Estos dos procesos se alternan constantemente buscando el equilibrio para intentar controlar el mundo externo, con el fin de sobrevivir.
Los estadios del desarrollo de Piaget
Como se ha dicho, Piaget percibe que existen diferencias en cada uno de los estados del desarrollo, en cuanto a la asimilación y la acomodación, por lo que establece cuatro estadios epistemológicos, es decir, del conocimiento científico o cognitivos.
Estadio sensoriomotor
Esta etapa abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente un año y medio a dos años. En este estadio el niño utiliza sus habilidades motrices para explorar el entorno que le rodea, confiando principalmente en sus reflejos, para luego poder desarrollarse en las imágenes y conceptos.
Recuerde
La Teoría Constructivista del Aprendizaje de Piaget se centra en cómo se construye el conocimiento partiendo de la interacción con el medio..
Dado el amplio rango de edad que abarca este primer estadio, este se encuentra subdividido de la siguiente forma:
1 Subestadio I: desde el nacimiento hasta el primer mes. Se llevan a cabo los primeros ejercicios reflejos y los movimientos espontáneos (reflejos de prensión, marcha...).
2 Subestadio II: desde el primer hasta el cuarto mes. Se producen las primeras reacciones circulares primarias. Estas son acciones reiterativas del niño que producen placer en él. Un ejemplo de ello es la succión del propio dedo o un chupete, ya que esto sustituye al pecho materno o al biberón.
3 Subestadio III: desde el cuarto hasta el octavo mes. Comienzan los primeros actos relacionados con el desarrollo de la coordinación viso – motora, que en estos casos se reflejará principalmente mediante la prensión. Igualmente, surgen las reacciones circulares secundarias, en las que el niño busca aprender a desplazar y mover objetos para producir sonidos y poder así llegar a la satisfacción que esto le provoca. También puede localizar objetos parcialmente escondidos.
4 Subestadio IV: desde los 8 a los 12 meses. Está caracterizado por la aparición de la intencionalidad en sus acciones. Empieza a producirse la coordinación de los esquemas secundarios (aquellos que tienen una consecuencia sobre el entorno) y su aplicación a situaciones nuevas. Es decir, busca medios para alcanzar un objetivo (por ejemplo, incorporarse para coger un juguete).
5 Subestadio V: desde los 12 a los 18 meses. Nacen las reacciones circulares terciarias. Son las más experimentales. Todo despierta su curiosidad y quiere descubrir cómo y por qué de lo que le rodea. Básicamente, el niño dedica su tiempo a experimentar con todo lo que está a su alcance (por ejemplo, poner un cubo en diferentes posiciones para ver cómo se mantiene en pie). Se produce el descubrimiento del medio a través de la experimentación activa.
6 Subestadio VI: desde los 18 a los 24 meses. Surgen los símbolos mentales y su viaje hacia el pensamiento abstracto (no se afianzará hasta el final de su desarrollo). En este momento, ya es capaz de usar palabras y símbolos para referirse a objetos, incluso estando estos ausentes, lo que le confiere el manejo de “imágenes mentales”. De esta forma, será capaz, por ejemplo, de pensar en una muñeca cuando esta se le nombra sin que haya ninguna presente. A este tipo de pensamiento se le denomina “pensamiento simbólico”. Igualmente, gracias a esta capacidad, puede planear mentalmente qué movimientos debe hacer para alcanzar un objeto, e incluso imitar modelos que no estén presentes en el momento.
Estadio preoperatorio
El estadio preoperatorio es el segundo de los cuatro estadios y se da entre los 2 y los 7 años de edad.
Se caracteriza por la interiorización de las reacciones de la etapa anterior dando lugar a acciones mentales que aún no son categorizables.
Representación gráfica de los estadios del desarrollo de Piaget
Son procesos característicos de esta etapa: el juego simbólico, la concentración, la intuición, el animismo, el egocentrismo, la yuxtaposición y la reversibilidad (inhabilidad para la conservación de propiedades).
Este estadio se divide en dos subestadios:
1 Periodo simbólico. Abarca desde los 2 hasta los 4 años. Se caracteriza por un tipo de pensamiento desorganizado, lo que en cierta forma, hace que los niños tengan la impulsividad que normalmente los define. Durante este periodo, el niño perfecciona la representación de objetos y la imitación simbólicas. Aunque sobre todo, si algo llama la atención en el periodo preconceptual, es el egocentrismo del infante. Cada una de las cosas que sucedan a su alrededor, desde su perspectiva, van a girar en torno a él. Esto le llevará a tener una gran dificultad para poder diferenciar entre su propia perspectiva y la de los demás. Finalmente, también surgirá el animismo, que es la creencia de que todos los objetos que le rodean están vivos y son capaces de interactuar con él y entre ellos.
2 Periodo intuitivo. Desde los 4 hasta los 7 años. Es la etapa del “¿por qué?”. Quieren saber el porqué de absolutamente todo, a la vez que gozan de una falsa seguridad sobre sus conocimientos. Sus afirmaciones son categóricas, aunque no entiende cómo han aprendido eso. Junto a ello, se desarrollan otras dos características importantes: la centración y la conservación. La primera hace referencia a la capacidad de fijar la atención sobre un objeto o personal, aunque con toda probabilidad, no podrá prestar atención al resto de cosas que le rodean. Por su parte, la conservación se ciñe a la atribución fija de propiedades de un objeto aunque este cambie su apariencia (por ejemplo, si está acostumbrado a que su vaso sea de plástico y no se rompa al tirarlo, pensará que todos los vasos son iguales). Esto no sucede únicamente con los objetos, también con las cantidades, áreas, volúmenes, longitudes, etc.
Estadio de las operaciones concretas
De 7 a 11 años el niño o la niña comienza el estadio de las operaciones concretas, el cual hace referencia a las operaciones lógicas usadas para la resolución de problemas. El niño o la niña ya no solo es capaz de utilizar el símbolo, sino que es capaz de un modo lógico llegar a la cuestión de forma acertada.
Además, pueden identificar más de un aspecto de un estímulo, y son capaces de entender el concepto de grupo (por ejemplo: un cubo pequeño y un cubo grande, forman parte del mismo grupo aunque sean de tamaños diferentes). Si bien es cierto, que esta nueva capacidad únicamente puede llevarse a cabo con objetos concretos, puesto que aún no han desarrollado el pensamiento abstracto.
A los 6-7 años el niño y la niña adquiere la capacidad intelectual de conservar cantidades numéricas: longitudes y volúmenes líquidos...
Entre los 6-8 años el niño y la niña desarrollan la capacidad de conservación de la materia por ejemplo: tomando una bola de arcilla y manipulándola para hacer varias bolillas y ver que aunque salgan más, es capaz de ver que tienen la misma cantidad de materia.
Finalmente de 9-10 años el niño/a entra en la fase final de conservación de superficies. Por ejemplo, puesto frente a cuadrados de papel se puede dar cuenta que reúnen la misma superficie aunque estén esos cuadrados amontonados o aunque estén dispersos.
Estadio de las operaciones formales
El último de los estadios es el de las operaciones formales que van desde los 12 años, en adelante.
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