Sabía que...
La causa más común de la muerte súbita es la enfermedad coronaria.
La mayoría de las PCR son de origen cardiaco. La taquicardia y la fibrilación ventricular son responsables del 75% de las muertes súbitas.
Otras causas no cardiológicas de muerte súbita son los accidentes vasculares, neurológicos o pulmonares.
Los fluidos que se recomienda administrar, tanto para el mantenimiento de la vía venosa como para la reposición de volumen, van a ser el suero salino fisiológico o la solución de Ringer. Se debe evitar la administración de soluciones glucosadas (salvo indicación específica de las mismas), ya que la hiperglucemia en situaciones de PCR puede favorecer lesiones neurológicas residuales.
Técnica de punción de la vena antecubital
Como se ha mencionado anteriormente, la vena antecubital es la más usada, por lo que se detallará a continuación la técnica a emplear.
Material necesario
Solución antiséptica (povidona yodada o alcohol al 70%).
Gasas estériles.
Guantes.
Ligadura.
Esparadrapo para fijación.
Catéteres de los números 14-16-18 G.
Jeringas de 5-10 ml.
Sistema de infusión conectado a suero.
Material para acceso venoso periférico
Técnica
Para el empleo de esta técnica deben seguirse los siguientes pasos:
1 Localización de la vena más adecuada para la canalización de la vía venosa.
2 Limpieza de la superficie de la zona de punción con solución antiséptica (povidona yodada o alcohol al 70%), procediendo a extenderla de forma rotatoria desde el centro hacia la periferia.
3 Colocación de torniquete de forma proximal.
4 Fijar el brazo con la mano izquierda, estirar la piel con el dedo pulgar y fijar la vena elegida aplicando presión sobre la parte distal de la misma.
5 Proceder a realizar la punción de la piel con el bisel del trócar hacia arriba, aproximadamente 1 cm por debajo del punto de penetración en la vena.
6 Pinchar la vena y colocar la aguja paralela a la piel.
7 Una vez que se aprecie el retorno venoso, haremos avanzar el catéter a la vez que procedemos a retirar el trócar.
8 Soltar el torniquete.
9 Conectar el sistema de infusión, cubrir con un apósito y fijar la vía.
Complicaciones
Como cualquier otra técnica, la punción de la vena antecubital está expuesta al riesgo de que se produzcan complicaciones, entre las que se pueden destacar las siguientes:
Pérdida de la vía de canalización.
Formación de hematoma.
Extravasación de drogas o fluidos administrados.
Lesión de estructuras locales.
Fragmentación del catéter con posible provocación de embolismo.
Tromboflebitis y celulitis.
Recuerde
La vía venosa de elección para la administración de fármacos o fluidos en situación de PCR sin vía canalizada va a ser una vía venosa periférica supradiafragmática, la vena antecubital (la más utilizada) o la vena yugular externa.
Las vías venosas centrales se reservan para aquellos casos en los que no resulta posible la canalización de una vía venosa periférica. Como principal ventaja presentan la rapidez con la que los fármacos administrados a través de ellas alcanzan la circulación central y se distribuyen hasta los órganos vitales, pero tienen el inconveniente de que requieren de una gran destreza, por lo que solo deben ser canalizadas por personal muy entrenado.
En ocasiones, para la canalización de las vías centrales es necesario interrumpir las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). De ahí, la necesidad de que dicha canalización se realice rápidamente, para que la interrupción tenga la menor duración posible. Además, esta necesidad de una rápida actuación, unida a las circunstancias en las que se lleva a cabo, motiva un mayor número de complicaciones.
Las vías venosas centrales recomendadas son los accesos de la yugular interna y la subclavia. La elección de una u otra vía dependerá de la destreza y experiencia de la persona que va a realizar la canalización.
Una alternativa a estas vías la constituye el acceso a la vena femoral. Tiene la ventaja frente a las opciones anteriormente citadas de que no precisa interrumpir las maniobras de RCP durante su canalización, si bien tiene la desventaja de que su localización resulta más difícil al no poder localizarse el pulso de la arteria femoral. Además, requiere de catéteres largos para poder alcanzar una posición supradiafragmática. Todo esto hace que sea un acceso poco utilizado en RCP.
Material necesario para accesos venosos centrales
El material necesario para los accesos a las venas centrales es común para las tres técnicas, y es el que a continuación se detalla:
Solución antiséptica (povidona yodada).
Guantes y bata estériles.
Gasas y paños estériles.
Anestésico local, jeringa y aguja para infiltrarlos.
Catéter para canalización de la vía central.
Jeringa de 10 ml.
Sistema de infusión conectado a suero.
Seda para sutura con aguja.
Material para acceso venoso central
Técnica de punción de la vena subclavia
Para la correcta realización de la punción de la vena subclavia deben seguirse los siguientes pasos:
1 Colocar al paciente en decúbito supino, en posición de Trendelenburg, con el brazo del lado de la punción extendido y pegado al cuerpo y con la cabeza rotada lateralmente en dirección contralateral.
2 Limpieza y desinfección de la zona de punción con la solución antiséptica (extendiéndola desde el centro hacia la periferia).
3 Colocación de un paño estéril sobre la zona de punción y utilización de guantes y bata estéril por parte del reanimador.
4 Infiltración con anestésico local de la zona y trayecto de punción.
5 Punción de 1 cm por debajo de la clavícula en la unión del tercio interno con el medio.
6 Una vez debajo de la clavícula, proceder a orientar la aguja en paralelo al plano frontal y avanzar en dirección al hueco supraesternal, aspirando continuamente con la jeringa.
7 Al observar la entrada de sangre venosa en la jeringa (hay que descartar que se trate de sangre de la arteria subclavia, que se diferencia por la presión de salida y por la coloración más roja), se procederá según el tipo de catéter.
8 Fijar el catéter.
Técnica de punción de la vena yugular interna
Esta técnica se desarrolla siguiendo los siguientes pasos:
1 Situar al paciente en decúbito supino a 15º en posición de Trendelenburg.
2 Proceder a la limpieza y desinfección de la zona de punción con la solución antiséptica.
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