González Montero, Sebastián Alejandro
Outsiders / Sebastián Alejandro González Montero. -- Bogotá : Ediciones Unisalle, 2018.
244 páginas ; 21 cm.
ISBN 978-958-5400-90-0
1. Conflicto armado - Aspectos sociales - Colombia 2. Violencia política - Colombia 3. Víctimas del conflicto armado - Colombia I. Tít.
303.6 cd 21 ed.
A1591888
CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango
ISBN impreso: 978-958-5400-90-0
ISBN digital: 978-958-5400-91-7
Primera edición: Bogotá D. C., abril del 2018
© Derechos reservados, Universidad de La Salle
Ediciones Unisalle
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Dirección editorial
Alfredo Morales Roa
Coordinación editorial
Camilo Sierra Sepúlveda
Corrección de estilo
Irina Florián Ortiz
Diagramación
Nancy Patricia Cortés Cortés
Diseño de portada
Giovanny Pinzón Salamanca
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley.
Hecho en Colombia
Contenido
Introducción
Mustang
§ 1. Potencia
§ 2. Enfoque de capacidades
§ 3. Activo (o alegría)
§ 4. Reactivo (o tristeza)
Ira y miedo
§ 1. Miedo
§ 2. Ira
§ 3. Supervivencia
§ 4. Subsistir como pasión
Tiempos de ira
§ 1. No +
§ 2. El problema del sentido
§ 3. Ética de la alegría
§ 4. La alegría como fundamento político
Conclusión
Tristeza y miedo
§ 1. Y sí hubo tiempo para la tristeza
§ 2. Potencia
§ 3. Tristeza
§ 4. El problema de vivir juntos
§ 5. Experimentación colectiva y redes
Colombian troubles
§ 1. Fracasos gremiales
§ 2. Dignidad
§ 3. “Ce qu’il y a de certain c’est que moi, je ne sui pas marxiste”
§ 4. Libertad
§ 5. Conclusiones
Outsiders
§ 1. Jovialidad
§ 2. Devenir
§ 3. Historias de vida
§ 4. Outsiders
Excursus. El Segundo
§ 1. Primitivo
§ 2. Horribles tiempos
§ 3. Conclusiones
Bibliografía
Introducción
Aquí nos ocupamos del contemporáneo conflicto armado en Colombia. Por supuesto, lo hacemos instalados en las ya numerosas investigaciones sobre la historia de la violencia y la guerra, especialmente la desarrollada por el Grupo de Memoria Histórica (GMH) en el informe ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad (2013). Es de señalar que, no obstante, en el escenario de la reconstrucción de la memoria histórica, también hemos apostado por una perspectiva particular en el trabajo con el pasado que ha servido para ofrecer una visión interesante —al menos, eso creemos— de las cosas ocurridas en el país. Unos segundos alcanzan para señalar el camino recorrido de la investigación y para una breve introducción acerca de las herramientas teóricas utilizadas. Para ver nuestros asuntos avanzar y para los detalles y delicadezas de los desarrollos conceptuales de la investigación, hace falta tomarse el tiempo de transitar por el conjunto de la escritura.
Mustang
Se dice hace tiempo que la realidad es fundamentalmente discontinua, cambiante y heterogénea (Bogard, 1998, pp. 54-55). Se trata de una afirmación ontológica que ha tenido como especial correlato la prescripción metodológica según la cual existen elementos de la realidad que no pueden ser captados en el nivel comprehensivo de la descripción continua de eventos, agentes, causalidades y procesos. Son muchos los detalles interesantes del debate teórico que las ideas de discontinuidad y heterogeneidad, en su momento, propiciaron.1 No decimos, por supuesto, que el asunto haya sido cerrado, ahora que es igualmente interesante subrayar la orientación metodológica de la investigación social fertilizada por la tesis ontológica en cuestión. Por nombrar solamente dos casos específicos: en sociología y en historia, la afirmación de la discontinuidad y heterogeneidad de la realidad ha tenido como resultado (entre otros) las visiones “micro” de la descripción empírica. Resultado cuya importancia es valiosa, tanto en la construcción y puesta en marcha de instrumentos de descripción de lo cotidiano, lo sutil, lo singular, lo pequeño, como en el problema de cómo ascender hacia la perspectiva troncal de la historia.2
Dedicarse a las singularidades y el devenir es algo más que una línea de trabajo aparentemente avant-garde. No es para sonar cool que hacemos esto. Nuestra investigación trata sobre el devenir, sobre seres potentes y activos y sobre sus rasgos característicos. Lo que tiene fuente, en efecto, en la conocida desconfianza por los grandes relatos y por las nostalgias metafísicas de quienes aman las figuras de la completitud (i. e. el espíritu, la nación, el partido, los prohombres,3 etc.). La fuente de nuestro trabajo es, en el fondo, la elección por otros caminos de abstracción en filosofía: las tendencias de la investigación social que tienen fuente en la ontología pluralista de la discontinuidad y lo múltiple hacen verdaderos mapas de singularidades como método alternativo a la búsqueda de generalidades a partir de casos o ejemplos (Ginzburg, 1993, pp. 27-28; Deleuze, 2015b, pp. 10-13).
La decisión ha sido especialmente útil por el sencillo hecho de que da acceso a la singularidad de la experiencia concreta de personajes cuya negociación, transacción y contestación expresan innovaciones prácticas (Hering y Rojas, 2015, p. 11; Ginzburg, 1993, pp. 10-35). Si de marco teórico nos gustara hablar, diríamos, entonces, que se trata de la perspectiva de la microhistoria y el énfasis en las narrativas, pero con precauciones conceptuales asociadas a la noción de potencia, singularidad, devenir y a la distinción activo/reactivo (Jay, 1976, p. 91; Deleuze, 2008, pp. 10-33; Bogard, 1998, p. 70). Perspectiva y precauciones que contrastan la investigación acerca de regularidades y periodos continuos en el tiempo con la investigación sobre el devenir de lo raro (outsiderness), sobre las contingencias rescatadas del olvido, sobre la peculiaridad de las vidas humanas y las singularidades experimentadas en el terreno de su devenir (Jay, 1976, pp. 52-53).
Hemos adoptado, deliberadamente, ese punto de vista por las siguientes tres razones. Por una parte, porque tiene la ventaja de que permite incorporar la indagación sobre el componente ético de los relatos de resistencia y transgresión descritos en los diversos escenarios de la investigación histórica reciente acerca del conflicto armado. Por otra parte, porque permite el uso de fuentes de muy diversa naturaleza: desde expresiones narrativas de la memoria (i. e. testimonios e historias de vida) hasta elaboraciones literarias del pasado (i. e. novela histórica, cuento, historia oral). Por medio de la perspectiva “micro” de la historia es perfectamente posible introducir dudas, vacilaciones e incertidumbres como parte de investigaciones históricas que competen, por lo demás, a relatos llenos de vacíos, preguntas difíciles de responder, vacilaciones. En últimas, seguimos una tesis bien reconocida en filosofía contemporánea: vida y narración, vida y literatura —sin importar mucho si se trata de ficciones, fantasías o relatos históricos— van de la mano de la compresión en el pensamiento.4
Finalmente, debemos decir que al recurso de la descripción sutil y pormenorizada de la historia le sigue la problemática acerca de la compresión del pasado. Como se sabe, la descripción de la historia debe acompañarse de consideraciones sobre el sentido de los hechos involucrados y de los agentes implicados. Descripción y compresión son obligantes: recuerdan todo el tiempo que los hechos y las causalidades son asunto de valoraciones que, en el pensamiento, requieren pasos suplementarios de carácter reflexivo en la investigación (Ricoeur, 2002, pp. 149-163). Tal exigencia nos ha conducido al concepto de potencia y la subsecuente distinción de lo activo (alegría) y reactivo (tristeza) (Deleuze, 2012, pp. 70-71).
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