conozcamos
lo nuestro?
Presento esta obra que titulé Conozcamos lo nuestro . Si bien muchas de las cosas de que hablo e ilustro no tienen aplicación práctica en estos días, todas cumplieron importante función en su época. Nada hizo el gaucho que no tuviera una importante finalidad. Todo lo que salió de sus manos hábiles probó el notable ingenio del que era poseedor. Siempre se ha hablado de la habilidad de nuestro gaucho para dominar al que fue su inseparable compañero, el caballo. En esta obra trato de demostrar que eso fue cierto. Creo que conocer todo lo que al gaucho atañe es necesario que las generaciones actuales lo sepan y otros de más edad lo recuerden, porque de este modo aprenderemos a respetarlo al conocerlo mejor. En esta forma comprenderemos que este maravilloso país no fue habitado por bárbaros inútiles, vagos y “mal entretenidos”, como se insistió en forma sistemática y perfectamente organizada en una monumental campaña sostenida por los “ilustrados”, que solo concebían la civilización si esta provenía de allende los mares, pero renegando del origen latino hispano.
El gaucho, que heredó todo del pueblo español, chocó con el hombre de ciudad que no lo comprendió, y respaldó con energía al ciudadano que no lo despreció y no trató de demostrar ostensiblemente su diferente forma de vivir.
Veremos cómo y por qué usaron tal o cual prenda, su origen, procedencia y adaptación. Cómo y por qué los aperos se diferencian en cada zona de tan extenso país. Su forma de trajinar un potro, la manera de lidiar con vacunos y lanares; y lo que más llama la atención es la inteligencia que mostró poseer al ingeniar las distintas maneras de utilizar “las sogas” para dominar el caballo.
Todo esto y muchas cosas más que atañen a la vida de nuestros antepasados lo veremos en esta obra. De ese modo tendremos una visión bastante amplia de todo ello, a lo que agregaremos un pantallazo de los usos y costumbres del indio, aquel valiente dueño de la tierra que defendió con valor y orgullo luchando contra el gaucho, que fue el primer instrumento que el “ilustrado” utilizó para liberar esas grandes extensiones de rica tierra que pasaron a su poder sin arriesgar más que la sangre de esos maravillosos gauchos. Tengo la pretensión de creer que este modesto trabajo sirva para que muchos lectores no tengan que callar cuando deban responder a preguntas sobre usos y costumbres de nuestro campo, pero, sobre todo, es un homenaje que rindo al gaucho con esta obra Conozcamos lo nuestro .
ENRIQUE RAPELA
What Is The
Gaucho’s
Heritage?
I present this work I titled The Gaucho’s Heritage ( Conozcamos lo nuestro ). Even though many things I talk about and illustrate have no practical application nowadays, all of them fulfilled an important function in their time. The gaucho did not do anything that did not have a relevant purpose. Everything that came from his skilled hands was an evidence of the significant ingenuity he possessed. Always people have talked about the skills of our gaucho to master his inseparable companion: the horse. In this work, I try to demonstrate that this was right. I think that knowing everything concerning the gaucho is necessary for new generations, and older people should remember it, because, in this way, we will learn how to respect him once we know him. Thus, we will understand that this wonderful country was not inhabited by useless barbarians, lazy people with bad habits, as a huge systematic and perfectly organized campaign supported by people who only conceived as civilized what comes from overseas, rejecting the Latin Hispanic origin, repeated.
The gaucho, who inherited everything from the Spaniard people, crashed with the man from the city who did not understand him, and backed with energy the urban man who did not look down on him, and did not try to demonstrate ostensively their different way of living.
We will see how and why they wore this or that piece of clothing, its origin and adaptation. How and why tacks are different in each part of such a vast country. Their way to work with a horse, the way to deal with cattle and sheep; and what draws more attention is the intelligence they showed when they created the different ways to use “the ropes” to master the horse.
All this and many other things concerning the life of our ancestors will be seen in this work. In this way, we will have a pretty large view of all of it, and we will add to this an overview of the customs and habits of the indigenous people, those brave owners of the land they defended with courage and pride fighting against the gaucho, who was the first instrument the “illustrated people” used to free those vast extensions of rich land that passed to them without risking anything but the blood of these great gauchos. I want to believe that this modest work will be useful so that many readers will not have to remain silent when they should answer questions about customs and habits of our countryside, but, mainly, it is a tribute I pay to the gaucho with this work The Gaucho’s Heritage .
ENRIQUE RAPELA

El gaucho, el hombre poblador de nuestros inmensos campos, era el jornalero de las grandes estancias, muy diestro en el arte de dominar y amaestrar el caballo, con el que realizaba los trabajos de ganadería y agricultura.
Este personaje fue muy castigado por esos literatos que solo veían lo bueno si tenía raíz francesa o sajona. El origen del denominado “gaucho” es incierto y los ensayos para explicarlo son variados. Por ejemplo, Pablo Groussac considera como verosímil y lógico que tal palabra nunca fue dicha no conocida en la península, sino por traslado americano. Es, para él, una de las pocas que no pasó por España antes de implantarse en el Nuevo Mundo. Groussac cree que deriva de la palabra incásica “guacho”, que significa (en un sentido bastante denigrativo) “abandonado, errante, huérfano”. Acepción que, en general, rechazamos.
Don Félix de Azara, sabio enviado por el gobierno español para poner en ejecución el Tratado de San Idelfonso, marcando los límites entre España y Portugal en sus posesiones sudamericanas, permaneció desde 1781 a 1801 en los diversos territorios del Río de la Plata, levantando mapas, explorando y escribiendo sus luego famosos libros. Gran observador, dejó conceptos que no podemos pasar por alto. Azara, refiriéndose al poblador de la llanura, expresa:
“No es menos admirable el tino con que prácticos ‘baqueanos’ conducen al paraje que se les pide en terrenos horizontales, sin caminos, sin árboles, sin señal alguna ni aguja marítima, aunque disten cincuenta o más leguas. Además de los dichos, hay por aquellos campos otras castas de gente, llamada más propiamente GAUCHO o GAUDERIOS”.
El nombre de “gauchos” o “gauderios”, que designaba al principio a estos aventureros de la llanura, comprendió después a todos los hombres de campo dedicados, por lo general, al pastoreo.
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