Cuestiones disputadas
en la teoría y la clínica psicoanalíticas
RAFAEL PAZ
Paz, Rafael
Cuestiones disputadas en la teoría y la clínica psicoanáliticas. - 1a ed. - Buenos Aires : Biebel: Sociedad Argentina de Psicoanálisis, 2016
EBook.
ISBN 978-987-1678-22-8
1. Psicoanálisis. I. Título
CDD 150.195
Edición en formato digital: noviembre de 2016
© Rafael Paz
© Ediciones Biebel con Sociedad Argentina de Psicoanálisis, 2008
Ediciones BIEBEL
J. J. Biedma 1005, Buenos Aires
Tels. (54-11) 4582-3878 • (54-11) 4585-4018
info@edicionesbiebel.com.ar/ edicionesbiebel@yahoo.com.ar
SAPSociedad Argentina de Psicoanálisis Arcos 1521 (1426), Buenos Aires, Argentina Tel./fax (54-11) 4781-3236 / Tel. (54-11) 4784-7584
www.sapsicoanalisis.org.ar
Diseño de interiores y cubierta: Cálamus ( calamus_libros@yahoo.com.ar) La ilustración de tapa pertenece a Giorgio De Chirico , Il vaticinatore, Moma, NY
Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos de este libro, en fotocopiado o por cualquier medio y/o soporte, ya sea gráfico, electrónico, informático, fílmico, digital o cualesquiera procedimientos bajo las sanciones legales establecidas.
ISBN 978-987-1678-22-8
Conversión a formato digital: Libresque
Con gratitud y cariño
a mi familia,
a los amigos de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis,
del Foro,
del Colegio de Psicoanalistas.
Y en ellos a muchos
que ojalá lo sepan
Introducción
PSICOANÁLISIS Y CIRCUNSTANCIAS
El psicoanálisis constituye una formación cultural , es decir, un conjunto heterogéneo de saberes ligados a la clínica, tradiciones artesanales, dispositivos institucionales de transmisión y legitimación así como teorías de variado alcance referidas a la cultura y la sociedad.
Una heurística de la interrogación lo caracteriza, con su instrumento símbolo, la interpretación, y en tal sentido aparece como esencialmente deconstructivo, pero eso no ha impedido la inclusión de recursos de sostén y apuntalamiento al ampliarse el territorio de su clínica y asumir las modificaciones históricas de las patologías.
Por otra parte, su implantación en la cultura occidental es profunda, si bien con influencia variable según las diversas latitudes, aunque es evidente que en la actualidad su difusión se ha detenido y, en muchos lugares, revertido.
Esta constatación se acompaña de un aspecto más sutil y que remite al entramado de ideas y creencias: asistimos a una pérdida relativa de su vigencia como saber/valor.
A lo cual se suman entusiastas refutaciones basadas –como ha sido habitual– en su supuesta inadecuación a los tiempos y en el desarrollo de los conocimientos biológicos, llegándose a postular su caducidad lisa y llana.
Es innegable que todo esto nos afecta y no por meras susceptibilidades personales o por atacar referencias básicas de identidad sino, y esto es clave para nuestro examen, por la vacilación epistémica que hace a la propia condición analítica.
La cual no es indicio de flaqueza sino por el contrario un atributo a sostener: herencia crítica del Iluminismo que se potencia por la altísima implicación personal que el método requiere y el consiguiente involucramiento en los ánimos y desánimos a que nos someten los procesos psicoanalíticos cabales.
Desde las empatías, contraidentificaciones y respuestas contratransferenciales, sabemos como el que más lo que es anhelar procedimientos simples y de ser posible instantáneos que nos saquen del deambular en eventuales vacíos, reiteración de síntomas, depleciones vitales.
Estas mortificaciones y los caminos de su elaboración son parte fundamental de la construcción de la identidad psicoanalítica; precisamente, uno de los ejes principales en los análisis de formación es el de integrar las crisis de pérdida de confianza o descreimiento surgidas en el ejercicio clínico.
En ellas suele ser difícil diferenciar lo que procede de impregnaciones por contraidentificación, de lo que obedece a dificultades en la asimilación cabal de un saber pasional como el nuestro.
Y no son sólo vicisitudes frecuentes, sino que su ausencia es sospechosa de negaciones, de refugio en relaciones de objeto idealizadas que clausuran la empatía, o de opciones “histéricas” por una superficialidad que intenta deslizarse por encima de esos avatares.
Por todo esto, la vacilación ilustrada como actitud de fondo, tematizada metodológicamente como atención flotante, nos hace vulnerables frente a distintas soberbias que se vuelcan sobre nuestro dominio para refutarlo.
De ahí la tentación de rebotes dogmáticos, que responden con creencias compactas a otras creencias, las que apoyadas en conocimientos consistentes se ocultan a sí mismas la carga ideológica, prejuicial o simplemente de ignorancia que las impregna.
Y agreguemos que la adecuación al canon universitario no basta.
Puede ser un momento necesario en ciertas circunstancias, pero la excedencia propia del psicoanálisis, que requiere como condición sine qua non ejes de transmisión fundados en la propia experiencia del inconsciente, no es mimetizable en el conjunto tradicional de saberes.
De donde también la sensación mezclada de cierta seguridad –a la par de insuficiencia radical– que suscitan epistemologías que pretenden cubrir de manera formal nuestros objetos y dispositivos de desentrañamiento.
Aun cuando lo hagan para confortarnos y desde el buen lado.
La expansión creciente y asimétrica facilitó el dormirse en los laureles pero también la inescrupulosidad, y no ya simplemente de “polizontes”, como decía Freud en una carta a Ferenczi 1 , advirtiéndole a propósito de las innovaciones propuestas en un artículo en coautoría con Rank, siguiendo la línea innovadora de su “técnica activa”.
En efecto: la conjugación de una gran difusión con la difícil ubicación dentro de los marcos tradicionales del conocimiento así como la renuencia a la resolución jurídico/reglamentaria de las habilitaciones, ha permitido el medrar no sólo de personajes aislados sino de verdaderas redes lumpenanalíticas sostenidas en lazos de connivencias.
En ellas cabe diferenciar dos tipos de actitudes: uno surge de la carencia de experiencias genuinas de transmisión, por lo que estilos asertivo/dogmáticos de enseñanza y ausencia de tránsitos psicoanalíticos personales genuinos realimentan inconsistencias.
Otro, menos inocente, en donde el conocimiento vislumbrado de la complejidad de la formación y los requerimientos éticos que le son inherentes son sustituidos a sabiendas por formas vaciadas de compromiso con la verdad.
Por todo ello, la posibilidad de ensayar defensas elegantes, que cursan sin mayores dificultades cuando los vientos son favorables, se presenta como necesidad básica de preservación.
Claro está que no es ésta necesariamente buena consejera, puesto que reaviva los Supuestos Básicos de lucha y fuga, apareamiento y mesiánico (Bion), arcaizando los modos de intercambio, transmisión y reelaboración de las estrategias de presencia en el medio social.
Читать дальше