Rosana Guber - La articulación etnográfica

Здесь есть возможность читать онлайн «Rosana Guber - La articulación etnográfica» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La articulación etnográfica: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La articulación etnográfica»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Valiéndose del diario de campo en la localidad mexicana de Pinola de la antropóloga Esther Hermitte, sus cuadros, esquemas e informes temáticos y de avance, junto a la tesis doctoral, Rosana Guber nos propone reconocer los dilemas que se nos presentan a los investigadores que elegimos la etnografía como perspectiva privilegiada para el conocimiento social. La articulación etnográfica indaga una etnografía por dentro, las lógicas que conducen al descubrimiento, y las preguntas específicas que son los garantes de un recorrido tan arduo como apasionante que, sin recetas y con humana creatividad, se hace camino al andar.

La articulación etnográfica — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La articulación etnográfica», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El proyecto Man-in-Nature tuvo el apoyo y la colaboración de varias instituciones mexicanas en las que desempeñaban papeles destacados investigadores que se formaron en la primera generación y con la experiencia en los proyectos conjuntos de Estados Unidos y México. El Instituto Nacional Indigenista ofreció el apoyo de su subdirector técnico, de la Fuente, y sobre todo de Villa Rojas, quien en esos años dirigía el Centro Coordinador Indigenista Tzeltal-Tzotzil con sede en San Cristóbal de Las Casas. Este centro coordinador era el modelo para los establecidos en otras regiones interculturales, además del lugar que se mostraba a visitantes distinguidos procedentes de otros países; tenía una zona de salones y zonas deportivas para los estudiantes indígenas que se formaban como promotores bilingües; también había campos agrícolas experimentales y dormitorios para los estudiantes. Para los visitantes se contaba con dormitorios sobrios y cómodos, además de viviendas para los principales funcionarios del centro coordinador; un restaurante, La Cabaña, atendía tanto a los funcionarios del centro como a los visitantes.

En esta primera parte del proyecto Roberto Escalante y yo nos instalamos en La Cabaña, como se conocía al centro coordinador en San Cristóbal, o a veces en la casa de Franz Blom y Gertrude Duby, Na Bolom, que también funcionaba como hospedaje para investigadores extranjeros.

La colaboración de la ENAH se estableció con el apoyo de Fernando Cámara, su secretario académico. Roberto Escalante y yo éramos alumnos de Mauricio Swadesh, quien tenía cercana amistad con McQuown y compartía sus planteamientos teóricos y metodológicos. Swadesh era profesor de la ENAH, así como investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Como apunté, ambos habían participado en la Primera Asamblea de Filólogos y Lingüistas, en 1939, y presentado ponencias en algunas de las mesas redondas de la Sociedad Mexicana de Antropología.

En la misma época la ENAH tenía también varios equipos de estudiantes bajo la dirección de Cámara, haciendo investigaciones en los Altos de Chiapas; un equipo, que estaba compuesto por Aura Marina Arriola, guatemalteca; Rosendo Escalante, peruano, y Fernando Samayoa, mexicano, hacía un recorrido aplicando un cuestionario en varias comunidades; los encontré en Chanal en febrero de 1959. Otro equipo estaba integrado por Luis Reyes y Marcelo Díaz de Salas, quienes recorrían el norte de la región tzeltal-tzotzil buscando la presencia de hablantes de la lengua náhuatl; Manuel Zabala Cubillos, colombiano, estudiaba el sistema de cargos en Zinacantán, siguiendo las propuestas de Cámara.

La realización de la VIII Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología en San Cristóbal de Las Casas, en septiembre de 1959, fue una buena ocasión para que los investigadores del proyecto Man-in-Nature presentaran ponencias resumiendo los resultados de sus investigaciones. Robert M. Adams (1961) hizo un balance de las investigaciones arqueológicas, Guiteras presentó una apretada síntesis sobre la cosmovisión de San Pedro Chenalhó (1961), Verbitsky expuso los resultados de una comparación de las comunidades de la región bajo estudio desde el punto de vista de sus características corporadas, siguiendo los planteamientos de Nash y de Wolf (Verbitsky, 1961). Finalmente, McQuown presentó dos ponencias, una con un balance de los resultados de las investigaciones lingüísticas y otra en la que apuntaba los logros y los problemas pendientes del proyecto, pues para entonces estaban ya aprobados los presupuestos para la segunda parte de Man-in-Nature (McQuown, 1961a, 1961b).

El grupo director del proyecto, con McQuown a la cabeza, consiguió presupuesto para el tercer año de la primera etapa, e incorporó a tres estudiantes con financiamiento externo; se trataba de Esther Hermitte y Albert Wahrhaftig, antropólogos sociales, y Christopher Day, lingüista. Esther y Chris se instalaron en Villa Las Rosas, una comunidad tzeltal.

Durante la segunda etapa (1959-1962) el proyecto se extendió a toda la región tzeltal-tzotzil e incluso algunos de sus investigadores hicieron incursiones en la zona limítrofe con Guatemala, particularmente los arqueólogos y los lingüistas. Creció también el número de investigadores, tanto en el papel de coordinadores, como fue el caso del británico Julian Pitt-Rivers, como en el grupo de colaboradores mayenses en lingüística. En este último grupo se preparó a diez hablantes de diversas comunidades para escribir y leer su lengua, hacer transcripciones y generar textos para los lingüistas; el más hábil, según McQuown, fue Mariano Juárez de Aguacatenango; otros hablantes de tzeltal eran Alonso Méndez Ton y Pedro Jiménez Wakax, de Tenejapa; José Gómez López, de Oxchuc; Alberto Méndez Tovilla, de Villa Las Rosas, y Juan Álvaro, de Sivacá. Hablantes de tzotzil eran Antonio López Tzintán, alto funcionario de Zinacantán; Bartolomé Hidalgo Sabanillas, de Venustiano Carranza; Salvador López Castellano y Juan Méndez Tzotzec, de Chamula.

Junto con Pitt-Rivers participaron como coordinadores del trabajo de campo Guiteras y Muriel E. Hunt (antes conocida por su nombre de soltera, Eva Verbitsky). Robert M. Adams continuó como coordinador del equipo de arqueología y McQuown del de lingüística, además de ser el director general de todo el proyecto. Nuevos equipos se formaron para trabajar en las comunidades. En Venustiano Carranza se instalaron Michel Salovesh, antropólogo social; Díaz de Salas, antropólogo social de la ENAH, y Harvey Sarles, lingüista. En Sivacá trabajaron Manuel Zabala y Evangelina Arana de Swadesh, ambos de la ENAH; en Pinola, continuó Hermitte y se incorporó R. Radakrishnan, un estudiante tamil de lingüística; en Tenejapa me instalé para hacer una investigación etnográfica, y Brent Berlin, para lingüística; en Ocosingo, una pequeña ciudad del noreste de Chiapas poblada principalmente por ganaderos y comerciantes ladinos y antigua entrada a la selva, llevaron a cabo una investigación etnográfica Julian Pitt-Rivers y Charles E. Mann; en Bachajón hicieron trabajo de campo Guiteras y Roberta Montagú; finalmente, en Chiapilla, una antigua población chiapaneca asentada en la ribera del río Grande de Chiapas, también conocido como Grijalva, hizo trabajo etnográfico Lilo Stern, una estudiante inglesa y alumna de Pitt-Rivers.

En vista de la magnitud del proyecto se rentó una casa en el barrio de San Francisco, en San Cristóbal de Las Casas, y se contrató a un grupo de mujeres del barrio de Mexicanos para ocuparse de la cocina, la limpieza y la lavandería, pues en la casa residirían los colaboradores mayenses y los visitantes ocasionales a la ciudad. Allí se realizaron los seminarios de una semana en que se reunían todos los investigadores para presentar sus avances, o bien, como en el caso de los antropólogos sociales, para responder a los guiones temáticos que nos impartían los coordinadores. Entonces se generó una intensa actividad social, además del intercambio académico, entre los investigadores del proyecto. Nos reuníamos para comer, o acabábamos el día reunidos frente a la chimenea y cantando canciones, alentados por la guitarra de Michael Salovesh. Las canciones más frecuentes provenían de los republicanos españoles. Entonces se invitaba a cantar a doña Margot, la esposa de Pitt-Rivers, procedente de la aristocracia hispana y prima de Francisco Franco, quien declinaba el convite y, con gesto altanero, se pronunciaba del lado de los triunfadores de la guerra civil.

Se concretaron seis seminarios, dos en 1960 (en septiembre y en diciembre) y cuatro en 1961 (en marzo, junio, septiembre y diciembre); en todos ellos inevitablemente se cerraba la semana con una fiesta en la que se cenaba y se bebía en abundancia (al menos en las cuatro de 1961 en las que participé). A estas fiestas se invitaba a visitantes extranjeros que pasaban por la ciudad y a intelectuales chiapanecos como don Prudencio Moscoso, el cronista de San Cristóbal. Hicimos buena amistad con Juanito Hotchkiss y Nick Hopkins; otros lingüistas fueron Gerald Williams y Terry Kaufman. Como Manuel Zabala, el estudiante colombiano discípulo de Fernando Cámara, estaba con su esposa y tres pequeñas niñas, asistía brevemente, aunque yo tenía una buena amistad com él, establecida desde las aulas de la ENAH. En estas reuniones se tejió una muy buena amistad entre Esther Hermitte, Marcelo Díaz de Salas y yo, lo que me dio la oportunidad de visitar a ambos en las comunidades donde hacían sus investigaciones etnográficas, y de tomar fotos de sus amigos y colaboradores; incluso hice tomas de ellos mientras conversaban entre sí, dejando ver la calidez amistosa de sus vínculos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La articulación etnográfica»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La articulación etnográfica» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La articulación etnográfica»

Обсуждение, отзывы о книге «La articulación etnográfica» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x