La hipótesis de dos fuentes
La hipótesis de dos Evangelios
Cuadro 5.11
El contenido del material Q en Mateo y Lucas, pero no en Marcos
La predicación de Juan el Bautista |
Lc. 3:7-9 |
Mt. 3:7-10 |
La tentación de Jesús |
Lc. 4:1-13 |
Mt. 4:1-11 |
Las Bienaventuranzas |
Lc. 6:20-23 |
Mt. 5:3-12 |
El amor hacia los enemigos |
Lc. 6:27-36 |
Mt. 5:39-48; 7:12 |
Sobre juzgar a los demás |
Lc. 6:37-42 |
Mt. 7:1-5; 10:24; 15:14 |
Sobre producir fruto |
Lc. 6:43-45 |
Mt. 7:15-20 |
La parábola de los dos constructores |
Lc. 6:47-49 |
Mt. 7:24-27 |
La curación del siervo del centurión |
Lc. 7:1-10 |
Mt. 8:5-10, 13 |
Juan el Bautista cuestiona a Jesús |
Lc. 7:18-35 |
Mt. 11:2-19 |
Los que van a ser discípulos |
Lc. 9:57-60 |
Mt. 8:19-22 |
El discurso misionero de Jesús |
Lc. 10:2-16 |
Mt. 9:37-38; 10:9-15; 11:21-23 |
Agradecimiento al Padre |
Lc. 10:21-24 |
Mt. 11:25-27; 13:16-17 |
El Padre Nuestro |
Lc. 11:2-4 |
Mt. 6:9-13 |
Pedir y recibir |
Lc. 11:9-13 |
Mt. 7:7-11 |
A Jesús se le identifica con Beelzebú |
Lc. 11:14-23 |
Mt. 12:22-30 |
El regreso del espíritu maligno |
Lc. 11:24-26 |
Mt. 12:43-45 |
La señal de Jonás |
Lc. 11:29-32 |
Mt. 12:38-42 |
Sobre la luz |
Lc. 11:33-36 |
Mt. 5:15; 6:22-23 |
Denuncia a los fariseos |
Lc. 11:37-52 |
Mt. 23:4-7, 13-36 |
Temor a los humanos y a Dios |
Lc. 12:2-12 |
Mt. 10:19, 26-33; 12:32 |
No preocuparse por la vida |
Lc. 12:22-34 |
Mt. 6:19-21, 25-33 |
Estar listos para el regreso del amo |
Lc. 12:39-46 |
Mt. 24:43-51 |
Divisiones en la familia |
Lc. 12:51-53 |
Mt. 10:34-36 |
Las señales de los tiempos |
Lc. 12:54-56 |
Mt. 16:2-3 |
Llegar a un acuerdo fuera de la corte |
Lc. 12:57-59 |
Mt. 5:25-26 |
La parábola de la levadura |
Lc. 13:20-21 |
Mt. 13:33 |
La puerta angosta |
Lc. 13:23-30 |
Mt. 7:13-14, 22-23; 8:11-12 |
Lamento por Jerusalén |
Lc. 13:34-35 |
Mt. 23:37-39 |
La parábola del banquete |
Lc. 14:15-24 |
Mt. 22:1-14 |
Cargar la cruz |
Lc. 14:26-27 |
Mt. 10:37-38 |
La parábola de la oveja perdida |
Lc. 15:1-7 |
Mt. 18:12-14 |
Sobre servir a dos amos |
Lc. 16:13 |
Mt. 6:24 |
El papel de la ley y los profetas |
Lc. 16:16-17 |
Mt. 5:18; 11:13 |
La reprimenda y el perdón de pecados |
Lc. 17:1-6 |
Mt. 18:6-7, 15, 20-22 |
El día del Hijo del Hombre |
Lc. 17:23-27, 33-37 |
Mt. 24:17-18, 26-28, 37-41 |
La parábola de los talentos |
Lc. 19:11-27 |
Mt. 25:14-30 |
Pero todo esto es especulación; hay mucho que simplemente no podemos saber. En efecto, unos cuantos eruditos creen que Q quizá no haya sido una fuente escrita en absoluto. Tal vez simplemente fue una colección memorizada de dichos, un resumen de las enseñanzas de Jesús que los cristianos (o los líderes cristianos) aprendieron de memoria. Eso explicaría por qué ya no tenemos ninguna copia de él: las copias físicas nunca existieron. Pero repito, esto es especulación.
Y finalmente, tenemos que hacer énfasis en que varios eruditos rechazan la hipótesis de dos fuentes completamente, a favor de una solución distinta al acertijo sinóptico. El competidor principal, probablemente, es una solución llamada la «teoría de Farrer», según la cual el Evangelio de Marcos surgió primero, Mateo modificó Marcos y Lucas se inspiró tanto en Marcos como en Mateo. Otra alternativa es la «hipótesis de dos Evangelios» (a veces llamada la «hipótesis Griesbach»), según la cual Mateo escribió su Evangelio primero, luego Lucas se inspiró en Mateo al crear su propia obra compatible pero distinta y, finalmente, Marcos tuvo copias tanto de Mateo y Lucas y produjo un Evangelio corto y condensado, usando material de ambos. Estas dos propuestas minoritarias intentan explicar los paralelos y las diferencias entre los tres Evangelios, sin tener que plantear la existencia de una fuente hipotética, que ahora está extraviada. La diferencia clave entre las dos es el orden en el que se escribieron los tres Evangelios. La teoría de Farrer sostiene la «prioridad marcana», por lo que tiene mucho en común con la hipótesis de dos fuentes, y rechaza solamente la existencia de Q. La hipótesis de dos evangelios rechaza tanto la prioridad marcana como la existencia de Q, y de esta manera, representa una salida más radical del paradigma dominante.
En el siglo II, Tatiano, un cristiano prominente, determinó que la iglesia en realidad no necesitaba cuatro Evangelios: era confuso tener cuatro relatos separados de la vida de Jesús, en especial cuando frecuentemente narraban los mismos acontecimientos. Tatiano se propuso arreglar esto produciendo una síntesis de los cuatro Evangelios que fusionaba sus relatos en una narración extensa de la vida de Jesús. Llamó a su obra el Diatessaron («a través de cuatro» en griego). Llegó a ser muy popular, especialmente en la iglesia ortodoxa oriental, y por más de doscientos años reemplazó a los cuatro Evangelios en las Biblias y leccionarios en siriaco.
Con el tiempo, las iglesias cristianas rechazaron el Diatessaron . Hoy día, la mayoría de las iglesias enseñan que Dios quiso que cuatro personas escribieran los cuatro Evangelios distintos y que aceptar la Biblia como la palabra de Dios significa entender y apreciar las historias distintas que cada Evangelio cuenta. Aun así, el enfoque del Diatessaron ha seguido siendo usado de formas no oficiales. Por ejemplo, la mayoría de las películas cinematográficas acerca de la vida de Jesús presentan una historia combinada, basada en segmentos de todos los Evangelios, es decir, que la historia de Jesús que ellos cuentan no es una que en realidad sea narrada por algún autor bíblico individual.
A nivel popular, la mayoría de los cristianos hoy día tienen algo de conocimiento de «la historia de Jesús», pero lo que saben es generalmente una historia compuesta, similar al Diatessaron . Muy pocos cristianos en realidad pueden identificar «la historia de Jesús que Mateo quiso contar», o «la historia de Jesús que Marcos quiso contar», o la de Lucas o Juan. El estudio académico del Nuevo Testamento se ocupa de remediar esto de una manera que corresponda a los intereses oficiales del cristianismo, aunque esos intereses no siempre sean evidentes en las expresiones de fe populares o prácticas. Ahora que pasamos a considerar cada uno de los Evangelios, buscaremos discernir el retrato de Jesús que cada evangelista ofrece. La meta es apreciar la imagen de Jesús que cada libro presenta y entender el mensaje distintivo que cada autor quiso transmitir.
Читать дальше