Sandra Bou Morales - El club de los ojos claros

Здесь есть возможность читать онлайн «Sandra Bou Morales - El club de los ojos claros» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El club de los ojos claros: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El club de los ojos claros»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Emma ya no siente, desde hace dos meses. Ya no toca el violín, no encuentra inspiración ni emoción en ninguna parte. Ya no es ella. Desde que murió su hermano, Emma no es la misma; sin embargo, un curioso acontecimiento la hará despertar y darse cuenta de que, quizás, la vida es mucho más compleja de lo que ella imaginaba, y que nada es como parece ser, que la luna no es solo un astro que va más allá, y que solo el hecho de amar a alguien con todas tus fuerzas puede arrasarlo todo y cambiar el rumbo.

El club de los ojos claros — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El club de los ojos claros», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Dilan, siento decirte esto, pero ¿puedo hablar contigo seriamente?

Ángela me hizo un gesto, entendiendo la situación. Cogió a Kate del hombro, la cual no entendía nada, y se fueron.

Me quedé un rato callada, con los ojos de mi hermano clavados en mí. Al final, conseguí armarme de valor para decirle lo que le quería decir.

—Mira, Dilan, sé que estás muy emocionado, y yo tan bien lo estoy, pero las cosas han cambiado. Además, recuerda que la gente ya no ve al Dilan de antes.Ahora eres Dilan Rivera.Te lo ruego, intenta que nadie no deseado se entere de esto.

Él sonrió perspicaz, como si creyese controlar la situación.

—Tranquila, Ojos claros.

—No, no estoy tranquila. Más bien, preocupada. No quiero que te preocupes al ver que muchas per… ¡cosas! han cambiado.

Mi hermano no contestó. Se limitó a tragar saliva y a asentir.

—Sé a lo que te refieres, pero también sé que hay cosas que por mucho que cambien, pueden volver a la normalidad.

Sin darnos cuenta, los dos habíamos acabado hablando indirectamente de lo mismo.

—Dilan…

—Tranquila. Nos vemos luego, Ojos claros.

Me quedé sin aliento, floja, desarmada. Sabía a la perfección que la próxima vez que viera a Dilan, este estaría deprimido o hecho una furia. Me fijé en sus pasos, decididos, hasta que cruzaron una esquina de las paredes del instituto, cubiertas por taquillas. No hacía falta que me mintiese. Sabía dónde estaba la taquilla de Sofía, y él iba justo en la dirección correcta. Entonces me puse una mano en la cara y emití un gruñido de rabia:

—¡Maldita sea! Esto no puede ser bueno.

CAPÍTULO 10

Plata

El pasillo estaba completamente. Todos estaban en sus respectivas aulas, menos él. Tenía el pelo tan negro que era perfectamente confundible con el carbón, y unos ojos azules llamativos, cristalinos como el agua.

Una sensación desconocida sacudió su pecho, inerte desde hacía tiempo. No le dio importancia. Continuó andando, apretando los puños y dejando que el sudor le bajara por la espalda. Entonces, se paró en seco al verla. Sofía hurgó nuevamente en su taquilla, sacando otro libro cuyo título ni siquiera le hizo falta ver. Negó con tozudez y lo volvió a dejar en la pila de libros de lectura que guardaba en ella. Se apartó un mechón tras la oreja derecha, dejando brillar una cadenita dorada.

Dilan se emocionó al ver el destello de la cadena y obligó a sus pies a moverse hacia ella, pero se detuvo al ver a alguien. Sofía también se percató, se giró de pronto y recibió al chico de pelo blanquecino con emoción, abrazándolo.

Los ojos de Dilan se negaban a admitir lo que veían. Intentó hacerse invisible, pero no pudo. La tristeza le carcomía las entrañas, impidiéndole hacer otra cosa que quedarse quieto observando cómo Oliver la besaba, y ella aceptaba sin más, demostrando que definitivamente lo había reemplazado.

Se volvió con la cabeza gacha y huyó de allí con el alma rota, hecha una maraña de sentimientos contradictorios.

«¿Tanto era pedir dos meses?», se preguntó a sí mismo.

Cerró los ojos con fuerza, pero una lágrima consiguió salir, rozándole la mejilla. Sus pies daban pasos lentos, alejándose sin rumbo alguno. Se dejó caer al suelo, apoyando la espalda en una taquilla. Sí que lo era. Por lo visto sí.

«Ella tenía razón», pensó. «No podía esperar que todo siguiese como antes. Estoy muerto.Ya no estoy en sus vidas ni formo parte de ellas. ¿Por qué diablos me he empeñado en volver?».

Una imagen de su hermana se materializó en su cabeza. Sí, ese era el motivo, pero no quitaba que hubiese cometido un error. Lo sabía, y Sofía era la primera consecuencia. No quería afrontar las siguientes.Todo le daba vueltas, mil preguntas le torturaban: «Quizás, de otra forma habría…». Se echó las manos a la cara, intentando acallar sus pensamientos, pero la voz de Sofía diciendo «te quiero» resonaba en cada centímetro de su mente.

—¿Por qué paras?

—Es que no decías nada —susurró Dilan .

Sofía levantó un extremo del labio, simulando una sonrisa .

—Es imposible hablar mientras cantas. Me dejas muda .

—¡Venga ya! No digas estupideces .

Ella negó con frenesí, sin dejar de mirarlo .

—Es verdad. Podría pasarme años escuchándote cantar sin cansarme .

—¿Lo dices en serio?

—Tan enserio como que te quiero.

Se tiró de los pelos, intentando sacar ese recuerdo de su cabeza con todas sus fuerzas sacar, borrarlo. Las lágrimas le bañaban la cara, frías, debido a su falta de vida. No tenía corazón que le latiese, pero de haberlo tenido, se le hubiera parado del estupor.

Alguien se quedó parado ante él, vaciló unos segundos y finalmente preguntó:

—¿Te pasa algo?

«Como si no fuera evidente», pensó, rebosante de ira.

—Encantado —respondió, con tono irritante

El profesor frunció el ceño con sorpresa ante la contestación de Dilan.

—¿Estás bien? —inquirió el profesor con cierta duda.

—Estoy bien, señor Jones. Solo un poco estresado.

Su tono era tristón, con un amago de felicidad casi desastrosa. No se dijeron nada más. El profesor se fue por su camino sin hacerle más caso. Dilan volvió a apoyar su cabeza en la taquilla, dándose golpes frenéticamente.

«¡Serás inútil!», se dijo a sí mismo.

No había nadie más que él, sentado en el suelo, con su nueva espalda dolorida por un candado, pero o no sentía el dolor, o no le daba importancia. Se quedó mirando a un punto fijo con las manos apoyadas sobre sus rodillas. Abrió la boca y soltó una bella melodía, casi sin darle entonación:

«He construido una luna,

sin esperar recompensa alguna .

Espero tu dulce cariño ,

y me encuentro con una piedra en mi camino .

Tanto pedir fue

que con esa luna me quedé,

esperando que ese destello desapareciese .

He construido mi amor,

para que me lo devuelvas cargado de dolor .

Te he dejado destrozar

todo lo que de mí podía quedar,

dejándome olvidar sin más

Demostré mi amor por ti,

bella luna llena .

Tanto pedir fue

que con esta luna me quedé».

—Cuatro años, y me ha reemplazado en dos meses. No me lo puedo creer.

Volvió a dirigir la mirada hacia el lugar por donde se había ido el profesor, y luego se miró las manos, hablando para sí con verdadera dureza. Una sola pregunta pasaba por su cabeza: «¿Y Emma? ¿Qué diablos le digo?».

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El club de los ojos claros»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El club de los ojos claros» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Verdon - No abras los ojos
John Verdon
Gianrico Carofiglio - Con los ojos cerrados
Gianrico Carofiglio
Mercedes Valdivieso - Los ojos de bambú
Mercedes Valdivieso
Henry Benjumea Yepes - En los ojos de un caracol
Henry Benjumea Yepes
Paula Siles Sellés - Amar con los ojos abiertos
Paula Siles Sellés
Natalia S. Samburgo - Abre los ojos
Natalia S. Samburgo
Néstor Tellechea - Al cerrar los ojos
Néstor Tellechea
Отзывы о книге «El club de los ojos claros»

Обсуждение, отзывы о книге «El club de los ojos claros» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x