Harold Bloom - Cleopatra

Здесь есть возможность читать онлайн «Harold Bloom - Cleopatra» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cleopatra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cleopatra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Harold Bloom realiza un acercamiento literario, crítico y ante todo humanista a los personajes que considera más relevantes de Shakespeare. La segunda: Cleopatra.Cleopatra, una de las mujeres por sí misma más fascinantes de la historia, se convirtió también, gracias a Shakespeare, en uno de los personajes literarios más interesantes. La fusión de la historia y la literatura dieron lugar al mito. Cleopatra se nos presenta como un personaje altamente complejo, trágico y en ocasiones profundamente irritante.En Cleopatra, soy fuego y aire, Harold Bloom analiza su relación con el personaje y, así como nuestra comprensión del Quijote o la Regenta varían según la etapa vital en la que nos encontremos, Bloom explica cómo su percepción de Cleopatra ha llegado a su cenit en la madurez.

Cleopatra — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cleopatra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¿Cómo llamar al mutuo amor de Cleopatra y Antonio? En primer y último lugar, es sexual. Cada uno de estos supremos narcisistas se contempla más radiante a los ojos del otro. Con todo, no son iguales. Antonio se somete incesantemente, pero Cleopatra no se rinde al flujo del tiempo. Shakespeare insinúa que Antonio se afirma en ella buscando apoyo para su alma vacilante. Sin embargo, ni la vitalidad imparablemente floreciente de Cleopatra logra impedir su caída.

Shakespeare era un maestro de la elipsis, de omitir cosas con el fin de despertar nuestra curiosidad por sus orígenes. Salvo en una escena fugaz en la que Antonio maldice la traición de Cleopatra, 2nunca los vemos juntos a solas. Cuando no se acoplan, ¿cómo se relacionan? Cleopatra menciona una ocasión en que hubo intercambio de género. Ella lo vistió con su ropa y se puso su armadura para empuñar su espada favorita, Filipos, con la que él derrotó a Casio y Bruto.

Es difícil visualizar la mutua soledad de estas dos fieras individualidades. Dependen de la admiración de sus seguidores. En ellos Shakespeare inventó una nueva clase de ser carismático en la que la adulación hace posible la dicha de la supremacía.

Capítulo 3

Desborda el límite

Antonio y Cleopatra empieza con Filón, uno de los oficiales de Antonio, que se queja a otro del insensato enamoramiento de su jefe:

Sí, pero este loco amor de nuestro general

desborda el límite. Esos ojos risueños,

que sobre filas guerreras llameaban

como Marte acorazado, dirigen

el servicio y devoción de su mirar

hacia una tez morena. Su aguerrido pecho,

que en la furia del combate reventaba

las hebillas de su cota, reniega de su temple

y es ahora el fuelle y abanico

que enfría los ardores de una egipcia.

Clarines. Entran Antonio, Cleopatra con sus damas, el séquito y eunucos abanicándola .

Mira, ahí vienen. Presta atención y verás

al tercer pilar del mundo transformado

en juguete de una golfa. Fíjate bien.

(acto 1, escena 1)

Todo en esta gran obra «desborda el límite». Sube el Nilo, inunda sus orillas, trae abundancia a la tierra egipcia. Las gigantescas personalidades de Antonio y Cleopatra rompen todos los límites:

Cleopatra

Si de veras es amor, dime cuánto.

Antonio

Mezquino es el amor que se calcula.

Cleopatra

Mediré la distancia de tu amor.

Antonio

Entonces busca cielo nuevo y tierra nueva.

Coqueteando, Cleopatra provoca a Antonio amenazándolo con fijar una frontera a su pasión. En el tono del Apocalipsis, Antonio se jacta de que la encantadora a la que llama «mi serpiente del Nilo» tendrá que descubrir un nuevo cielo y una nueva tierra. Negándose a atender a los emisarios de Roma, exclama:

¡Disuélvase Roma en el Tíber y caiga

el ancho arco del imperio! Mi sitio es éste.

Los reinos son barro, y la tierra con su estiércol

mantiene a bestias y a hombres. Lo grandioso

de la vida es hacer esto, cuando una pareja

tan unida puede hacerlo. Por lo cual,

¡bajo castigo reconozca el mundo entero

que somos inigualables!

Podríamos llamar a esto la epifanía de su pasión y de su orgullo. Antonio lo dice y no lo dice en serio. Él ambiciona Roma y Egipto. Quiere el mundo entero. La grandeza de su historia culmina en el fiero abrazo con Cleopatra. Explícitamente, celebra la fusión sexual de sí mismo como Hércules y de Cleopatra como Isis. Ambos forman una pareja inigualable sobre la cual el mundo debe emitir veredicto de unicidad.

El orgullo por su proeza compartida –política, militar, erótica– es uno de los grandes ingredientes de su gloria. Este orgullo es semejante al gozo de Falstaff en su lenguaje y a la confianza de Hamlet en el alcance de su consciencia.

Podría decirse que el mundo es la tercera mayor personalidad de Antonio y Cleopatra . Octavio César, el futuro Augusto y primer emperador, palidece en presencia de Cleopatra, su Antonio y el ancho mundo. Octavio destruirá a Cleopatra y a Antonio y se convertirá en el señor universal que imponga una paz romana. Y sin embargo, tanto él como el mundo se convierten en público de los amantes imperiales que acaparan la escena y se la apropian.

Cleopatra

¡Admirable engaño!

¿Se ha casado con Fulvia y no la quiere?

No soy la boba que parezco, y Antonio

no va a cambiar.

Antonio

...si no lo excita Cleopatra.

Por amor del Amor y sus tiernas horas,

no perdamos el tiempo con disputas.

Que no corra un minuto más de vida

sin algún placer. ¿Qué diversión hay esta noche?

Cleopatra

Atiende a los embajadores.

Antonio

¡Quita allá, discutidora!

A ti todo te cuadra: reñir, reír,

llorar; en ti toda emoción

pugna por hacerse bella y admirada.

¡Nada de mensajeros! Los dos solos

pasearemos esta noche por las calles

observando a las gentes. ¡Vamos, reina mía!

Anoche lo deseabas. [ Al mensajero ] ¡No me hables!

Burlándose de su amante, Cleopatra le recuerda su agresiva esposa, a la que él no quiere. Se encoge de hombros y dice que prefiere creerle cuando él sólo habla de placeres, aunque ella sabe lo que hay. La insensata respuesta de Antonio depende de la rica palabra «excita», en la que se combinan la excitación sexual, la locura y el estímulo para las nobles hazañas. «A ti todo te cuadra: reñir, reír, / llorar». Cuadrarle todo esto suena como si se nos recordase el flujo y reflujo de Cleopatra, como su Nilo. Antonio opta por la prolongación de los placeres, incitado por presagios de un final próximo. Hábilmente, Cleopatra evita a Antonio y le exige que escuche a los embajadores.

Hay aquí una huida hacia la brillante destrucción cuando Antonio admira la pasión de su Isis. Inconscientemente, habla como Osiris, ciego a su propia dispersión y hechizado por una diosa cuyas lágrimas y risas realzan su belleza por igual.

Flujo y reflujo, el ritmo del río del tiempo, pronto hacen que el romano Antonio oiga la resonancia de lo opuesto:

Enobarbo

¡Chss...! Aquí viene Antonio.

[ Entra Cleopatra .]

Carmia

Él no, la reina.

Cleopatra

¿Habéis visto a mi señor?

Enobarbo

No, señora.

Cleopatra

¿No estaba aquí?

Carmia

No, señora.

Cleopatra

Estaba de ánimo alegre, y de pronto

le da por pensar en Roma. ¡Enobarbo!

(acto 1, escena 2)

Cleopatra intuye sagazmente que «pensar en Roma» alejará de ella a Antonio. La política y la pasión se funden al darse cuenta de ello.

Enobarbo

¿Señora?

Cleopatra

¡Búscalo y tráelo aquí! ¿Dónde está Alexas?

Alexas

Aquí, a tu servicio. –Ahí llega mi señor.

Cleopatra

No quiero verlo. Venid conmigo.

Su desdén es tan auténtico como táctico y nos recuerda que, mientras ella representa continuamente su propio papel, es consciente de los límites de su histrionismo. Los mensajeros informan de que la mujer de Antonio, Fulvia, y su hermano Lucio fueron derrotados por Octavio. Las malas noticias se multiplican. Los de Partia han atravesado las líneas romanas. Fulvia ha muerto. Antonio, que no la quería, la alaba como una gran alma «que nos deja». Una nueva percepción le avisa de que debe romper sus cadenas egipcias y abandonar a la «reina hechicera»:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cleopatra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cleopatra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cleopatra»

Обсуждение, отзывы о книге «Cleopatra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x