Día 1: Gijón.Visita del puerto, joven y dinámico, que ha situado a esta localidad como la primera ciudad asturiana en términos de población. Por la mañana, descubra su arquitectura modernista y regrese, para comer, a la cercana y magnífica plaza Mayor. Luego, caminata o bicicleta, por el paseo de la playa de San Lorenzo, hasta el parque de Isabel la Católica, y comida en sus alrededores. Visite el Jardín Botánico del Atlántico y suba a la torre de La Laboral para obtener una de las mejores vistas de la ciudad. Por la noche, descubra los encantos del antiguo barrio pesquero de Cimadevilla. Puede tomar una copa en la plazuela de Jovellanos y luego degustar la sidra en cualquiera de los pequeños bares de las calles circundantes.
Día 2: Cudillero.Visitando este pequeño pueblo típico, con sus enrevesadas calles y sus deliciosos restaurantes, descubrirá los encantos de la Costa Verde. Muy cerca de Gijón.
Día 3: Excursión Ribadesella-Villaviciosa.Para seguir descubriendo la Costa Verde, puede empezar por Ribadesella, una villa marinera con playas magníficas. Para el almuerzo, en los restaurantes del viejo puerto le servirán marisco fresco del día. Luego, diríjase a Villaviciosa. Paseo por su encantador casco viejo, plagado de casas de Indianos, y visita a El Gaitero, toda una referencia de la sidra asturiana. Cena en alguna de las sidrerías de Villaviciosa.
Día 4: Oviedo.La capital de Asturias cuenta con sus famosas iglesias de arquitectura prerrománica. Dedique la mañana a recorrer el casco antiguo y a visitar el mercado del Fontán, donde podrá tomar un vermú y almorzar. Y reserve la tarde para una visita al monte Naranco, donde conocerá los monumentos más bellos de Oviedo: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Regrese al centro hacia el final de la tarde y dé un pequeño paseo por el parque del Campo de San Francisco hasta el hotel Reconquista, emblema y símbolo de la ciudad. Por la noche, unos vinos o unas sidras en las callejuelas que convergen en la plaza de Cimadevilla. Y cena en uno de los buenos restaurantes de Oviedo, cerca de la plaza de Juan XXIII.
Día 5: Cangas de Onís-Covadonga.Cerca del Parque de Covadonga, la localidad de Cangas de Onís es un punto de partida idóneo para recorrer el interior de Asturias. Y también para practicar diferentes actividades, como rafting o senderismo. Al llegar, admirará su puente medieval, de origen romano, del que pende la cruz que hoy es símbolo de Asturias, y luego puede continuar hacia Covadonga y su famoso santuario, cuna de la Reconquista.
Día 6: Senderismo por los Picos de Europa.A caballo entre Asturias, Cantabria y León, esta espectacular cadena montañosa es imprescindible. Pasará por el pueblo de Arenas de Cabrales, que le ofrecerá una magnífica vista de las gargantas del río Sella y donde podrá degustar su famoso queso y visitar las cuevas de maduración.
Día 7: Regreso.
Breve estancia en Galicia
Espiritual, cultural, rural... Galicia lo tiene todo para disfrutar de un viaje variado y dinámico. Una semana le permitirá descubrir algunos de sus aspectos más famosos.
Día 1: Santiago de Compostela.Ciudad meta de la peregrinación, es del todo imprescindible. Comenzando por la catedral, culminación de la arquitectura románica con algunos añadidos barrocos. Y no olvide visitar su museo, situado al lado. Comida en cualquiera de los buenos restaurantes que hay cerca del mercado, después de recorrerlo. Por la tarde, pasee por las estrechas calles del casco antiguo y visite la colegiata de Santa María del Sar. Una pausa en el Café Casino para disfrutar de su terraza y luego puede ir de compras por las calles Vilar y Nova. Paseo por el parque de la Alameda y tapas en O Abrigadorio, justo al lado. Cena en uno de los buenos restaurantes y un último paseo por la Rúa do Franco.
Día 2: A Coruña.Por la mañana, visite la «ciudad de cristal», con su elemento arquitectónico más característico: las galerías. Luego regrese al núcleo urbano medieval para comer en la muy agradable plaza de María Pita. Por la tarde, visite el Museo de Bellas Artes y la torre de Hércules. Subir sus doce plantas permite acceder a un balcón panorámico situado a 112 metros de altura, un mirador imprescindible sobre el Atlántico y sobre el inicio de la turbulenta Costa da Morte. Paseo a pie o en bicicleta por el paseo marítimo (¡trece kilómetros y medio!) para apreciar las diferentes estampas de la ciudad. Luego recorra el monte San Pedro, en el parque del mismo nombre, para tomar el ascensor panorámico y disfrutar de otra impresionante vista sobre el campo de golf de Artabre. Pinchos y cena bajo las estrellas en una de las terrazas de la avenida Marina.
Día 3: Visita de la antigua Lugo.En el corazón de Galicia, esta ciudad fortificada forma parte de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño . Por la mañana, recorra sus calles medievales y almuerce en uno de los buenos restaurantes de la calle Cruz. Paseo reparador a lo largo de la muralla, catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Visite la catedral y el museo provincial, y diríjase las termas romanas, emplazadas en el hotel Balneario. Descanso en su cafetería, a la sombra de una glicinia con vistas al Miño. Regreso al centro y breve visita a la Casa de los Mosaicos o de Batitales. Al lado, puede finalizar el día en la plaza Mayor disfrutando de sus terrazas, para tomar una copa y cenar.
Día 4: Ribeira Sacra.Una maravilla natural que le llevará al corazón de las provincias de Ourense y Lugo. Salida a primera hora de la mañana para visitar los numerosos monasterios y testimonios de arte románico, y disfrutar después de los paisajes remontando en barco el río Sil. También es una oportunidad para probar los excelentes vinos de la denominación de origen Ribeira Sacra, principalmente tintos.
Día 5: Allariz.Continúe su inmersión por la bella provincia de Ourense visitando uno de los más fascinantes pueblos gallegos, Allariz, junto al río Arnoia, donde el tiempo parece haberse detenido en la Edad Media. También se encuentra dentro de la zona de Reserva de la Biosfera. Descubra los talleres de artesanía y deguste platos típicos en lugares antiguos.
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