Tamara Gutierrez Pardo - El árbol de los elfos

Здесь есть возможность читать онлайн «Tamara Gutierrez Pardo - El árbol de los elfos» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El árbol de los elfos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El árbol de los elfos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El mundo ya había dejado de ser lo que era desde hacía muchos años. Eso es lo que siempre me decía mi tía, pues yo apenas tenía recuerdos de lo que era un árbol, el mundo que yo conocía era muy distinto. Incluso mi propia tía, ya en sus años jóvenes, había visto cómo los bosques, otrora frondosos y espléndidos ante nuestros antepasados, se habían ido extinguiendo a manos de los humanos. A pesar de los avisos, de las advertencias de la Tierra, de nuestros consejos,
ellos habían desafiado a la Madre Naturaleza con u modo de vida egoísta, inconsciente y egocéntrico, la habían herido de muerte. Los elfos habían hecho todo lo que había estado en nuestra mano, pero una vez iniciado el desastre, ni siquiera nuestra magia pudo hacer nada".Me llamo Jän, y este es el escenario en el que nos hallamos los elfos hoy día. Solo un árbol mágico, guardado y oculto por nuestros ancestros a lo largo de lo siglos, el Árbol de los Elfos, puede volver a repoblar el planeta de naturaleza y vida.
Soy la guerrera ciervo, una de los trece Guerreros Elfos encargada de custodiarlo. Ese árbol es la única llave capaz de abrir el cofre de la salvación, sin embargo, Rebast no nos lo pondrá nada fácil. Ese elfo ambicioso, ávido de poder, ha invertido mucho dinero en otro planeta para poblarlo y hará todo lo posible para impedir que la Tierra renazca.Mientras, yo tengo que enfrentarme a otra batalla. Una batalla que es tan vital para mí como la de salvar a la Tierra, porque si pierdo, yo misma me extinguiré.
Una batalla por el amor. Una batalla por Noram, el guerrero zorro, el híbrido medio humano, medio elfo que es el amor de mi vida, mi amor verdadero, mi alma gemela. Una batalla contra los prejuicios, contra el pasado, contra un sorprendente descubrimiento, contra una promesa, contra la lealtad, contra el propio Noram, e incluso contra la amistad.
Una batalla que se pelea con un excitante juego cargado de erotismo y sensualidad. Un juego secreto…¿Te vienes a esta misión conmigo?¿Quieres jugar?

El árbol de los elfos — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El árbol de los elfos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Rebast no le prestó ni la más mínima atención al final de la acusación. En cambio, le dio más importancia a la primera parte.

—¿Corromperme? ¿Ellos? ¿A mí? —Ese elfo loco soltó una risotada contundente.

Jän no dejaba de atender a Noram, y eso también distraía un poco a Rilam.

—Te has dejado comprar. —El tono del zorro sonó con una furia dolida—. Desde el momento en que aceptaste su dinero y sus medios, ya te manchaste las manos.

—Lo acepté porque era necesario —replicó su mentor, ahora más serio—. Tenía que hacerlo para poder cumplir con mi cometido. No había otra forma.

—Esos humanos son peligrosos. Son asesinos, van armados, acabarán contigo cuando tengan otro imperio en Elgon y ya no te necesiten.

—¿Peligrosos? —Otra risotada salió a borbotones por la garganta de Rebast—. Sí, ellos creen que llevan la batuta, que pueden controlarme, pero es parte del juego, de mi estrategia. La realidad es que esos ilusos ignorantes no tienen nada que hacer contra mí, nada. Solo son unos simples e insignificantes humanos, ni siquiera sus armas pueden doblegarme. —Entonces, Rebast alzó los brazos al igual que haría un ser supremo—. ¡Yo soy el dueño del mundo!

Después de su respuesta, el guerrero zorro frunció el ceño, estudiando a Rebast con una mezcla de incredulidad y horror.

—No puedo creerlo —jadeó—. Te crees tus propias palabras.

Otro contendiente venía a por mí. Multipliqué varios cascotes de la explosión y rápidamente construí un muro delante de mí. Mi rival no pudo frenar a tiempo y se chocó de bruces, así fue como me lo quité de encima. Le eché un fugaz vistazo a Breth, aunque sabía que era la mejor. Gracias a su don, podía adivinar los movimientos de sus rivales antes de que sus extremidades pudieran ejecutarlos, por lo que siempre se anticipaba al ataque (excepto con Rilam; sus movimientos eran ultrasónicos). Para ella era un juego de niños. Pero, aun así…, sentía una acidez extraña en la garganta.

Parte de mi atención regresó a Rebast. Noram tenía algo personal contra él, por lo que todos le cedimos su espacio, pero si no podía con él, el siguiente en pasar a la acción sería yo.

—Si no estás conmigo, estarás contra mí —gruñó Rebast, dolido por la reacción de su discípulo.

Mi hacha se estrelló contra el escudo de un gigantón. Jamás había visto a un elfo semejante.

—No me hagas elegir, porque saldrás perdiendo —contestó Noram.

—El que perderás serás tú —afirmó Rebast, sacando su boomerang negro de la espalda. Las aristas se transformaron en afiladas cuchillas instantáneamente.

—¡Noram, déjamelo a mí! —le ordenó Rilam. Pero el zorro no le escuchaba. Mantenía ya una agresiva mirada sobre Rebast—. ¡No podrás vencerle!

—Por supuesto que no —apuntilló Rebast con intención—. Porque yo he sido tu mentor, te he enseñado todo lo que sabes. Jamás podrás vencerme. Y porque yo soy un elfo, y tú solo eres un híbrido.

—¡No le escuches! —le dijo Rilam a la vez que imponía su lanza sobre el feroz ataque de su rival.

Mi hacha lo hacía contra el afilado escudo del gigante. Breth le clavaba la hoz a su contrincante sin ningún problema.

Pero Noram ya estaba arrojando su también afilado boomerang con furia.

—¡No! —chilló Rilam.

Rebast contrarrestó con el suyo y ambas armas se cruzaron por el camino. La velocidad del arma de Rebast creó un viento que frenó la velocidad del boomerang de Noram. Los dos boomerangs giraron alrededor del otro, como si estuvieran fintando, y regresaron a las manos de sus dueños.

Sin embargo, Noram respondió de forma instantánea, abrupta. En cuanto el perfil de madera tocó sus manos, lo arrojó contra Rebast sin darle opción a réplica. Rebast esperó para ver qué medida adoptar, pero se encontró con una sorprendente novedad. El boomerang se movió como si tuviera vida propia, trazando una serie de curvas alocadas que parecían no tener dirección alguna. Para cuando Rebast quiso reaccionar, el arma hacía un quiebro vertiginoso y le rozaba la mejilla.

Rebast se tocó la línea sangrante de su cara y luego se quedó mirando a su alumno, atónito, al tiempo que el boomerang regresaba con Noram.

—Sí, este lanzamiento es nuevo —le ratificó el guerrero zorro con una sonrisilla un tanto satisfecha y presumida—. Tú has sido mi mentor y me has enseñado, pero te equivocas en una cosa. No me has enseñado todo lo que sé.

—Siempre has sido un chico muy listo, y un guerrero impredecible —le concedió Rebast—. Pero tú también te equivocas en una cosa. —Rebast tomó impulso—. ¡Yo no te he enseñado todo lo que sé! —exclamó, arrojando su boomerang.

Un disparo. Eso fue lo que recibió Noram. Milagrosamente, y tras poner cara de susto, consiguió repeler el boomerang de Rebast en el último momento utilizando el suyo como escudo. El arma de su contrincante rebotó y salió despedido en dirección contraria, pero la potencia del impacto hizo que el de Noram terminara en el suelo. Cayó de canto, y su forma triangular hizo que rodara varios metros.

Noram recuperó la compostura y rápidamente se apresuró a recoger su boomerang, pero ya fue tarde. Rebast ya estaba disparando de nuevo.

Cuando Jän vio la velocidad del afilado boomerang, sus ojos se abrieron con horror. Intentó frenarlo con su don, pero el arma llevaba demasiada potencia. En cambio, Rilam se quedó quieto, repentinamente paralizado, observando la escena, observando cómo su mejor amigo estaba a punto de ser abatido.

—¡NOOO! —chilló Jän.

Una hoz desvió el boomerang de Rebast, de repente, salvando a Noram. Jän, Rilam, Rebast y yo nos giramos hacia Breth con sorpresa. Pero a mí esa sensación gélida de antes me revolvió el estómago, y en esta ocasión estalló con virulencia dentro de mis tripas.

Todo sucedió en una milésima de segundo, nadie pudo actuar.

La furia enrojeció el semblante de Rebast. Breth podía ver los pensamientos, pero con Rebast fue distinto. Su mente estaba enajenada, no actuaba con raciocinio, no planificaba ningún movimiento, actuaba erráticamente, por impulso. De un salto, Rebast cogió la hoz al vuelo. Estaba acostumbrado a coger un boomerang, coger algo más lineal era fácil para él. Y en el mismo aire, a pesar de que Breth lo tenía amarrado con su cadena, lanzó ese filo curvo con todas sus fuerzas, describiendo una serie de arcos que ni la propia Breth había visto en la vida.

Entonces, el color carmesí de la sangre congeló cada una de mis células, incluso la imagen se quedó estática en mis retinas. Para siempre.

Breth se miró el pecho con terror, y justo cuando comprobó que tenía la hoz hundida hasta dentro, a través de la armadura, se desplomó en el suelo. Rebast, rechinando los dientes, aprovechó para iniciar la huida, pero fui incapaz de hacer nada para impedirlo. Estaba sintiendo cómo mi corazón me era arrancado por una garra despiadada y feroz, dejándome sin respiración. Era como si me hubieran descuartizado en vida.

No… ¡NO!

—¡NOOOOOO! —bramé.

—¡Vámonos! —ordenó Rebast mientras tanto, replegando a sus guerreros.

El dolor me recorrió por entero, un dolor insoportable, agudo, transformándose en una furia abrumadora que traspasó todo mi cuerpo como la mecha de una peligrosa bomba. Multipliqué mi hacha y machaqué al gigante con una ira inusitada, sin importarme los modos, ni el honor. De todas formas no importaba, Rebast ya se había montado sobre su pantera y estaba huyendo con los secuaces que le quedaban.

Corrí hacia Breth como alma que se lleva el diablo.

—¡BRETH!

Noram se giró para seguir a Rebast, sin embargo, se quedó trabado en el sitio, confuso, al ver a Breth tendida. Al reparar en lo que había ocurrido, sus ojos se abrieron con espanto. Mis dientes chirriaron, aún con los posos de la rabia. Breth le había salvado la vida, y ese híbrido miserable no se había percatado hasta ahora.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El árbol de los elfos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El árbol de los elfos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Andre Norton
Omraam Mikhaël Aïvanhov - Los frutos del árbol de la vida
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Esperanza López Parada - El alba de los minerales
Esperanza López Parada
Отзывы о книге «El árbol de los elfos»

Обсуждение, отзывы о книге «El árbol de los elfos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x