Pero, instintivamente, retrocedí unos pasos y volví a observar el corrimiento del agua hacia el mismo punto que anteriormente yo observara, y la misma, continuaba formando un pequeño remolino. Esto me generó una mayor satisfacción, pero algo giraba en mi cabeza no solo porque tal vez esta noche, podríamos descansar con el lugar bastante más seco y limpio, había algo más que mi mente me quería decir y yo no lo captaba, así es que volví al fogón al tiempo que escuché las risas de Alí, vociferando desde lejos… ¡Malden! ¡Malden… llegó la cena! ¡Ja, ja, ja! ¿Dónde está el fuego?
Y allí lo vi a Ali que, como era de esperar, venía con un venado al hombro.
No sé si fue el hambre, o lo delicioso que se veía el venado puesto a las brazas, que me hizo olvidar de todo en cuanto aprovechamos a saborear un poco del coñac que aún nos quedaba en una botella para entrar en calor por dentro mientras se cocinaba el venado.
Esa noche comimos hasta saciarnos, y luego, nos fuimos a dormir en nuestro aún bastante encharcado habitáculo. Recuerdo que esa noche no dormí tranquilo, porque seguía en mi mente aquello que me inquietaba sin saber lo qué, pero era una cosa que rondaba en mi cabeza sin entender de qué se trataba, era como una idea que quería aflorar y estaba trancada en mi cerebro.
Cuando se hizo la mañana, con los primeros rayos del sol que iluminaban un espléndido día con el cielo totalmente despejado, y con el típico despertar de Ali, ¡¡que me vocifera “Buenos Días amigo!! ¡¡Vamos a trabajar que el día está hermoso!!”, así que, sentándome en el catre, sacudí mi cabeza, y me dispuse a calzar mis botas, que todavía estaban totalmente mojadas.
Ali, que ya estaba preparado y de pie, me dice, ¡qué suerte! - ¡por lo menos el agua del piso se fue…!!!
Si es cierto le respondí, y mirando hacia el piso, ahí se me clareó la mente, y le dije, “si se fue, pero ¿para donde se fue?” - en cuanto mi mirada se dirigía hacia aquel punto donde yo había visto el pequeño remolino que se formaba cuando el agua escurría.
De hecho, entre las piedras del piso, que eran losas irregulares con pocos centímetros de espesor y de diversos tamaños, había un pequeño agujero que se había formado por el corrimiento del agua, junto a una de ellas que era de bastante mayor dimensión que las otras. Como había estado sepultada por la tierra cuando llegamos, no habíamos percibido este detalle, ya que la tierra fue sacada con la pala, pero ahora, el agua había lavado el piso, dejando las piedras mucho más limpias.
Todo indicaba que se trataba de una veta subterránea formada por el agua, cosa que es natural, pero hubo algo que, instintivamente, me llevó a buscar una barra de hierro, la cual coloqué en un borde, y comencé a forzar para mover la piedra.
Alí me observó, inicialmente con ojos de interrogación como diciendo “tú estás loco” - pero luego comprendió y dijo… ¡ya sé lo que estás pensando! – y me ayudo a hacer palanca con un pico.
Lentamente, la losa de piedra que medía aproximadamente 60 centímetros por 1 metro, comenzó a aflojarse, hasta que, en cierto momento, se desprendió de donde había permanecido afirmada durante los últimos ocho siglos.
Conseguimos colocar unos palos de forma diagonal para hacer palanca y erguirla suavemente, y en cuanto hacíamos fuerza… nuestros ojos asombrados observaban una gran abertura que se ocultaba debajo de ella.
Si, así es, habíamos descubierto una entrada secreta que había estado oculta allí todo el tiempo, justo debajo de nuestros pies, y que no sabíamos a donde conduciría, pero que tal vez, podría ser una puerta que nos condujera hacia el secreto que estábamos buscando.
A todo esto, yo permanecía fascinado con la historia que poco a poco Malden me iba desarrollando, e indagué, ¿Qué había en esa abertura?
¡¡¡Ah!!! Eso ya es otra historia, una historia que veremos en nuestra próxima reunión, si tú estás de acuerdo, me dice.
¡Si, claro! Por supuesto. Respondí.
Y como ya se había tornado costumbre, me invita a pasar a la otra sala para compartir su delicioso whisky... y encontrando allí sentado a Ali con un libro en sus manos sobre Política Económica de Brasil, el tema nos ocupó a los tres hasta que llegó la hora de irme y quedamos en volver a encontrarnos en la próxima semana.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.