Andrzej Paczkowski - El libro negro del comunismo

Здесь есть возможность читать онлайн «Andrzej Paczkowski - El libro negro del comunismo» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El libro negro del comunismo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El libro negro del comunismo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Publicado originalmente en 1997 (la española fue la primera traducción mundial), denostado injustificadamente y desaparecido hace
tiempo de las librerías, este Libro negro del comunismo es una historia de los horrores que la aplicación de esa ideología ha generado
en el mundo desde 1917.
Desde la instauración del primer estado totalitario de la historia, a raíz de la revolución bolchevique de octubre de 1917, hasta su triunfo
en países como Cuba en 1959, pasando por territorios en que sigue vigente (China, en primer lugar), este libro es un alegato demoledor
de los crímenes, el terror y la represión que han acompañado a esta ideología en su difusión por el mundo desde hace más de un siglo.
Frente a las críticas recibidas en su momento por su supuesta exageración en la cifra de víctimas, Stéphane Courtois, en nombre
del conjunto de autores de la obra, nos dice en el prólogo de esta edición que "las investigaciones realizadas desde 1998 han ratificado
las cifras anunciadas en 1997".

El libro negro del comunismo — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El libro negro del comunismo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Hasta que se produjo el estallido de la guerra, las medidas de exclusión relacionadas con ellos fueron generalizadas, pero su persecución llegó a su apogeo durante la «Noche de los cristales rotos» 18con varios centenares de muertos y 35.000 detenciones en campos de concentración. Hasta que comenzó la guerra, y sobre todo a partir del ataque contra la URSS, no se produjo un desencadenamiento del terror nazi cuyo balance resumido es el siguiente: 15 millones de civiles muertos en los países ocupados; 5,1 millones de judíos; 3,3 millones de prisioneros de guerra soviéticos; 1,1 millón de deportados muertos en los campos, varios centenares de miles de gitanos. A estas víctimas se añadieron 8 millones de personas condenadas a trabajos forzados y 1,6 millones de detenidos en campos de concentración que no fallecieron.

El terror nazi ha sobrecogido las mentes por tres razones. En primer lugar, porque afectó directamente a los europeos. Además, al haber sido vencidos los nazis y juzgados sus principales dirigentes en Nüremberg, sus crímenes fueron señalados y estigmatizados de manera oficial como tales. Finalmente, el descubrimiento del genocidio perpetrado contra los judíos constituyó un trauma para las conciencias por su carácter en apariencia irracional, su dimensión racista y la radicalidad del crimen.

No tenemos aquí el propósito de establecer no se sabe qué macabra aritmética comparativa, qué contabilidad por partida doble del horror o qué jerarquía en la crueldad. Sin embargo, los hechos son testarudos y ponen de manifiesto que los regímenes comunistas cometieron crímenes que afectaron a unos a cien millones de personas, contra unos 25 millones de personas aproximadamente del nazismo. Este sencillo dato debe por lo menos llevar a una reflexión comparativa acerca de la similitud entre el régimen que fue considerado a partir de 1945 como el más criminal del siglo, y un sistema comunista que conservó hasta 1991 toda su legitimidad internacional y que, hasta el día de hoy, se mantiene en el poder en algunos países y conserva adeptos en todo el mundo. Y aunque muchos partidos comunistas han reconocido tardíamente los crímenes del estalinismo, en su mayoría, no han abandonado los principios de Lenin y tampoco se interrogan sobre su propia implicación en el fenómeno terrorista.

Los métodos puestos en funcionamiento por Lenin y sistematizados por Stalin y sus émulos no solamente recuerdan los métodos nazis sino que muy a menudo los precedieron. A este respecto, Rudolf Höss, el encargado de crear el campo de Auschwitz, y su futuro comandante, pronunció frases muy significativas: «La dirección de Seguridad hizo llegar a los comandantes de los campos una documentación detallada en relación con el tema de los campos de concentración rusos. Partiendo de testimonios de evadidos, se exponían con todo detalle las condiciones que reinaban en los mismos. Se subrayaban en ellos de manera particular que los rusos aniquilaban poblaciones enteras empleándolas en trabajos forzados» 19. Sin embargo, el hecho de que los comunistas inauguraran el grado y las técnicas de violencia en masa y que los nazis pudieran inspirarse en ellas no implica, desde nuestro punto de vista, que se pueda establecer una relación directa causa-efecto entre la toma del poder por los bolcheviques y el surgimiento del nazismo.

Desde finales de los años veinte, la GPU (nueva denominación de la Cheka) inauguró el método de cuotas: cada región, cada distrito debía detener, deportar o fusilar un porcentaje dado de personas que pertenecieran a segmentos sociales «enemigos». Esos porcentajes eran definidos por la dirección del partido. La locura planificadora y la manía estadística no solo afectaron a la economía sino que también se apoderaron del ámbito del terror. Desde 1920, con la victoria del Ejército Rojo sobre el Ejército Blanco, en Crimea aparecieron métodos estadísticos, incluso sociológicos: las víctimas fueron seleccionadas según criterios precisos establecidos sobre la base de cuestionarios a los que nadie podía sustraerse. Los mismos métodos «sociológicos» serán puestos en funcionamiento por los soviéticos para organizar las deportaciones y liquidaciones masivas en los estados bálticos y en la Polonia ocupada en 1939-1941. El transporte de los deportados en vagones de ganado dio lugar a las mismas «aberraciones» que en el caso nazi: en 1943-1944, en plena guerra, Stalin ordenó retirar del frente miles de vagones y centenares de miles de hombres de las tropas especiales del NKVD para asegurar en el plazo bien breve de unos días la deportación de los pueblos del Cáucaso. Esta lógica genocida —que consiste, citando el Código penal francés, en «la destrucción total o parcial de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, o de un grupo determinado a partir de cualquier otro criterio arbitrario»— aplicada por el poder comunista a grupos designados como enemigos, a sectores de su propia sociedad, fue llevada hasta su paroxismo por Pol Pot y sus Jemeres Rojos.

La relación entre nazismo y comunismo por lo que se refiere a sus exterminios respectivos resulta susceptible de causar sorpresa. Sin embargo, fue Vassili Grossman —cuya madre fue asesinada por los nazis en el gueto de Berdichev, que escribió el primer texto sobre Treblinka y fue uno de los autores del Libro negro sobre el exterminio de los judíos de la URSS—, quien en su relato Todo fluye hace decir a uno de sus personajes en relación con el hambre en Ucrania: «Los escritores y el mismo Stalin decían todos lo mismo: los kulaks son parásitos, queman el trigo, matan a los niños. Y se nos afirmó sin ambages: hay que levantar a las masas contra ellos y aniquilar a todos esos malditos, como clase». Añade: «Para matarlos, había que declarar: los kulaks no son seres humanos. Era exactamente igual que los alemanes cuando decían: los judíos no son seres humanos. Es lo que dijeron Lenin y Stalin: los kulaks no son seres humanos». Y Grossman concluye a propósito de los hijos de los kulaks: «Es como los alemanes que mataron a los hijos de los judíos en las cámaras de gas: no tenéis derecho a vivir, ¡sois judíos!» 20.

En cada caso el objeto de los golpes no fueron individuos sino grupos. El terror tuvo como finalidad exterminar a un grupo designado como enemigo que, ciertamente, solo constituía una fracción de la sociedad, pero que fue golpeado en cuanto tal por una lógica genocida. Así, los mecanismos de segregación y de exclusión del «totalitarismo de clase» se asemejan singularmente a los del «totalitarismo de raza». La sociedad nazi futura debía ser construida alrededor de la «raza pura», la sociedad comunista futura alrededor de un pueblo proletario purificado de toda escoria burguesa. La remodelación de estas dos sociedades fue contemplada de la misma manera, incluso aunque los criterios de exclusión no fueran los mismos. Resulta, por lo tanto, falso pretender que el comunismo sea un universalismo: aunque el proyecto tiene una vocación mundial, una parte de la humanidad es declarada indigna de existir, como sucedía en el nazismo. La diferencia reside en que la poda por estratos (clases) reemplaza a la poda racial y territorial de los nazis. Los crímenes leninistas, estalinistas y maoístas y la experiencia camboyana plantean, por lo tanto, a la humanidad —así como a los juristas y a los historiadores— una cuestión nueva: ¿cómo calificar el crimen que consiste en exterminar, por razones político-ideológicas, no ya a individuos o a grupos limitados de opositores, sino a segmentos masivos de la sociedad? ¿Hay que inventar una nueva denominación? Algunos autores anglosajones así lo piensan y han creado el término «politicidio». ¿O es preciso llegar hasta el punto, como lo hacen los juristas checos, de calificar los crímenes cometidos bajo el régimen comunista de simplemente «crímenes comunistas»?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El libro negro del comunismo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El libro negro del comunismo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El libro negro del comunismo»

Обсуждение, отзывы о книге «El libro negro del comunismo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x