La comprensión del hecho de la muerte física y los aspectos de transformación nos brindan la sabiduría para trascender de una manera ecuánime los sucesos, en la medida en que la energía química que van generando nuestras emociones y sentimientos esté libre de apegos y resistencias.
A su vez también la muerte física, Ser Amado, da lugar a la muerte de un ciclo para el individuo que la experimenta y el cual da lugar al nacimiento de experiencias totalmente nuevas de la consciencia del Ser en su realización como Ser humano.
Ciclos de nacimientos y muertes, que dan lugar a ciclos de nacimientos y muertes, de experiencias entrelazadas unas con otras en las cuales el Ser humano Divino evoluciona en el continuo de la Consciencia Ilimitada, de la Vida Eterna.
Las diferentes múltiples dimensiones donde se cumple la real experiencia de la vida en la Consciencia atemporal, están en esa brecha entre ciclos de muertes y nacimientos…
El espacio temporal entre el nacimiento y la muerte es la experiencia de la forma donde juega la ilusión de la mente dual en el propósito creativo Superior, de la Consciencia Cósmica.
La vida no es solo lo que se manifiesta en el cuerpo físico. Vida es todo lo que Es en constante conocimiento de Sí Mismo.
El conocimiento es el que contiene la expresión creativa de la totalidad y la Creatividad la Viva expresión del Conocimiento, Dios, Diosa, la Fuente Original.
Conocimiento y Creatividad, DIOS, DIOSA como expresión del potencial ilimitado de la Consciencia Solar en el campo de Infinitas posibilidades de Creatividad Continua, Eterna e Infinita.
El Ser Humano Despierto. El Ser humano Consciente
Es El Individuo, en su roles que actúa como persona (máscara con la que se presenta en la vida social), dotado de carácter, temperamento y personalidad, que ha descubierto su potencial interior. Comienza su camino de trascendencia desde el conocimiento de su verdadera Identidad, asumiendo la Consciencia de su Verdadera Naturaleza esencial. Cuando ese velo entre el nacimiento y la muerte se corren, surge la Conciencia de inmortalidad. Estamos plenamente Vivos antes de la experiencia en el cuerpo y como expresión de la Consciencia ilimitada reconocemos la Vida Eterna, donde el Espíritu Santo, en la expresión del Alma se manifiesta en la vida temporal en el cuerpo Biológico Humano. De alguna manera al nacer en la dimensión terrenal, acordamos adormecer el conocimiento de la Dimensión de la Consciencia Original, para experimentar la vida terrenal y temporal. Pero el conocimiento de nuestra inmortalidad permanece latente y en esa sensación nos orientamos en el camino interior hacia el reencuentro con el Sí MISMO en la experiencia temporal y cotidiana. Es como percibir la Consciencia de la Sabiduría natural de pertenecer a algo mayor.
Experimentamos sensación de separación en el mundo dual en la ilusión de las experiencias psíquicas y los procesos de imaginación que dan lugar a la actividad de los sentidos y a las diferentes sensaciones del universo emocional, asociados a nuestros vínculos y relaciones mundanas, tanto sea con personas u objetos materiales en los apegos a las cosas físicas o a los roles de poder asociados a la experiencia de la personalidad (máscara). En la ignorancia de nuestra naturaleza original, en el juego de Luz y oscuridad, claridad y sombras partiendo de los ideales de la mente, que le dan forma al personaje que se realiza en su actuación en la diversidad, en un tiempo limitado, con aspectos y formas limitadas a la necesidad de experiencia se dan las vivencias en el cuerpo.
En el transitar en la vida mundana, en el juego de la dualidad, sin recordar el poder natural de nuestra divinidad, se experimenta el libre albedrío en la Ignorancia, el desconocimiento y la inconciencia, por lo que respondemos la Ley de causa y efecto o LEY DE KARMA (ley de acción y reacción)
El despertar de la Consciencia, la iluminación de la Mente desde la sabiduría de la Naturaleza Esencial nos permite unificar la Consciencia a la Totalidad, y despertamos al conocimiento de “La gran Vida”, donde nos desplegamos como seres que gozan del libre albedrío, asumiendo la Consciencia de la LEY DE DHARMA, es decir, las acciones gestionadas desde la sabiduría del Maestro Interior, desde la intención del cumplimiento del propósito individual, supeditado a un propósito Superior en la totalidad Padre Madre, la Consciencia Cósmica que nos contiene como Fuerza Primigenia de la Verdadera Vida.
Vibrando como seres que gozan del eterno libre albedrío, tal una chispa Divina, nos lanzamos a la experiencia del alma para deleite y gozo, mientras un juego de Dioses que pierden la consciencia y el conocimiento, nos sumergimos a navegar, naufragar, bucear en el gran océano de la ignorancia y en las profundidades de la inconciencia y el olvido, percibiéndonos en Unidad Con la ETERNA CONSCIENCIA ORIGINAL.
En el juego de la mentira, el autoengaño y la ilusión le rendimos tributo al olvido, mientras sucumbimos a la agonía, al sufrimiento, a la pena, al dolor y la desgracia de la ausencia y la sensación de separación, EL JUEGO DEL NO SER, Y EL DESCONOCIMIENTO DE LA ETERNA CONCIENCIA ORIGINAL.
La Vida es la totalidad que contiene a ambos acontecimientos –nacimiento y muerte– en un enlace continuo de procesos que se desarrollan en el campo ilimitado de la Eterna Consciencia YO SOY, limitado en la ilusión espacio temporal de la mente finita.
La vida es la energía en movimiento y la vibración continua que fluye armoniosamente en el campo de Consciencia cósmica, en estado de Seres experimentamos la diversidad de consciencia y el Yo Soy Creativo e ilimitado.
En la casa de mi padre hay muchas moradas.
Cada uno experimenta diferentes estados de consciencia que responden a las necesidades de aprendizaje del alma. Estos pueden ser de la más baja a la más elevada vibración y frecuencia. Los cuales van a estar asociados al mayor o menor grado de sufrimiento y apego a las diferentes aparentes realidades de seguridad material.
En sus diferentes roles experienciales el alma en el cuerpo físico necesita experimentar los diferentes grados de sentimientos y emoción a la hora de emprender el camino de la experiencia física en la aparente realidad material.
A través de los sentidos físicos experimentamos la diversidad de sentimientos y emociones.
El dolor y el sufrimiento siempre están ahí, latentes, como el moderador del trato y la comunicación que cada uno tiene con el Sí Mismo.
El reconocimiento por una vida de excelencia es el estado de Gracia y nada tiene que ver con hacer las cosas bien o mal, sino con la amplitud de Consciencia para estar más allá de ellas.
Lo bueno o lo malo solo son parámetros de medida a la hora de juzgar lo agradable o desagradable a los sentidos físicos. Pero más allá de ellos, desde la Consciencia y la sabiduría del observador para el discernimiento la vibración del pensar y sentir interior que resuena en una determinada frecuencia para que la inteligencia superior le asigne en un orden inteligente perfecto a su respectiva dimensión de Consciencia.
El libre albedrío es la puerta al campo de infinitas posibilidades, donde cada uno experimenta más allá del bien o del mal. En la aparente realidad mundana, el libre albedrío es relativo y está supeditado al grado de evolución del Alma.
Vestidos con un vehículo físico que nos da la apariencia material para la experiencia de los sentidos en los roles de seres humanos, creamos una realidad aparente, identificándonos con los roles de personas o personajes mundanos, para poco a poco volver a reconocernos en nuestra Identidad Original, la Esencia, La Fuente, El Campo de Consciencia Ilimitado, El Altísimo, el Creador Original, Dios, Inteligencia Omnisciente, Omnipotente y omnipresente.
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