El histograma muestra, a través de la escala de grises que va del negro al blanco, la cantidad de píxeles de la imagen que tienen una determinada luminosidad.
En efecto, el gráfico recoge la frecuencia de píxeles en la imagen según sus valores tonales. Aunque la fotografía sea en color, hemos de pensar en escala de grises, es decir, en el valor de luminosidad de cada píxel, que, en este caso será blanco, negro o gris.
El eje horizontal indica los valores tonales, cubriendo toda la gama de grises que va del negro (valor 0) al blanco (valor 255), tal y como se aprecia en la barra colocada bajo el gráfico. El eje vertical nos informa de la cantidad de píxeles que hay de cada tono, sin especificar el número concreto. La siguiente simulación muestra de manera aproximada cómo se distribuye, en el histograma, la información de luminosidad correspondiente a los píxeles de la imagen.
La particularidad del histograma es que la montaña que lo interpreta siempre llega hasta arriba, porque el pico más alto representa el tono que más se repite en la fotografía y, a partir de ese valor, se construye el resto del gráfico. Dicho de otro modo, el histograma no indica el número exacto de píxeles que hay de cada tono, sino que lo hace en proporción, a partir del tono más repetido. Vamos a verlo a través de un ejemplo.
La siguiente imagen está formada por 200 píxeles y cuatro tonos de gris; cada cuadradito es un píxel:
•Tono 1 - Gris medio: 100 píxeles.
•Tono 2 - Gris oscuro: 50 píxeles.
•Tono 3 - Gris claro: 25 píxeles.
•Tono 4 - Gris más oscuro (casi negro): 25 píxeles.
El histograma representa, de forma precisa, la proporción de píxeles que hay de cada tono.
En ocasiones, la montaña que define el histograma se sale por arriba. Esto no es relevante, significa simplemente que hay tantos píxeles en la imagen con esos valores tonales que, para representar con más exactitud el resto del gráfico, se salen del cuadro.
El histograma que representa los tonos de la imagen anterior se distribuye de la siguiente manera:
•Llega hasta arriba en su valor gris medio, el tono número 1.
•Sube justo hasta la mitad en la parte correspondiente al gris oscuro, el tono número 2.
•Sube solo a un cuarto de altura para representar a los dos grises restantes, los tonos 3 y 4.
Análisis del histograma:
En principio, una fotografía expuesta correctamente presenta un histograma con la mayoría de píxeles repartidos en los tonos medios, abarcando la amplia gama de grises que va del negro puro al blanco puro.
Fotografía con los tonos repartidos entre el negro y el blanco.
Pero esta distribución variará en virtud de los tonos de la fotografía que estemos tomando. Imaginemos que tenemos la imagen de un tablero de ajedrez; el histograma solo ofrecerá información en los extremos del gráfico porque únicamente hay tonos blancos y negros. La parte izquierda del histograma representa los píxeles que componen los cuadrados negros y la parte derecha los blancos. No es un histograma incorrecto, es la representación exacta de la imagen.
Este tablero de ajedrez solo contiene blancos y negros.
Veamos algunos ejemplos concretos:
•En una imagen con bajo contraste los píxeles se acumulan en el centro del gráfico.
Una fotografía con una niebla tan densa no contiene píxeles con tonos muy claros ni muy oscuros.
El mejor ejemplo de una fotografía con bajo contraste es aquella realizada en un día neblinoso. La niebla matiza los tonos y la luz, evitando que haya negros y blancos muy marcados, de modo que la información se acumula en la zona media del gráfico.
•En una imagen con alto contraste la información se agrupa en los extremos del gráfico.
En un contraluz la cantidad de tonos medios es escasa.
Un perfecto ejemplo para una fotografía de alto contraste es un contraluz. En este tipo de imágenes, como vimos en el ejemplo del ajedrez, predominan los tonos claros y oscuros, dejando poca información en los tonos medios.
•Una imagen subexpuesta acumula la información en la parte izquierda del gráfico.
Una fotografía demasiado subexpuesta provoca pérdida de detalle en las sombras.
Paseando por las calurosas calles de Amán, decidí visitar uno de sus mercados para resguardarme del calor. Nada más entrar en el recinto vi a una persona buscando algo en el suelo y disparé esta fotografía, olvidando adaptar los valores de cámara (velocidad, diafragma e ISO) a la escasa luz que había en el mercado. La fotografía está subexpuesta, los tonos más oscuros rebasan por la izquierda el cuadro que delimita la gráfica. En el punto en el que el histograma se sale por la izquierda, las sombras dejan de tener detalle, no se distinguen texturas ni formas porque solo hay negro puro.
•En una imagen sobreexpuesta la información se acumula en la parte derecha del gráfico.
Una fotografía demasiado sobreexpuesta provoca pérdida de detalle en las luces.
Típica fotografía en la nieve en la que los blancos se han reventado y, por tanto, no tienen detalle. El histograma se sale por la derecha, mostrando claramente cómo se han recortado las altas luces, convirtiéndose en blanco puro, sin información. Se trata de un ejemplo parecido al anterior, solo que esta vez, en lugar de tener píxeles a la izquierda del negro puro, los tenemos a la derecha del blanco. Como hemos comentado, que el histograma se salga por arriba no tiene importancia, pero debemos estar muy atentos para que no se salga por los lados del cuadro.
En ambos casos, podríamos representar gráficamente la información que hemos perdido del siguiente modo:
Al subexponer o sobreexponer excesivamente perdemos información a los lados del gráfico.
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