Larrie D. Ferreiro - Hermanos de armas

Здесь есть возможность читать онлайн «Larrie D. Ferreiro - Hermanos de armas» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Hermanos de armas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Hermanos de armas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A finales de 1776, apenas seis meses después de la histórica
Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Revolución americana agonizaba. Nueva York había caído y el Ejército Continental de George Washington se batía en retirada. Filadelfia, sede del Congreso Continental, parecía tener las horas contadas. La recién nacida nación norteamericana carecía de marina, de artillería que se preciara, de preparación militar, de pólvora… y de posibilidades reales de derrotar a Gran Bretaña; al menos por sí sola. Hermanos de armas.
La intervención de España y Francia que salvó la Independencia de Estados Unidos es un exhaustivo y apasionante ensayo, finalista del premio Pulitzer, en el que su autor,
Larrie D. Ferreiro, demuestra que sin el apoyo diplomático, financiero, militar y naval de España y Francia, la causa estadounidense nunca hubiera triunfado. Una intervención que trocó un conflicto doméstico en una guerra global que se libró en tres continentes, de la Luisiana y la Florida españolas a las costas de Francia, de Gibraltar a la India, que en la pluma de Ferreiro abandona el tradicional relato aislacionista para ganar una dimensión internacional, la de una coalición de hermanos de armas, países enfrentados a un enemigo común.

Hermanos de armas — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Hermanos de armas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El problema era que la nueva nación había comenzado su guerra contra la autoridad británica con una asombrosa incapacidad de defenderse a sí misma, como un adolescente rebelde que abandona a su familia sin un céntimo en el bolsillo. Su Marina era inexistente, su artillería escasa y su desastrado Ejército y milicias carecían hasta del ingrediente más básico de la guerra moderna: pólvora. Poco después de la batalla de Bunker Hill, Benjamin Franklin escribía: «[…] el Ejército no tenía ni cinco cartuchos de pólvora por hombre. Todo el mundo se preguntaba por qué casi nunca disparábamos los cañones: no nos lo podíamos permitir». 4 El nuevo país, en resumidas cuentas, necesitaba con desesperación atraer a Francia y a España a la guerra, las únicas naciones con poder suficiente para llevar sus fuerzas a combatir directamente contra el Ejército británico y capaces de engolfar a la Armada británica en un conflicto de mayores dimensiones que la distrajera de las costas de Norteamérica y minara su fuerza.

Tanto Francia como España permitieron, desde antes que comenzara la contienda, el flujo de ayuda clandestina hacia los rebeldes, pero esto se demostró insuficiente dadas las dimensiones del conflicto. Ni Luis XVI ni Carlos III estaban dispuestos a tomar parte de forma abierta en una guerra civil británica: el nuevo país tenía que demostrar que era una nación independiente que luchaba contra el enemigo común, Gran Bretaña. El documento que salió de la pluma de Jefferson afirmaba con claridad: «[…] estas Colonias Unidas son y deben ser, por Derecho, Estados Libres e Independientes». Se trataba de una invitación solemne a Francia y a España para que fueran a la guerra de la mano del nuevo país. Es conocido que el documento que acordó el 4 de julio el Segundo Congreso Continental se denominó Declaración de Independencia, pero además era, en cierto modo, una «Declaración de que Dependemos de Francia (y También de España)».

SENTIDO COMÚN

Hoy, los estadounidenses celebran la fiesta del 4 de julio dando por sentadas algunas cuestiones falsas. El relato habitual acerca de la Declaración de Independencia viene a decir: los colonos ya no podían tolerar que el gobierno británico aprobara leyes injustas e impuestos sin permitir una representación adecuada de las colonias en el gobierno, así que el Segundo Congreso Continental votó para redactar un documento que le explicara al rey Jorge III las razones de la independencia y para justificar ante los propios colonos y el resto del mundo los motivos de su rebelión contra la Corona. 5 La verdad es que la intención de este documento era muy distinta. La Declaración no estaba dirigida al rey Jorge III. 6 El monarca británico ya había comprendido la situación, como demuestran sus palabras al Parlamento en octubre de 1775, cuando dijo que la rebelión «se realiza con el propósito manifiesto de establecer un imperio independiente». 7 Tampoco era su objetivo aunar a las colonias a la causa de la independencia, puesto que estas ya habían ordenado a sus delegados en el Congreso que votaran a favor de la separación. La verdad es que la Declaración se escribió para pedir ayuda a Francia y España.

La idea misma de que se redactara un documento para declarar la independencia nacional era algo casi inaudito. Hasta entonces, las naciones que se separaban de sus gobernantes no se preocupaban de poner sus intenciones por escrito, ya que sus acciones hablaban con mayor claridad que cualesquiera palabras. El ejemplo más reciente había sido la rebelión de la República de Córcega contra la República de Génova en 1755. El jefe de la rebelión, Pasquale Paoli, se había limitado a anunciar que Córcega era una nación soberana y a establecer un gobierno independiente; no se imprimió nunca una declaración formal. Los colonos estadounidenses estaban bien informados de estos sucesos, e incluso le dieron el nombre de Paoli a una población de Pensilvania donde se libró una cruel batalla contra los británicos. Con anterioridad, la épica lucha de ochenta años de la República de Holanda por independizarse de España también se había librado sin que mediaran declaraciones escritas, salvo un único documento conocido como Acta de Abjuración (1581), el cual había sido más bien una proclamación del rompimiento de la fidelidad debida a la Corona española por parte de sus firmantes que una afirmación formal de la existencia de una nueva nación independiente. 8

Aunque carecía de precedentes como proclamación formal de la soberanía nacional, la Declaración de Independencia no fue, desde luego, la primera declaración escrita por los norteamericanos durante el proceso que llevó a la guerra. Las declaraciones, que nacían de la tradición legislativa británica, se habían usado desde hacía mucho para expresar intenciones o para aplicar nuevas políticas nacionales e internacionales. 9 No eran meros anuncios al mundo ni se limitaban a dar fe de una resolución. Cada una de ellas se redactaba con gran celo para influir en una audiencia particular y obtener un propósito específico. Como respuesta a las Leyes Coercitivas [ Coercitive Acts ] de 1774, que habían impuesto severas medidas económicas y punitivas en Massachusetts, el Primer Congreso Continental había aprobado una serie declaraciones y resoluciones, mensajes al pueblo de Gran Bretaña y sus otras colonias y peticiones al rey que, en conjunto, tenían la intención de que se cambiaran las leyes aborrecidas y exhortaban a que se eligiera un nuevo Parlamento más comprensivo con las demandas de los colonos, o a que el monarca interviniera para eliminar dichas leyes. 10

Al fracasar los intentos de cambiar las leyes o el Parlamento y estallar la guerra en 1775, el Segundo Congreso Continental echó todas las culpas al Parlamento y a los ministros del rey y encargó a un comité de tres miembros, entre los que se encontraba Thomas Jefferson, que redactara la Declaración de las Causas y Necesidad de Tomar las Armas [Declaration of the Causes and Necessity of Taking Up Arms]. Esta declaración era una explicación de por qué los colonos veían necesario defender sus libertades mediante la fuerza de las armas y también una llamada final a la reconciliación. Aunque los autores declaraban que habían redactado el documento «por respeto al resto del mundo», su claro destinatario era Jorge III, con el objetivo de que Gran Bretaña cambiara de política. La declaración afirmaba que, solo si el monarca ordenaba a sus ministros negociar con los colonos «en términos razonables», podrían evitarse las «penalidades de la guerra civil». Esta solicitud, junto con la Petición de la Rama de Olivo [ Olive Branch Petition ] que pedía al rey encontrar la forma de «establecer la paz […] en nuestros territorios», fue rechazada de plano por Jorge III. Al acabar 1775, las colonias estaban en un punto muerto político armado: la reconciliación ya no era una opción viable, pero no eran capaces de ver un camino que les permitiera separarse de Gran Bretaña. 11

Este impasse se rompió a primeros de 1776, pero no por la enorme altura intelectual que alargaba sin fin los debates de los congresistas en la Pennsylvania State House (actual Independence Hall), sino por un desconocido editor de periódico que, casi arruinado, había emigrado de Londres a Filadelfia apenas un año antes. En aquel breve lapso, Thomas Paine había escuchado suficientes rumores de café y divagaciones tabernarias como para llegar a una conclusión que algunos políticos debatían en privado: las distintas declaraciones y peticiones emitidas hasta entonces por el Congreso eran un planteamiento equivocado. Era Jorge III, no sus ministros ni el Parlamento, el responsable de las desgracias que padecían las colonias; por tanto, de nada servían las peticiones al monarca para que cambiara las leyes: para asegurar la prosperidad de las colonias era necesario romper del todo con Gran Bretaña, no una reconciliación. Los claros y sencillos razonamientos de Paine lo llevaron también a una segunda conclusión, aún más radical: la separación solo se podría alcanzar por la vía militar y esta solo sería posible con el apoyo de Francia y España. Dicho apoyo dependería por completo de que las colonias, de manera formal y por escrito, se declararan una nación soberana independiente de Gran Bretaña.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Hermanos de armas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Hermanos de armas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Hermanos de armas»

Обсуждение, отзывы о книге «Hermanos de armas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x