Estimulación de los siete chakras comunes
Cada uno de los siete chakras comunes regula la transmisión y la transmutación de una porción de energía descalificada en los mundos de las mentes superior e inferior. La frecuencia media de cada chakra se conoce como la resonancia del chakra.
Puedes comenzar a sentir la resonancia única de los siete chakras comunes dentro del espacio corporal individual usando la palma de tu mano receptiva (femenina) —tu mano derecha, si eres zurdo o la izquierda, si eres diestro— para estimular la parte frontal de los chakras (cada una de las palmas de la mano posee un centro menor de energía a través del cual se irradia el prana).
Una vez que has determinado dónde se localiza el polo femenino de cada chakra (el primer chakra en la base de la espina dorsal, el segundo chakra a una distancia de cuatro dedos por debajo del ombligo, el tercer chakra en el plexo solar, el cuarto chakra en el centro del esternón, el quinto chakra en la garganta, justo debajo de la manzana de Adán, el sexto chakra en la frente, directamente entre los ojos, y el séptimo chakra en la coronilla de la cabeza), comienza a explorar la región que se encuentra al frente de cada chakra con la palma de tu mano femenina . Descubrirás que esta técnica funciona mejor si mantienes la palma de tu mano a una distancia aproximada de seis pulgadas (quince centímetros) por encima de la superficie del espacio corporal individual y desciendes desde el séptimo chakra hasta el primero.
Tan pronto como hayas localizado el polo femenino de un chakra con la palma de tu mano, el chakra se activará y experimentarás una vibración residual. Esta vibración continuará aun cuando hayas retirado tu mano.También podrás experimentar sensaciones que son únicas del chakra que has estimulado. Las sensaciones que experimentarás pueden ser desde una sensación de seguridad, si se trata del primer chakra, hasta satisfacción y/o comodidad, si se trata del tercer chakra. Más abajo se presenta una lista de las sensaciones, sentimientos y emociones asociados con los siete chakras comunes en el espacio corporal individual.
Primer chakra: seguridad, autoconfianza, imagen corporal, conexión con la tierra y sus criaturas.
Segundo chakra: vitalidad, identidad de género (masculinidad o feminidad), creatividad, ira.
Tercer chakra: pertenencia, confianza, intimidad, amistad, estatus, bienestar mental, miedo.
Cuarto chakra: autoconciencia, derechos personales (esto incluye el derecho a controlar tu cuerpo físico, a expresar y definir tus sentimientos, tus emociones y tu percepción y el derecho a seguir tu dharma personal), dolor emocional.
Quinto chakra: autoexpresión, goce del espacio personal (el cual se extiende a las fronteras áuricas), integridad, alegría.
Sexto chakra: conciencia humana, memoria, intuición, razonamiento, pensamiento deductivo.
Séptimo chakra: conciencia trascendental.
El kundalinishakti
La palabra kundalini proviene de la raíz del sánscrito kundala, que denota “enroscado”. El kundalinishakti se encuentra a menudo personificado por Devi (la diosa Kundalini) o antropomorfizado como una víbora enroscada y durmiente. El kundalini emerge de dos formas, como un kundalini estructural y como el poder de la serpiente, la cual yace durmiente en la base de la espina dorsal.
El kundalini estructural es una función de organización que le permite a los cuerpos de energía y a los vehículos energéticos funcionar de manera sinérgica con los órganos del sistema humano de energía.
La energía de la serpiente enroscada en la base de la espina dorsal es el gran almacén de la energía descalificada en el sistema humano de energía. En realidad, la activación de esta energía latente es uno de los logros más significativos del trabajo de energía.
Cuando se ha estimulado la energía de la serpiente y ésta comienza a ascender a través del meridiano regulador shushumna (el principal meridiano masculino), se incrementará la conciencia, la energía descalificada recargará el sistema de energía y la conciencia surgirá exclusivamente por medio de las mentes superior e inferior.
Percibir la energía descalificada
La mayoría de las personas no perciben la presencia de la energía descalificada en sus vidas aun cuando la vitalidad, la alegría incondicional y la creatividad son signos de su presencia. Hay ejemplos, sin embargo, en que la presencia
de la energía descalificada es imposible de negar (aunque ésta puede ser mal interpretada); éstos incluyen la intimidad sexual, la catarsis, la profunda meditación y el sueño lúcido. Estas experiencias van acompañadas casi siempre de una profunda sensación de tranquilidad, casi como “la tranquilidad que rebasa todo entendimiento”, descrita por Jesús de Nazaret, y/o la experiencia de intimidad y unión experimentada durante la meditación yogística o tántrica. Desafortunadamente, estas experiencias son poco frecuentes y la mayoría de las personas logran percibir la energía descalificada sólo después de que ésta ha interactuado con el equipaje kármico ya presente en su campo de energía.
Cuando existe una excesiva cantidad de equipaje kármico en nuestro campo de energía, la energía descalificada se reflejará en su superficie y la fricción o frotamiento causado por la interacción ocasionará una sensación de calor. Cuando existe una menor cantidad de energía calificada, o ésta es menos densa, entonces la interacción de la energía descalificada con la energía calificada producirá una sensación de resplandor que puede ser muy agradable. Este tipo de experiencias tiende a ser breve o mal interpretado, lo que explica por qué la energía descalificada rara vez es apreciada por lo que es o se le da la importancia que merece.
Cambiar tu orientación
Para poder vencer al equipaje kármico, es muy importante estar orientado adecuadamente dentro del espacio corporal individual. Estar orientado adecuadamente no significa cambiar tu posición física sino cambiar tu percepción de la mente individual y el ego a las mentes superior e inferior. Al cambiar tu orientación te adentras en un campo de actividad confiable fuera del tiempo líneosecuencial que trasciende funcionalmente (o se mantiene afuera) al universo de la energía calificada (maya) y es, por lo tanto, inmune a la influencia o a los efectos del equipaje kármico.
Existen tres campos de actividad en donde el maya pierde su influencia y donde se puede accesar confiadamente a la energía descalificada. El primero es el punto del tamaño del pulgar que se localiza a la derecha del chakra del corazón, en donde la energía descalificada emerge junto con el atman. La energía descalificada es la más difícil de accesar desde el atman (el tercer corazón) por dos razones: primero, el punto donde emerge el atman se encuentra generalmente cubierto por capas de sedimento kármico y, segundo, el prana que emerge se disemina casi de inmediato a través del sistema humano de energía.
Por fortuna, a la energía descalificada se puede acceder de otras dos maneras. El prana ingresa en el sistema humano de energía con cada inhalación. Al separar la respiración del Yo, es posible separar la conciencia de la mente individual y del ego. Una vez que esto se ha llevado a cabo, es posible centrar la conciencia en la acumulación de prana que ingresa con cada inhalación. Sin embargo, debe hacerse de manera inmediata, antes de que el prana se disipe por medio de los órganos del sistema humano de energía, los chakras, las auras y los meridianos.
Tal como lo han descubierto los estudiantes poco experimentados, el dominar esta técnica puede resultar difícil, pues se requiere de una cierta cantidad de discernimiento (discernimiento es la capacidad de percibir el tono de la energía descalificada y las cualidades de los subcampos calificados). Si no se ha desarrollado el discernimiento, la acumulación de prana se disipará a través del sistema de energía antes de poder centrarse en él.
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