía sola en una restaurada y colorida vivienda; propiedad de su abuela materna fallecida en 2001.

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Crecimiento

Luego de la flamante apertura del local, siguió trabajando férreo, más que nunca. Le ponía alma, corazón y vida a ese sitio. Era su refugio, dónde depositaba toda su libido y energía. A veces se la veía por más de doce horas corridas dedicada a las tareas de su pequeña pero floreciente empresa. Cuando viajaba, lo hacía sola. Otro matiz de su reservada personalidad. A regañadientes la dejaba a su madre a cargo de la tienda con estrictas indicaciones. Tenía fama de obsesiva y perfeccionista.

Cuando el negocio cumplió un año, tomó la decisión de contratar por fin a una empleada. Se la veía agotada y estresada, era el momento de solicitar ayuda, y los números finalmente le cerraban para hacerlo.

La elegida fue María, como empleada part - time del comercio. Le costó bastante a la señorita Ferrer, pues a ella siempre le representaba un problema confiar en los demás, por eso jamás accedía al fiado y todo el mundo lo sabía.

Luego de pensarlo un tiempo y evaluarlo fríamente, como solía hacer con todo, se animó a pedir referencias a alguna de sus clientas a las que consultó también sobre un contador confiable y tenaz para llevar adelante sus finanzas.

Fue entonces, que la señora Recalde, con quién Silene tenía una afinidad particular, le recomendó con firmeza al contador público Alejo Formentín.

Un hombre de unos cuarenta años; apuesto, elegante y al parecer muy honesto. Recientemente separado y padre de una niña de seis años llamada Cielo.

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Mover fibras

Como un viento inesperado y su consecuente cambio de temperatura, el comentario se extendió por toda la ciudad con costumbres de pueblo y pocos habitantes.

¡La extraña señorita Ferrer por fin estaba de novia! El afortunado: nada menos que su contador.

No se conocían detalles de cómo pasó, sí aseguraban que a Silene este hombre logró llegarle a lo más profundo del corazón.

El asombro y los interrogantes se sucedían. Era de suponer. Las miradas iban y venían sobre el hombre que había sabido ganarse a la soltera más codiciada y también su celosa confianza.

Se decía que Alejo era exitoso como profesional, pero muy sufrido a nivel personal. Su ex pareja y madre de su hija, Carola Albarece, lo habría dejado repentinamente. Según fuentes fidedignas, ella se enamoró ciegamente de Walter Droveta. Un hombre más joven, atractivo, canchero, con fama de buen amante y poco amigo de la laboriosidad. Circunstancias que también generaron opiniones contradictorias.

La pequeña Cielo vivía con Carola, Walter y su amado perrito Lalo. Alejo pasaba sus días en soledad en una casa grande, estilo colonial, a unas diez cuadras del domicilio de su primogénita.