- Es cálido y vivaz, se inclina a disfrutar de los placeres sensuales.
- Su naturaleza es receptiva y son fácilmente impresionables.
- Toma decisiones basadas en los sentimientos y no en la reflexión.
- Tiende a ser comunicativo y extrovertido en su relación social.
Las personas con este tipo de temperamento se caracterizan por desarrollar relaciones sociales ricas y abundantes, en las que se muestran sensibles y en general poco dominantes. Los sanguíneos pueden también tener gustos apacibles e inclinados a un estilo de vida cómodo que puede llevarlos a ser improductivos. Por su capacidad para la extroversión y las relaciones sociales, en la antigüedad clásica se los relacionaba con actividades ligadas al comercio (Barocio, 2002), donde la habilidad en el trato del “lleve, lleve caserito”, es la diferencia entre vender y no vender.
•Temperamento Colérico
Se fundamenta en un sistema nervioso rápido y desequilibrado, posee una gran sensibilidad, así como un elevado nivel de actividad, extroversión y concentración; por ello el colérico es altamente reactivo a los estímulos ambientales, se trata de sujetos impulsivos que incluso llegan a ser violentos o agresivos cuando se sienten afectados. Este tipo de temperamento tiende hacia la decisión práctica que lo lleva a la consecución de metas y objetivos de manera autosuficiente e independiente. Sus poseedores, son personas que juzgan rápida e intuitivamente y no suelen frecuentar la reflexión o la rectificación. Algunas de las características del colérico, son las que se enuncian a continuación:
- Es rápido, activo y práctico.
- Decidido, de opiniones firmes, autosuficiente e independiente.
- Es extrovertido y siente atracción por la actividad.
- Sujeto dominante, imponente y lucha por sus objetivos, aunque no siempre es constante.
Los coléricos son tradicionalmente personas apasionadas y tenaces, que invierten mucha energía en la consecución de sus objetivos, pero también pueden frustrarse con facilidad y por tanto llegar a ser reactivos. La reactividad señalada, ocasiona que los coléricos no sean las personas más reflexivas del mundo y permite que a menudo puedan actuar impulsivamente, razón por la cual se los consideraba ideales para ejercer actividades ligadas a la guerra (Ibíd.), donde actuar decididamente y sin pensarlo demasiado, resulta indispensable.
•Temperamento Flemático
Estructurado sobre un sistema nervioso lento y equilibrado; se caracteriza por una baja sensibilidad y un alto nivel de actividad y concentración; la reactividad frente a los estímulos ambientales es pobre; es propenso a la introversión y su flexibilidad ante los cambios del ambiente es baja. En general poseen equilibrio y difícilmente pierden la compostura o se alteran; los sujetos poseedores de este temperamento, tratan de no involucrarse afectivamente con las demás personas, por lo que dan la impresión de ser apáticos. Los flemáticos, generalmente no demuestran interés en ser líderes, aunque sus capacidades intelectuales y reflexivas podrían permitir que lleguen a ejercer ese rol con probidad. El temperamento flemático, comprende las siguientes características:
- Sujeto equilibrado, calmo y tranquilo, no se altera ni enfada con facilidad.
- Son personas serias, inmutables y notablemente racionales y analíticas.
- Su temperamento frío le permite darse tiempo para la toma de decisiones.
- Prefiere una vida serena en cuanto a actividades y afectos.
El temperamento flemático es propio de sujetos reflexivos y sesudos, quienes se toman su tiempo antes de tomar una decisión y lo hacen con poca o ninguna influencia de sus emociones sobre su razón. Dado que son introvertidos, a nivel social tienden a aparecer como parcos o alejados, sin embargo pueden ser buenos líderes, al punto que para los griegos el temperamento característico de los políticos debía ser precisamente este, debido a que su racionalidad y tranquilidad les permitiría tomar buenas decisiones (Ibíd).
•Temperamento Melancólico
Se construye sobre un tipo de sistema nervioso débil, su poseedor exhibe un gran nivel de sensibilidad, así como un alto nivel de actividad y concentración y una pobre reactivad frente a los estímulos ambientales, es introvertido y lo caracteriza un bajo grado de adaptación al medio. La sensibilidad emocional de este individuo es notable, factor que lo hace propenso a la introversión y a no iniciar el contacto con otras personas, no obstante puede responder a la afectividad de manera recíproca, pues en realidad es más tímido que social. Este tipo de sujeto, puede ser fiable e incluso llegar a ser abnegado. Las personas con temperamento melancólico se caracterizan por ser:
- Analíticos, reflexivos con tendencia al pesimismo o la melancolía.
- Sensibles y abnegados en el trato con sus cercanos.
- Su naturaleza se identifica con la actividad artística.
- Propenso a la introversión pese al predominio de sus sentimientos.
Al escuchar la palabra melancólico, es de uso común pensar en alguien con tendencia a la tristeza e incluso la depresión. Sin embargo, aunque el temperamento melancólico es habitual en sujetos sensibles y retraídos, también caracteriza a personas que poseen una rica vida interior, que puede perfectamente manifestarse a través del arte. A diferencia de los otros temperamentos, el estado ideal y totalitario planteado por Platón, no contemplaba un rol específico para los melancólicos (Gaarder, 2010).
•Temperamentos Combinados
La posibilidad de encontrar personas con temperamentos puros, es al menos escasa, razón que ha obligado a la creación de combinaciones de los mismos, donde uno de los cuatro temperamentos es el dominante y otro u otros los secundarios. Para propósito de estas combinaciones los temperamentos suelen abreviarse en: SAN de sanguíneo, FLEM por flemático, MEL de melancólico y COL por colérico; los cuales al combinarse generan composiciones al estilo de: SAN-COL (sanguíneo y colérico), MEL-FLEM (melancolico y flemático), COL-SAN (colérico y sanguíneo) y otros (LaHaye, 1987).
Carácter
El término carácter alude a todo aquello que individualiza a una persona, de modo que se encuentra ligado al modo de ser y comportarse de un individuo en particular. La construcción del carácter no es hereditaria, sino ambiental, pues se encuentra en dependencia del medio, del movimiento exterior y la acción visible que este ha ejercido sobre el sujeto durante toda su vida. De tal forma, que el carácter se encuentra poderosamente influido por todas las experiencias vitales que devienen del ambiente, la cultura, la sociedad, la familia, la educación, entre otros.
Así, si el temperamento representa al sustrato innato de la personalidad, el carácter hace alusión al fundamento adquirido de la misma; Santos (2008, p. 159), manifiesta al respecto: “El carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social”. Generalmente se asume que los componentes de la estructura del carácter son la emotividad, la actividad y la resonancia. Los tres elementos constitutivos que componen la estructura del carácter, suelen definirse de la siguiente manera y en dependencia de la intensidad en la que se presentan, clasifican al sujeto como primario o secundario:
- Emotividad: Referida a la mayor o menor consecuencia o reacción emocional que los estímulos ambientales generan en el sujeto; cuando la consecuencia emocional es mayor, se considera primaria, de ser menor es considerada secundaria.
- Actividad: Relacionada a la fuerte o débil propensión por parte del sujeto a actuar frente a un estímulo ambiental; la fuerza en dicha inclinación determina que esta sea primaria, contrariamente, la debilidad de inclinación la convierte en secundaria.
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