Miriam Beizana Vigo nació en A Coruña en 1990. En 2016 inauguró con David Pierre la web literaria A Librería , también participó en el podcast #CaféLibrería y en la web Hay una lesbiana en mi sopa . Ha publicado tres obras narrativas: la bilogía compuesta por Marafariña (2015) e Inflorescencia (2018) y la novela corta Todas las horas mueren (2016). También ha publicado diversos relatos, entre los que destacan «El tren» (autopublicado en Lektu, finalista en el XI Certamen de Cuentos Interculturales Melilla en 2017), «DOR» en Actos de F.E. (Editorial Cerbero, 2018) y su relato «A Raíña», finalista en el I Premio Misteria de LES Editorial (2019).
Escribe mensualmente en su web miriambeizana.com.
Twitter: @Marafarinha
«Escritora, escritora».
Es septiembre de 2004. Es el año en que ha fallecido Carmen Laforet. También, en el que la literatura deja de enseñarse en los institutos. Una joven de catorce años, Melancolía, aterriza en Melilla, con la única compañía de su madre y los vestigios de una enfermedad extraña que empieza a fraguarse en ella. Atrás dejan su Galicia natal, la pequeña vida conocida.
Varios años más tarde, mamá ya no está. Sin previo aviso, como una amenaza irresistible, aparecerá en Melancolía la necesidad de escribir una novela sobre la que fue su profesora de literatura cuando era niña, una misteriosa muchacha con nombre de mes.
Esta herida literaria dañará a pasos agigantados su presente. Conviviendo con una gata que parece detestarla e intentando comprender el amor, comienza una búsqueda desesperada por hacer crecer una insólita amistad.
Miriam Beizana Vigo
La herida de la literatura es la cuarta novela larga de la autora coruñesa. Valiéndose de sus propios pedazos, Miriam utiliza esta historia para unir los trazos de algunas de sus mayores obsesiones: el dolor que le provoca la literatura, lo complicado de la amistad, las mentiras del amor y los rincones que ya no le pertenecen.
A caballo entre la realidad y la ficción, viajamos entre el pueblo de su niñez, Carballo, y la exótica ciudad de Melilla. Con La herida de la literatura ha pretendido acercarnos un poco más su manera de entender la vida, de curarse del dolor y de normalizar las enfermedades mentales, las distintas maneras de amar y los tabúes sobre la intensa relación materno-filial.
La herida de la literatura
La herida de la literatura
Miriam Beizana Vigo
Primera edición: septiembre de 2020
© Miriam Beizana Vigo, 2020
© Tensi Gesteira, prólogo, 2020
© Letras Raras Ediciones, S. L. U., 2020
© Levi Lei, fotografía portada
Diseño portada: ngnimedia
LES Editorial pertenece a Letras Raras Ediciones, S. L. U.
www.leseditorial.com
info@leseditorial.com
ISBN: 978-84-17829-19-3
IBIC: FA
Producción del ePub: booqlab
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[!] Nota de la editora: Este libro emplea el femenino genérico.
A Melilla por ser una ciudad que nunca me perteneció.
A Melancolía y a Letra.
A mamá.
El mundo no le decía a ella como les decía a ellos:
«Escribe si quieres; a mí no me importa nada».
El mundo le decía con una risotada:
«¿Escribir? ¿Para qué quieres tú escribir?».
Una habitación propia, de Virginia Woolf
La literatura es un camino sin retorno. Una vez que descubres las palabras, no puedes imaginar un mundo carente de ellas.
«El conocimiento protege, pero también causa dolor». «Pero escribir duele, escribir destruye. Escribir abre el alma y deja que entren cosas que no deberían entrar». La protagonista de este libro, que podría confundirse a menudo con la propia autora, reflexiona sobre el dolor que causa la literatura.
Porque es cierto, sí. La lectura, ese ejercicio solitario que ha deleitado a tantas personas, puede también pesar como una losa. Y, aun así, las que experimentamos el dolor y la gloria de la letra escrita ya no queremos (ni podemos) vivir de otra forma. Las letraheridas, como Miriam y como yo, analizamos el día a día a través de las miradas literarias que descubrimos o nos descubren. Y también nos sentimos incomprendidas por el mundo que nos rodea y que piensa que estamos locas.
Cuando me adentré por primera vez La herida de la literatura lloré. ¿Sabéis por qué? De repente todo se tornaba tan real que incluso me escocía la piel y me picaban los ojos. El corazón me latía como cuando me enamoré por primera vez, sabedora de que tenía delante de mis ojos la historia de mi vida. Y es que los libros vienen siendo de los pocos lugares en los que, como decía Cortázar, todavía se está a gusto. Por eso, creo que toda la vida podría sentir mariposas en el estómago y enamorarme una y otra vez, y otra, y otra más.
Mientras leía esta historia experimenté dolor y, al mismo tiempo, fui consciente del precioso homenaje que Miriam rendía a todas las mujeres de la literatura. Esas mujeres que a ella le sirven a diario como espejo en el que reflejarse y a través de las que entiende la complejidad del mundo. Escritoras como Carmen Laforet, a la que tanto le marcó su vida la publicación de esa Nada cuando era tan jovencita; Carmen Martín Gaite, quien fue capaz de hablar de la amistad entre dos mujeres y de recrear una de las mejores novelas intimistas de todos los tiempos, Nubosidad variable ; Ana María Matute, que se mantuvo siempre en una infancia eterna; o Elena Ferrante, creadora de la Saga Dos amigas , en la que nos cuenta la historia de una amistad femenina a través del tiempo de forma magistral. Resuenan también por aquí los ecos de otras mujeres como Adelaida García Morales, creadora de El Sur , o Mercè Rodoreda, autora de la inolvidable La plaza del Diamante .
El ejercicio de este prólogo supone para mí una oda a la amistad, esa que surge entre dos mujeres a las que une la literatura y después, la vida. Qué maravillosa unión, ¿no? El vínculo que tenemos Miriam y yo recuerda un poco, o eso siento yo embebida por la lectura, a las cartas que compartieron hace tanto tiempo Elena Fortún y Carmen Laforet. La literatura nos une, y ella nos lleva a la vida. Y después de nuevo a las letras, para siempre.
Me emociono demasiado con este (intento de) prólogo. Procuro las palabras que expresen mejor la magnitud de lo que aquí se cuenta y, os lo juro, no soy capaz. Yo, que leo tantísimo, siento terror a hablar de los libros que me apasionan. La mejor definición que encuentro para ellos es ‘libros puñal’, libros que nos atraviesan por dentro y que, en mayor o menor medida, cambian nuestra forma de ver la vida. Este es uno de ellos.
Sigo indagando en lo que supone esta novela. La mejor de Miriam. Un homenaje completo a la literatura y a esas dos tierras que definen a la autora. Una utopía que siento muy cerca. Las palabras de mi madre repitiéndome incesantemente esa amenaza: «de tanto leer, te vas a volver loca». Locura y soledad. Las ausencias que pesan. El dolor más agudo, y las letras que salvan.
Y la nostalgia.
Siempre pienso que la literatura posee banda sonora. Y yo imagino a la protagonista de La herida como si fuera Amélie caminando solitaria por las calles de París. Esa nostalgia que se convierte en ‘morriña’. Porque Miriam, como buena gallega, lleva los tonos grises tatuados en la piel y sabe perfectamente provocar esta sensación en las lectoras.
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